Psicología: Placer y gozo.

Título: Placer y gozo.

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De acuerdo a Peterson el placer comprende un conjunto de estados psicológicos positivos subjetivos que van desde las sensaciones físicas del cuerpo (por ejemplo, recibir un masaje) hasta los placeres más “sofisticados” de la mente (como escuchar una sinfonía). Los placeres más básicos tienen que ver con la piel y los orificios corporales. Todos éstos están implicados con el intercambio entre el interior y el exterior del cuerpo, por lo que algunos autores proponen que a nivel evolutivo, el placer surgió para monitorear las interacciones entre la persona y el medio ambiente, por lo que cumple una función de supervivencia. Muchas de las actividades necesarias para la supervivencia de la especie, como la alimentación y la reproducción, producen placer.

Independientemente de su origen, el placer se siente bien, puede estar centrado en una experiencia y provocar desde el gozo hasta el éxtasis; o puede ser difuso, y lo llamamos estar contento o serenidad.

Por su parte, Vázquez, de manera similar, afirma que bajo la categoría de placer se pueden considerar cuatro subtipos:

• Placer intelectual
• Placer emocional
• Placer social
• Placer físico

El estudio del placer plantea más problemas que soluciones y está relacionado con la estructura del afecto. La variable más importante considera que el placer es una dimensión de dos polos: placer-displacer. La segunda variable plantea la experiencia de placer como un proceso consciente en el que debemos considerar sus bases neurológicas. Los placeres físicos están asociados a sensaciones, las cuales son percibidas por los sentidos. Los otros tipos de placer están asociados a emociones de alto nivel y proveen la oportunidad de desarrollar o consolidar habilidades psicológicas que pueden tener un efecto positivo posterior. El placer facilita la exploración creativa de nuestras ideas, aumenta nuestras asociaciones cognitivas, amplía el rango de opciones que consideramos para tomar una decisión, nos hace más generosos y responsables en la mayor parte de las situaciones.

Las áreas del cerebro que están implicadas en la experiencia del placer constituyen el “circuito de recompensas del cerebro” Hay un grupo de neuronas en el centro del cerebro que se constituyen al área ventral tegmental que juega un papel muy importante en este circuito: recibe señales de otras partes del cerebro que le indican si se están satisfaciendo las necesidades de la persona. Esta información se transmite de ahí a otra estructura cerebral, el núcleo accumbens. La señal es enviada a través de un neurotransmisor, la dopamina. Cuando aumenta el nivel de dopamina en el núcleo accumbens y en otras zonas del cerebro como la amígdala y la corteza prefrontal, se refuerza la conducta que satisfizo una necesidad.

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