Por Favor Sea Feliz

Capítulo 1. PATRONES

La conciencia del subconsciente, dependen muchos de nuestros éxitos o fracasos

El subconsciente ordena la repetición de conductas a nuestro conciente, es decir patrones.

Creemos que los patrones de conducta de las personas son imposibles de cambiar, que no está en nuestras manos. Actuamos conforme a programas establecidos. Pero en realidad nosotros mismos creamos nuestras opciones

Por ejemplo, nuestro estado de salud es determinado por nuestros programas mentales que nos dicen quiénes somos y qué nos pasa. Pero cuando nosotros cambiamos la vida cambia. La resistencia al cambio siempre va a existir. Para poder lograrlo se necesita preparación. No es fácil, pero no es imposible.

Nuestros patrones se empiezan a desarrollar desde el momento que nacemos, a partir de asociaciones entre el problema ( por ej. un bebé llorando) y la solución de la madre (darle de comer). El cigarro y el alcohol son condicionamientos similares.

Por razones similares, nuestro comportamiento actual es resultado de las experiencias adquiridas en la infancia.

En pocas palabras atraemos lo que esperamos, y el mundo nos trata como creemos merecer que se nos trate. Así que lo primero que hay que hacer para avanzar hacia la solución de un problema es reconocerlo. Identificar nuestros patrones de comportamiento y entender cómo surgieron. Ya que no hay por qué resignarnos a vivir para siempre con esos mismos patrones de comportamiento. Sólo se requiere de disciplina mental para modificar nuestros patrones negativos.

El mundo es un reflejo de nosotros mismos. Si nos aborrecemos también aborrecemos a los demás. Cuando nos encanta ser quienes somos el mundo nos resulta maravilloso.

Cada uno de nuestros pensamiento y acciones derivan de la imagen que tenemos de nosotros mismos, y esta imagen decide qué tanto podemos lograr en la vida.

La autosugestión es lo que nos puede llevar al éxito o al fracaso, depende de la actitud positiva o negativa que mantengamos.

La terapia es la manera de cambiar la imagen que tu tienes de ti mismo.

Nosotros decidimos la imagen que queremos mostrar de nuestra propia persona y decidimos qué tanta felicidad debemos esperar. Es necesario aceptar nuestras limitaciones al tiempo que luchamos por superarnos.

Nos sentimos a gusto haciendo cosas que agregan calidad y belleza a nuestra vida.

Y es importante reconocer(nos) un trabajo bien hecho y decir: Gracias.

Nuestra tendencia es entablar relación con quienes nos tratan como creemos merecer. La gente nos trata como nos tratamos a nosotros mismos. El respeto y amor, se nos tiene que quedar grabado, es algo que todos merecemos por ninguna razón en especial. Pero dependiendo del modo en que hemos sido tratado, exponemos nuestros sentimientos más profundos.

Es de capital importancia que no dejemos de tener pensamientos positivos, y hacer todo lo posible para lograrlo. Una mala imagen personal nos conduce inconscientemente a sabotear la propia felicidad.

La clave de amar al prójimo es no tener que arruinarnos a nosotros mismos para beneficiar a los otros. Hay que mantener un equilibrio entre nuestras necesidades y las necesidades del prójimo, respetar ambas partes.

A muy temprana edad aprendemos que enfermarse es una de las maneras más eficaces de llamar la atención y para algunos es la única. Existen también patrones o programas subconscientes en nuestras neuronas que nos mantienen sanos o enfermos.

Las emociones y los sentimientos reprimidos afectan nuestra salud. Y es importante reconocer que merecemos estar saludables. Procurar que nuestros pensamientos sean saludables y placenteros es necesario para estar sano.

El dolor, hay que saber apreciarlo, nos hace abrir los ojos y observar las cosas de manera diferente. Somos susceptibles a la influencia de la gente que nos rodea. Todos tendemos a ser parte de nuestro ambiente. Tenemos que decidir con quienes relacionarnos para poder decidir cómo queremos que se transforme nuestra vida, esto puede conducirnos a la prosperidad.

Hacerse a la idea de algún pensamiento positivo nos llevará a lograr lo que pensamos. A veces sólo en necesario un cambio de estrategia de cómo llevar nuestras vidas.

Para lograrlo hay que:

Tener decisión, compromiso y esfuerzo.

Tener un plan y sujetarse a él.

Pedir ayuda.

Planear acciones y concretar proyectos.

No se puede culpar a los demás.

La pobreza puede ser un estado mental.

Capítulo 2. VIVIR EL AHORA

Lo único que tenemos es el presente, el punto en el que nos encontramos. Hay que fijar la mente en él.

Los adultos tendemos a angustiarnos y nos agolpa en el presente tornando nuestro presente ineficaz e inseguro. Pero hay que aprender a involucrarse en el presente. Hay que disfrutarlas las cosas por el presente y no por qué vayan a ser.

Así expulsamos de nuestra mente el miedo que se proyecto únicamente como algo indeseable que pudiera pasar en un futuro, pero que no está presente ni siquiera y podría llegar a paralizarnos.

Tendemos a torturarnos en lo que puede pasar.

La concentración en el presente nos muestra que no hay realmente problemas. Hacer el esfuerzo por el esfuerzo mismo. No estar a la expectativa. Vivir en el presente significa perdonar, a nosotros mismos, sobre lo que tenemos miedo que pueda pasar en el futuro. Para escapar de un sistema de creencias negativas de uno mismo, es innecesario prolongar la agonía.

La clave es cómo reaccionamos ante lo que pase en nuestra vida.

Disciplina de que somos capaces de hacer lo que queremos. Sólo nosotros somos responsables de nuestra propia felicidad y tenemos que concentrarnos en lo que tenemos y no en nuestras carencias.

La felicidad es una decisión personal. No hay que esperarla, hay que buscarla. Es decir que para ser feliz hay que querer ser feliz.

Las experiencias fuertes, las que creemos que son las peores que nos podrían pasar, si las vemos desde una perspectiva positiva, sólo nos podrían hacer más fuertes. Una de las mayores responsabilidades para con los demás es estar alegres. Hay que desarrollar el sentido del humor.

De qué forma la vida resulta afectada por nuestra mente?

La mente se aproxima a las cosas. No puede moverse en sentido negativo. La mente funciona con imágenes, y la negación no funciona, no puede funcionar en reverso de una idea. El lenguaje tiene que evocar el resultado deseado.

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