Psicología Forense y la importancia de la tecina HCR-20

ENSAYO

Psicología Forense y la importancia de la tecina HCR-20

¿Qué es la Psicología forense y la técnica HCR-20?

La psicología forense es una rama de la psicología jurídica que, al igual que la psicología criminal, se preocupa por las causas, motivos, normales o patológicos, que conducen a una persona a convertirse en un criminal.

Esta rama de la psicología aborda la comprensión del fenómeno de la criminalidad, sus causas, efectos y tratamientos con el fin de auxiliar a la injusticia y ayudarle a tomar decisiones que conduzcan a la reducción del crimen y a tomar medidas preventivas.

La técnica de evaluación HCR-20 es una medida estructurada de juicio profesional que proporciona pautas para la evaluación del riesgo de violencia intrahospitalaria y comunitaria en personas con trastornos mentales.

Introducción

El presente ensayo trata sobre la importancia de la visibilidad de la técnica HCR-20 dentro de la psicología jurídica y analítica, para empezar, el HCR-20 es una guía de valoración de riesgo de violencia diseñada para predecir y gestionar el riego de violencia en grupo de personas con enfermedades mentales o en personas que han cometido delitos violentos.

Para entender mejor el termino de violencia, según la organización mundial de salud, la violencia hace referencia al uso indiferenciado de la fuerza o el poder hacia una persona determinada o grupo, incluso hacia sí misma, teniendo como posibles consecuencias daños físicos, psicológicos, incluso la muerte.

La ciencia psicológica cuenta con la psicometría, herramienta con la cual se miden los comportamientos humanos, y puede aportar instrumentos que permitan identificar algunos factores de riesgo y predecir la conducta violenta y agresión sexual. La psicología jurídica y forense cuenta con técnicas de evaluación psicológica forense diseñado para detectar el riesgo de reincidencia, entre ellos el Historical Clinical Rick Management-20, mejor conocido como HCR-20.

Esta es una guía de evaluación del riesgo de reincidencia en conducta violenta.

Por eso es importante que el HCR-20 se visibilizado en nuestro país y también de una forma externa, ya que este es un instrumento esencial para la evaluación de riesgo de violencia, ya que facilita la toma de decisiones de profesionales de la salud mental, cuando se trata de internar o dar de alta a pacientes con algún antecedente, delito o que se encuentran en un estado psíquico-patológico.

Desarrollo

Aunque actualmente existe diversos métodos para la predicción de la violencia, estos pueden englobarse en dos grandes categorías: clínicos y estadísticos. Los instrumentos clínicos de que se dispone hoy día incluyen entrevistar, observación del comportamiento y el uso de inventarios y escalas, como por ejemplo el HCR-20.

Este es importante porque fue diseñado con un fin de valoración clínica estructurada, estas se utilizan en un ambiente controlado durante la evaluación del sujeto en cuestión.

Dentro del punto de vista profesional, es considerada una guía clínico-actuarial, esto surge debido a las prácticas de ciertos servicios forenses que plantearon que se podía aplicar una evaluación de riesgo de una forma sistemática, esta como vimos anteriormente incluye veinte factores de riesgo organizados en tres subescalas correspondientes a tres dimensiones temporales, Escala Histórica, Escala clínica y Gestión de riesgo. La subescala histórica esta conformada por diez ítems e incluye la psicopatía que se mide con el PCL:SV, La segunda escala hace referencias a factores clínicos en donde se describe el estado mental de individuo en el momento presente o en el momento del incidente o delito, y la última subescala Gestión del riesgo está compuesta por cinco ítems relacionados con los comportamientos del paciente y sus factores de riesgo situacionales futuros.

Es importante la experiencia el uso del HCR-20 y en la formación de profesionales ya que estos utilizan estos instrumentos del riesgo para evaluar casos individuales

El HCR-20 es útil para la psicología forense, la psiquiátrica y la psiquiátrica forense.

Esta facilitaría la predicción del riesgo a partir del juicio clínico estructurado ya que su objetivo dentro del ámbito profesional es predecir el riesgo de violencia en la mayoría de los pacientes que padecen algún trastorno mental o personas privadas de la libertad, darle más visibilidad a esta técnica ayudaría a alcanzar ciertas valoraciones de alta probabilidad sobre la aparición de conductas altamente violentas.

Hay que tomar en cuenta que esta técnica no es únicamente una herramienta de investigación, si no que puede ser utilizada para el control de ciertos riegos más, por ejemplo:

Conocer la peligrosidad de un criminal.

1. Desde el punto de vista clínico es importante establecer cuál será la actuación criminológica, si será profiláctica o únicamente de un tratamiento específico.
2. Ayudar a determinar al juez cual es la reacción penal
3. Indicar cuál es su probabilidad de reincidencia ayudando a establecer un correcto diagnóstico.
4. Justificar que institución penitenciara le es mas conveniente para el tratamiento
5. Brindar una idea del daño que puede infringir en contra de los demás.

Además, el HCR-20 también es útil

 para ayudar a los profesionales de la salud mental a identificar los factores protectores que pueden reducir el riesgo de violencia entre los pacientes. Estos factores protectores incluyen el apoyo social, el tratamiento con medicamentos, la terapia, la educación, el trabajo, la rehabilitación laboral, las habilidades de afrontamiento, el apoyo de la familia y los amigos, la atención médica, el acceso a los recursos comunitarios y el cumplimiento de los tratamientos. Estos factores pueden ayudar a los profesionales de la salud mental a reducir el riesgo de violencia entre sus pacientes. En conclusión, el HCR-20 es una herramienta esencial para la evaluación del riesgo de violencia en la Psicología Forense. Esta herramienta ayuda a los profesionales de la salud mental a identificar los factores de riesgo y los factores protectores que pueden contribuir al riesgo de violencia entre sus pacientes. Esto permite a los profesionales tomar decisiones informadas acerca del tratamiento de sus pacientes y reducir el riesgo de violencia entre ellos.

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