Psicologia Juridica En Las Comunidades

PSICOLOGÍA JURÍDICA EN LAS COMUNIDADES

Abogado: Dinorah J. Rojas

Correo: dinorahjosefinarojas@hotmail.com

Desde épocas anteriores, el trabajo comunitario ha sido de gran importancia, aunque en el fondo, no había contado con el auge y motivación que tiene actualmente, dentro del proceso revolucionario. En este sentido, uno de los indicadores para incentivarlo, ha sido la aplicabilidad de valores como la participación, integración, sentido de pertenencia, responsabilidad y corresponsabilidad, la continuidad y secuencia del trabajo que se realiza y que responde directamente, a la satisfacción de los verdaderos intereses y necesidades de los integrantes de las comunidades, convirtiendo a sus habitantes en ejes propulsores de su propio bienestar y progreso, en procura de una vida mas armónica y digna. Ahora bien, ello implica un cambio de actitud, una disciplina, una disponibilidad para combatir el conformismo, la dependencia gubernamental, centrándose en acciones que involucren gestión, creatividad, constancia, autodeterminación individual y grupal, entre otros aspectos relevantes.

Desde estas perspectivas, se enuncia a Ezequiel Ander Egg:, (2.006) quien plantea: “Comunidad es un grupo territorial de personas con relaciones recíprocas, que se sirven de medios comunes para lograr fines comunes.”. Ello implica entonces, un sitio geográfico específico, un hábitat común, un interés en conjunto, una base histórica, una promoción socio-cultural, metodología de acción, elaboración de programas, proyectos, que conllevan a educarse y encaminar los pasos hacia la integralidad del conocimiento, dentro de un ambiente democrático y solidario.

Todo lo explicado anteriormente, sustenta que cada una de las personas que integran una comunidad, están en el deber y la responsabilidad de orientar, valorar, impulsar y gestar políticas, enmarcadas en la consecución de beneficios colectivos considerando el contexto donde se desenvuelven. Se refuerza este pensamiento con el de SÁNCHEZ, (2098), quien acota: “La participación es un valor en si misma, que como tal, ha de aplicarse al máximo, en cualquier situación, resulte o no, eficaz.” Este pensamiento, especifica la correlación entre el trabajo comunitario y todas las ciencias del saber humano, porque aportan un rol protagónico, desde sus diferentes amplitudes y perspectivas; con miras a los procesos de transformación social. En esta dimensión, no se puede desarraigar la educación comunitaria, la correlación con todas las áreas y disciplinas que puedan y deban ser útiles al colectivo y generen un compromiso de transformación social, un crecimiento personal, un empoderamiento. Por esta razón, para que las comunidades marchen positiva y aceleradamente, hacia la consecución de sus metas, se debe primeramente, concienciar, de tal forma que se sobreponga el individualismo por el bienestar colectivo y ello exige cambios internos en las personalidades, que permitan madurar en lo alusivo a la conformación y organización comunal, mediante los comités que hacen vida dentro de los Consejos Comunales, con cada uno de los entes activos, como por ejemplo: las Misiones Sociales, el Consejo Federativo de Gobierno, los Circuitos Comunales del Estado, las áreas territoriales que promueven la unificación de los Consejos Comunales, en si; una estructura para que el Estado Comunal garantice la sostenibilidad, el autoabastecimiento, y la municipalización de la producción según la particularidad de cada espacio territorial; coadyuvando a cada familia que se pueda articular a las áreas de desarrollo. Resulta oportuno, reconocer que existen particularidades, entre los integrantes de una comunidad, que inciden directamente en el accionar individual y se convierten en barreras, bien sea por tendencias políticas,

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