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Psicología De La Edad Media

GenesisLopez3 de Mayo de 2014

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Psicología Cristiana

Edad media

Gracias a la iglesia católica romana, cuya cabeza era el papa el cristianismo sobrevivió y se expandió como un conjunto de creencias relativamente homogéneas en medio de la pluralidad cultural de Europa, pues el cristianismo se enriqueció con las costumbres y rituales de los pueblos paganos de Europa y los elementos de la civilización romana.

La caída del imperio romano provoco un colapso en la organización social del continente europeo. Al haber desaparecido el poder central, cada una de las provincias del antiguo imperio habría de vivir un desarrollo cultural independiente, marcado por las continuas irrupciones de pueblos barbaros que, con el paso del tiempo, terminaron por asentarse. No es exagerado decir que la iglesia reemplazo al imperio romano como fuerza unificadora en la Europa Medieval. Aun mas, la religión cristiana primitiva no habría podido expandirse en Europa sin ayuda del imperio que asumió el cristianismo como religión oficial. De ese modo, tres elementos componen el mundo cultural de la edad media: la tradición clásica romana, las diversas tradiciones de los pueblos europeos antes de su cristianización y el cristianismo.

Durante los primeros siglos de la Edad Media, la filosofía se nutre de savia teológica. La pagana había venido a parar a la negación. La exageración de los principios platónicos había conducido a negar el conocimiento, sustituido por el éxtasis; el éxtasis arrastraba a la anulación de la individualidad, y la gran Unidad, Dios mismo, venía a ser implícitamente negado: porque la unidad simplicísima excluye hasta la existencia, que es ya una complicación. Los sistemas del lado opuesto habían engendrado el escepticismo y el materialismo. La negación circundaba el pensamiento por todas partes.

El cristianismo, basado en la revelación, descendía de Dios al hombre; es decir, tenía un carácter sintético, por lo cual aprovecha de la antigua ciencia cuanto conviene a su desenvolvimiento. Los grandes hombres del cristianismo sienten ante todo el apremio de defender la religión de los ataques asestados por los paganos y de patentizar las excelencias de su doctrina. De tal necesidad nace la filosofía apologística.

Vencido el paganismo, la Iglesia experimentó la urgencia de edificar, de fijar el dogma, y entonces acude a la ubérrima tradición platónica juzgándola como una preparación de la doctrina revelada.

Los filósofos de la Edad Media aceptaron más o menos que el cristianismo era lo verdadero. Pero la cuestión que en ésta época se plantea es que si había que tener fe para así creer en los milagros cristianos o también se podía acceder a las verdades cristianas mediante la razón. La filosofía medieval se basó prácticamente en la cuestión de que si eran compatibles la fe y la razón.

El cristianismo causó un atraso en el área científica. El racionalismo de Sócrates, Platón y Aristóteles se convirtió en espiritualismo, y los inicios de lo que era una visión científica dieron pasó a una doctrina religiosa, época que se le conoció como era oscurantista. La influencia del cristianismo se refleja al principio en la filosofía de los siglos IV y V particularmente por San Agustín.

El afirmaba que la verdad debía buscarse en el interior del hombre y no en el exterior. Consideraba que las facultades del alma eran el entendimiento, la memoria y la voluntad: sus funciones el conocimiento y el amor, y tenía un objeto doble: lo divino y lo humano.

El período que va de los siglos VI al XI fue de decepción intelectual. A finales del siglo XIII, la psicología espiritualista de Santo Tomás de Aquino, distingue las facultades cognoscitivas de las apetitivas, inteligencia y voluntad correspondes al nivel superior, y los sentidos y apetitos al orden material. Lo importante para él era que el sujeto personal es quien siente, quiere, entiende, y sostiene que el alma puede separarse del cuerpo y es inmortal.

Exponentes

Avicena no cree en la posibilidad del vacío absoluto (horror vacui); tampoco cree que el Universo sea infinito, existe un punto en que se acaba la materia; más allá hay él no ser, que no es exactamente el vacío. Cree que el Mundo es eterno y existe por necesidad; Dios da forma a las cosas, las anima y sostiene pero por un intermediario, la inteligencia, que hoy llamaríamos espíritu. El Corán facilita esta solución cuando dice que lo primero que Dios creó es la inteligencia, y de ella se derivan, para Avicena, todas las cosas. Avicena se convirtió en el principal blanco de los ataques de los teólogos suníes, como Algazel. No obstante, la filosofía de Avicena fue muy influyente a lo largo de la edad media.

