Pierde el miedo a hablar en publico. ¿Cómo llegar a ser un buen orador?

¿Cómo llegar a ser un buen orador?

Es bien sabido que la expresión oral y corporal son de suma importancia en el transcurrir de la vida; esta tarea se torna difícil cuando nos topamos con grupos grandes de personas a las que debemos dirigirnos y no sabemos cómo hacerlo de la mejor forma posible, es entonces cuando los nervios, las malas bases y la inexperiencia nos hacen pasar malos ratos y en algunos casos bajando considerablemente nuestra autoestima. En este ensayo plasmaré conocimientos básicos que cada individuo debe tener y poner en práctica no solo en frente de grupos grandes o pequeños de personas, si no también en la interacción diaria en nuestros sitios de empleo, estudios, en la calle y en el hogar.

Debido a que hablar en público es un problema, podemos decir, mundial, un problema que lleva a la humanidad a guardar sus ideas, cohibirse y en algunos casos marginarse del resto de personas por miedo a qué dirán, es necesario analizar distintas formas de afrontar y mejorar en este campo.

Hablar en público es uno de los principales problemas que debemos afrontar cada uno de nosotros, bien sea cuando queremos ir a comprar algo a una tienda, decir algo o simplemente conocer a alguien. Es natural y muy humano llegar a sentir cierto tipo de nerviosismo y de ansiedad al tratar de comunicar nuestras ideas, esto es debido a que la persona se predispone a creer en cosas negativas y no en las positivas, pero como todo, es cuestión de entrenar diariamente, si un futbolista o un atleta se entrena fuertemente todos los días para ser el mejor, el orador debe preparar diariamente su mente, su léxico y su oratoria para ser el mejor.

Uno de los puntos a tener en cuenta al hablar en público, es primero que todo, predisponer nuestra mente y cuerpo a recibir las mejores energías de manera positiva, pensar en que el público va a ser receptivo y que vamos a desempeñarnos muy bien en el discurso, pero claro, no todas los públicos son buenos receptores y no todos los oradores son iguales, es por eso que cada discurso varía dependiendo del orador, hay personas que suelen vencer fácilmente los nervios y continuar con su discurso y hay otros que se bloquean totalmente llegando a ser su intervención una total desgracia.

Para tener éxito en nuestra intervención debemos prepararnos muy bien en el tema, se debe estudiar a conciencia, investigar de distintas fuentes y autores, indagar y analizar los puntos positivos y negativos de lo que vamos a hablar, pensar en el público a quien nos vamos a dirigir y tener el objetivo claro de nuestra intervención, si es netamente académico, de negocios, empresarial o investigativo.    

Crear un bosquejo de nuestro discurso con los temas puntuales a tratar puede llegar a ser nuestro mejor aliado a la hora de hablar en público. He notado en muchas personas que a la hora de dirigirse a un nutrido número de personas, se limitan a leer en diapositivas o fichas que llevan previamente elaboradas para su intervención, esto si bien es pieza clave en nuestro discurso, pero es también un arman de doble filo, podemos caer en el enorme error de solo leer y aprendernos nuestro discurso de memoria, lo que a su vez repercutirá e incrementara nuestra ansiedad y nerviosismo, si se nos llega a olvidar una sola frase de lo que hemos logrado memorizar terminaremos por echar a perder nuestra exposición.

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