Política al hacer educación

Es importante que vivamos la experiencia equilibrada y armoniosa entre hablarle al educando y hablar con el. Hay momentos en que la maestra, como autoridad le habla al educando, dice que debe ser hecho, mientras que estos momentos se pueden alternar, según la opción política de la educadora, con otros en los que la educadora habla con el educando.

Hablar a y con los estudiantes es una forma sin pretensiones pero altamente positiva que la maestra democrática tiene de dar, dentro de su escuela, su contribución a la formación de ciudadanos responsables y críticos.

Como educadores somos políticos, hacemos política al hacer educación. Y si sonamos con la democracia debemos luchar día y noche por una escuela en la que hablemos a los educandos y con los educandos, para que escuchándolos podemos también ser oídos por ellos, sin necesariamente tener que mantener una autoridad en lucha continua, sino que de forma pasiva comprender las distintas opiniones de los educados de manera que esas opiniones también ayudan a el educador a ampliar sus pensamientos con respecto a las atribuciones de los estudiantes.

Con respecto a eso, se puede alternar la autoridad entre el educado y el educando de manera que el educando no pierda el poder de habla y de enseñar de manera que el educado quiera aprender, por lo que el educador siempre tiene que mantener un respeto entre ellos y con autoridad pasiva y no agresiva, de manera en que los estudiantes no tengan el temor de opinar con respecto a la materia que decean aprender, que no tengan el temor de poder preguntar las dudas que no quedaron aclaradas sin que se les de una respuesta negativa y cerrada, por lo tanto mantener y generar una confianza con ciertos rangos de autoridad en el educador.

Hoy la educación es pensada desde los saberes pre-establecidos por formatos de burócratas de oficina, pero la pregunta ante esto es ¿de dónde provienen estos tipos de educación?, la respuesta es clara y puntual; de copias que fueron pensados desde diferentes entornos y que por tal motivo fueron exitosos, pero al descontextualizarlos no producirían los mismos efectos. Pues la educación como el conocimiento está ligada al crecimiento socio-político de un entorno, por lo tanto irá evolucionando, y lo que hoy es válido mañana puede no serlo.

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