Es interesante la discusión que nace del problema que más tarde será una de las cuestiones candentes de la escolástica cristiana: La relación de los universales con los particulares, y que resuelve diciendo que los universales estaban en el pensamiento de Dios antes que los correspondientes particulares existieran, pero fueron incorporados en estos, de los que la mente humana los deriva por un proceso de abstracción. Su sistema es principalmente una codificación de la filosofía de Aristóteles modificada por consideraciones de origen neoplatónico, tratando de armonizar las formas abstractas de filosofía con la fe religiosa musulmana. Avicena introdujo muchas innovaciones en la lógica, apartándose en algunos puntos de los peripatéticos y aproximándose a los estoicos; prestó suma atención a la lógica de las proposiciones y a los silogismos hipotéticos. El avicenismo tuvo vigencia durante el siglo XIII y parte del XIV.

Averroes aunque en realidad Averroes no propuso la existencia de dos tipos de verdades, filosófica y religiosa, sus ideas fueron interpretadas por los pensadores cristianos, que las clasificaron de "teoría de la doble verdad". Rechazó el concepto de la creación del mundo en el tiempo: mantenía que el mundo no tiene principio. Dios es el "primer motor", la fuerza propulsora de todo movimiento, que transforma lo potencial en lo real. El alma individual humana emana del alma universal unificada.

San Agustín Durante el transcurso de su vida pasó por varias religiones y corrientes filosóficas antes de convertirse al cristianismo. Fue maniqueo. Secta religiosa de la Antigüedad tardía. Basada en una doctrina de salvación mitad religiosa, mitad filosófica, en la que la idea del mundo estaba dividido en contrarios. (bien-mal. Luz-oscuridad...)

Estuvo influenciado por la filosofía estoica en la cual no existía separación entre el bien y el mal, siendo contraria a ésta última. También se relacionó con el neoplatonismo, en la cual encontró de que toda existencia tiene naturaleza divina. Para ello habrá que recurrir a Platón. El propio San Agustín no veía distinción entre el cristianismo y la filosofía de este autor. Hasta el punto de llegar a decir que San Agustín "cristianizó" a Platón.

Descubrió que la razón podía llegar a ciertos límites ya que el cristianismo es un misterio en el que sólo se puede llegar mediante la fe. Opinaba que antes que Dios crease el mundo, las "Ideas" existían en sus pensamientos, incorporando así sus ideas platónicas en Dios.

Entendemos con este nombre el movimiento filosófico fundamentado en las tesis originales de San Agustín; sus características generales son:

1. SU platonismo un tanto académico contrapuesto al Aristotelismo de los Tomistas. De ahí su sentido más vivencial, menos racionalista.

2. Primacía de la voluntad sobre el entendimiento, como facultad humana imperativa; en contra de la primacía que dan los Tomistas al entendimiento como facultad iluminativa y guiadora.

3. Concepto platónico del Dios-Caridad del cristianismo, frente al Dios-Verdad de los Tomistas.

4. Providencialismo un tanto exagerado y casi quietista cuando se trata de definir la propia actitud en el mundo.

5. Sentido más mundano (más histórico, más espacio-temporal) de la vida, contra el escatologismo un tanto exagerado de los Tomistas.

6. Incorporación más integral de todas las facultades del hombre a la vida sobrenatural que para los Tomistas se queda en la esfera del entendimiento, aunque no en forma cerrada como quieren hacerlo notar los anti tomistas actuales.

Santo Tomas de Aquino Reconciliando el énfasis agustino sobre el principio espiritual humano con la afirmación averroísta de la autonomía del conocimiento derivado de los sentidos, Tomás de Aquino insistía en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las presentaba Aristóteles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la Encarnación, pueden ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de las cosas materiales, sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin último, Dios; supera a la razón, pero no la anula. Todo conocimiento, mantenía, tiene su origen en la sensación, pero los datos de la experiencia sensible pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del intelecto, que eleva el pensamiento hacia la aprehensión de tales realidades inmateriales como el alma humana, los ángeles y Dios. Para lograr la comprensión de las verdades más elevadas, aquellas con las que está relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la revelación.

Con más fortuna que ningún otro teólogo o filósofo, santo Tomás organizó el conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su fe. En su esfuerzo

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