Perfiles criminológicos de delincuentes sexuales y homicidas
Enviado por martin19652 • 12 de Enero de 2015 • 3.392 Palabras (14 Páginas) • 305 Visitas
“Perfiles criminológicos de delincuentes sexuales y homicidas”
HOMICIDAS
Lic. Pamela Andrea González López
pamelandreagonzalez@yahoo.com
Psicóloga
(Extracto de la Investigación “Perfiles criminológicos de delincuentes sexuales y homicidas”)
1. HOMICIDAS
Durante años los psicólogos se han ocupado de desarrollar tipologías que recogieran los aspectos esenciales de los delincuentes homicidas. En realidad se trata de una empresa difícil: hay mil maneras de matar, y mil maneras de morir. El factor situacional, además, es de crucial importancia, como lo demuestran los datos estadísticos que revelan, la presencia de elementos circunstanciales habituales en estos sucesos (alcohol, armas, etc.) (Echeburúa, 1994).
El homicidio cometido por individuos con diagnóstico de psicopatía es un hecho que ha estado presente a través de la evolución de la humanidad, y quizá, figura como un acontecimiento que impacta en cada época, ya que recurrentemente se habla de muertes extravagantes y sangrientas, en aras de una estimulación sexual, económica o compensación egocéntrica de sujetos que van por la vida asesinando sin razón aparente, o para justificarlas con razonamiento disfrazados de ideologías revolucionarias extremistas, lo que tristemente confirma el hecho de que seguimos, como sociedad, comportándonos de manera tan primitivas como las comunidades tribales, en las cuales el homicidio también estaba presente como una conducta que requería, como hoy, de la intervención del control social formal ( Jiménez y Zúñiga en Morales, 2008) .
1.1.-Definición criminológica:
Con un razonamiento simple y discutible comete homicidio quien mata a otra persona. En general, los homicidas suelen ser varones jóvenes, y sus víctimas también comparten esas cualidades, ya que el estilo de vida de ambos hace coincidir las oportunidades de implicarse en acciones violentas. En relación a la investigación realizada por Megargee (1966), apoyada por la investigación empírica, donde establece dos categorías de homicidas los sobrecontrolados y los subcontrolados, la posición teórica ha sido objeto de debate en estos años, y a través del tiempo ha sido depurada. Es por esta razón que se concluye que es poco probable que clasificaciones basadas en factores individuales puedan explicar el crimen violento, mucho menos su etiología. Como ratifica Cresswell y Hollin (1994), para cometer actos violentos se requiere la combinación de factores personales y ambientales, estos últimos pueden ser tan importantes en la determinación del número de fatalidades y captura del agresor, como su competencia, motivación e inteligencia.
1.2.-Definición del código penal argentino:
Homicidio Agravado:
Comete homicidio quien mata:
1.- A su ascendiente, descendiente o cónyuge, sabiendo que lo son;
2. Con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso;
3. Por precio o promesa remuneratoria;
4. Por placer, codicia, odio racial o religioso;
5. Por un medio idóneo para crear un peligro común;
6. Con el concurso premeditado de dos o más personas;
7. Para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito.
8. A un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias, por su función, cargo o condición.
9. Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario ( Parma, 2005).
1.3.-Tipología
El modelo que más ha impulsado la investigación en personalidad y violencia, quizá haya sido el propuesto por Megargee (1966). El autor sugirió que los delincuentes violentos podían dividirse en dos categorías: los sobrecontrolados y los subcontrolados. Según este modelo, la violencia ocurre cuando la instigación a ejercerla, exhacerbada por la rabia, excede el nivel de control de los sentimientos agresivos o impulsos de un individuo. Los sujetos sobrecontrolados tienen controles rígidos contra la agresión —raramente agreden física o verbalmente ante provocaciones, incluso muy serias—; su agresión se va construyendo, llenando de resentimiento, hasta que explota de cólera por cualquier razón en un hecho de gran violencia (sus víctimas pueden aparecer desmembradas, acuchilladas varias veces o con múltiples disparos); una vez liberada la tensión, el sujeto puede volver a su estado normal de tranquilidad y control.
Además, no suelen tener antecedentes delictivos. Son propensos a ser interpretados en los test de personalidad como sujetos no agresivos y controlados, con personalidad no psicopática y, sin embargo, pueden encontrarse entre los delincuentes con agresiones y homicidios más severos.
Así se entiende que jóvenes extremadamente violentos pueden ser diagnosticados en los test de personalidad como poco agresivos y más controlados que otros jóvenes delincuentes moderadamente agresivos. Esta hipótesis del sobrecontrol demuestra que las variables de personalidad no son en sí mismas suficientes para explicar la violencia, sino que reflejan patrones de desviación o disposiciones que pueden incrementar la probabilidad de conducta criminal pero que no conducen de forma irrevocable a los actos violentos (Blackburn, 1986, 1993; Walsh y Ellis, 2007 en Morales, 2008).
En contraste, los subcontrolados tienen más probabilidad de ser identificados como personalidadades psicopáticas y con inhibiciones débiles a la agresión. Responden agresivamente de modo habitual, incluso cuando la provocación sea mínima; en este caso la violencia desplegada es menor, aunque más frecuente, y puede ocasionalmente matar a la víctima.
Basándose en este trabajo, Blackburn (1971), en un estudio realizado con 56 asesinos internados en un hospital psiquiátrico penitenciario, distinguió las siguientes cuatro categorías elaboradas con el test MMPI: dos de sobrecontrolados (represores sobrecontrolados y depresivo-inhibidos) y dos de subcontrolados (paranoico-agresivos y psicópatas). Los represores sobrecontrolados exhiben un alto grado de control del
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