Psicologia Inversa En Niños
Enviado por quepex2 • 22 de Febrero de 2013 • 374 Palabras (2 Páginas) • 428 Visitas
El desarrollo moderno de la psicología inversa estuvo asociado al psicoanálisis freudiano, cuando se identificaron las etapas de desarrollo de la sexualidad (también se descubrió que las bananas eran útiles incluso sin electricidad). El niño se inicia en la fase oral de la misma, continuado luego con la del aNO, caracterizada más que por largas estadías en los servicios higiénicos por un notorio grado de rebeldía en la etapa de los 6 a los 10 años (incluso hasta los 90 en algunos casos poco recordados).
El niño - adolescente que no logra avanzar a etapas posteriores del desarrollo sepsual queda atrapado en el denominado limbo anoal, debiendo tratarse con fármacos y la denominada psicología inversa tanto en el hogar como mediante otros profesionales, de acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo por el Doctorado en Travestismo Psicológico (PhDST) de la Universidad de Oxford la Vida, sede Tuvalu Ulterior.
El adolescente, lejos de tragarse lo que sus mayores le aconsejaban, se tiraba en taparrabos a las llamas con intención de cambiar el comportamiento de millones de seres humanos, que terminaban por no urgarse las fosas nasales en público. A ellos les debemos el gran invento del molinillo-arranca-pelos-de-nariz.
La psicología inversa es particularmente útil en la educación de los niños, combinada con otras técnicas igualmente persuasivas. Se ha utilizado mucho para el desarrollo de hábitos alimenticios del niño mediante, por ejemplo, del "juego del avioncito", consistente en acercar la comida a la boca del sujeto como si fuera el Halcón Milenario entrando en la cueva gusano mientras la mamá dice "esta es por la no-mamá" (¡glup!) "esta es por el no-papá" (¡glup!), que funciona perfectamente porque ningún infante con un nivel de desarrollo normal podría querer a sus padres.
El problema sobreviene cuando el padre le dice "esta es por esa rubia apetitosa de 15 años que veo todos los días cuando te voy a buscar". De seguro pedazo de hembra también le encantará al niño, pero en su afán negativo propio de la rebeldía infantil no probará el bocado. El padre bien entrenado en esta técnica dirá entonces al niño: "esta es por la gorda fea y maloliente de la profesora", en cuyo caso el niño probará la comida con el mayor de los placeres.
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