Psicoanálisis sin histéricas
Enviado por aynosequenombre • 7 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 1.566 Palabras (7 Páginas) • 193 Visitas
Psicoanálisis sin Histéricas
María Fernanda Castillejos Esquinca
Cuando se está experimentando en el laboratorio, el objeto de estudio es el centro de atención del investigador, pero cuando logra o no comprobar su hipótesis, el investigador se vuelve el centro de atención del público interesado en el tema. Es el investigador quien dedica horas de su tiempo en el laboratorio observando y manipulando en búsqueda de resultados, de modo que es difícil pensar en el objeto de estudio como un factor determinante en la obtención de los mismos, es decir, nadie se imaginaría que el objeto estudiado proporcionó ideas y ayudó al investigador a comprobar su hipótesis. En otras palabras, Newton no iba a darle el mérito de su descubrimiento a aquella manzana que tuvo la suerte de desprenderse del árbol en el que él descansaba y caer a su lado, no podía ser ese cuerpo inanimado el fundador de la ley de la gravitación universal, de más está explicar los motivos. Sin embargo, lo que pasa cuando el objeto de estudio son seres humanos es controversial, ellos pueden descubrir antes que el investigador lo que éste está haciendo mal, incluso, pueden encontrar lo que él busca antes de que él sepa que lo está buscando, tal fue el caso de Freud mientras trabajó con pacientes histéricos, es por ello que se considera que la histeria fue la manzana cayendo al costado de Freud.
Sigmund Freud es conocido actualmente como el padre del psicoanálisis, teoría que trajo a la luz la existencia del inconsciente y de la sexualidad infantil, aseveraciones que aunque hoy podrían considerarse indiscutibles hasta cierto punto, en su momento causaron mucho revuelo pues parecían descabelladas en demasía. Por supuesto que aquellas no fueron las únicas aportaciones de la teoría creada por Freud, el psicoanálisis fue más allá: además de traer conceptos innovadores al campo de la psicología, también brindó las bases para explicar el origen de los síntomas histéricos y la vía para curarlos, descubriendo mediante la convivencia con sus pacientes histéricos nuevos métodos terapéuticos como la asociación libre, la atención suspendida, entre otros que marcaron época y permitieron el asentamiento de la teoría psicoanalítica, de modo que ¿qué hubiera sido del psicoanálisis sin los histéricos?
Se había mencionado que una de las contribuciones del psicoanálisis fue ofrecer explicaciones para la histeria así como la vía para curarla, hecho que es relevante si consideramos lo abundantes que eran los casos de histeria por aquellas épocas y lo difícil que resultaba tratarlos, esto debido a que era un tema estigmatizado entre los científicos porque los síntomas que presentaban los pacientes histéricos no eran de origen fisiológico, esto quiere decir, por ejemplo, que no había manera de comprobar que una histérica era realmente ciega dado que mediante la aplicación de los estudios pertinentes se descubría que su visión no se encontraba deteriorada y que no existía motivo alguno para que no pudiera ver, así que lo que aquella mujer padecía no era tratado como una enfermedad real. Por otro lado, se intentó tratar los síntomas histéricos mediante la sugestión de la hipnosis, pero esto sólo causaba mayor polémica puesto que la hipnosis era vista como charlatanería por los científicos, así que si de inicio la histeria era vista como un cuento inventado por quienes la padecían, cuando se introdujo la hipnosis como método de curación se convirtió en la burla de la sociedad científica. No obstante, lo que Freud pudo entender gracias a Charcot fue que la hipnosis permitía entender la histeria del paciente, mas no ofrecía una cura verdadera[1].
A pesar de lo que se pensaba y se decía acerca de la hipnosis, el doctor Josef Breuer (que era muy cercano a Sigmund Freud pues fue un gran maestro para él y luego su tutor) trataba a sus pacientes mediante ésta obteniendo hasta aquel momento resultados favorables, como lo describe en el caso de Anna O: “los fenómenos histéricos se disipaban en esta enferma tan pronto como en la hipnosis reproducía el suceso que había ocasionado al síntoma”[2]. De esta manera se observa que aunque no fue la hipnosis como tal la responsable de la eliminación del síntoma, sí dio pie a dicho acontecimiento pues de no haber entrado en ese trance, la enferma no habría podido verbalizar tales sucesos. Con mayor claridad, resulta que esta joven entraba en un estado de hipnosis al que ella misma se inducía y encontrándose en ese estado, relataba historias que en su mayoría eran tristes, fue así como descubrió de la mano del doctor Breuer que esa conversación aliviaba temporalmente sus síntomas, fue por eso que lo denominaron talking cure o “limpieza de chimenea”[3], de manera que la conversación resultaba catártica para la paciente. Gracias a estas observaciones Breuer decidió comenzar a emplear ese método para atender a sus pacientes histéricos, claro que no hay que dejar de lado que dichas observaciones fueron posibles sólo con la determinante participación de Anna O. De no haber sido por ella, hubiera sido demasiado difícil que Breuer cayera en la cuenta de la existencia del alivio del síntoma mediante la palabra.
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