Psicopatología infantil
Enviado por tendino • 21 de Octubre de 2014 • 1.968 Palabras (8 Páginas) • 201 Visitas
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende mostrar un panorama sobre la psicopatología infantil que abarca la neurosis y las que abarca la neurosis y las psicosis. Se revisan las neurosis con las diferentes alteraciones de conductas que se pueden presentar en el niño. Observamos que el término neurosis implica una aceptación diagnóstica clínica. Con el transcurrir del tiempo el término ha sido denominado de diferentes formas, como histeria, psiconeurosis, neurosis e inclusive sólo ansiedad.
Se hace necesario diferenciar entre los diversos tipos de neurosis que se presentan en el individuo, teniendo en cuenta que algunos síntomas de la ansiedad se presentan en la niñez, los que se van acrecentando a medida que el sujeto analiza en edad.
En cuando a las psicosis infantiles, las investigaciones son mas pobres porque se pensaba que la esquizofrenia sólo se presentaba a partir de la adolescencia; habiéndose dado mayor importancia al autismo infantil, el que en un inicio, se le define como sinónimo de psicosis infantil.
El trabajo ha sido dividido en tres capítulos: En el primero se realiza una revisión histórica de la psicopatología infantil, así como los enfoques que la han estudiado.
El segundo capítulo incluye la clasificación de la neurosis infantil, con sus respectivas características diagnósticas.
En el tercer capítulo se estudian las psicosis infantiles, sus causas y estímulos desencadenantes; a la vez que se realiza una diferenciación entre autismo infantil y psicosis infantil.
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO
• HISTORIA DE LA PSICOPATOLOGÍA INFANTIL
La psicopatología, es sus inicios, sólo era estudiada en los adultos y se daba poquísima atención a los trastornos de conducta en niños.
Ollendick y Hersen, 1986 refieren que la psicopatología infantil se desarrolló de manera cíclica, debido a las actitudes sociales hacia los niños y hacia las teorías prevalentes en el área.
Los mismos autores encontraran que los estudiosos griegos y romanos, pensaban que las alteraciones conductuales eran el resultado de "desequilibrio biológico". El mismo Hipócrates afirmaba que cuando las substancias humorales se desequilibraban, provocaban los trastornos mentales. Por ese motivo, estos niños muchas veces llegaban a ser tratados con desprecio, cuando no eran desbarrancados y muertos.
Los primeros problemas que fueron atendidos, les brindaron importancia fue entre otras, la enuresis, siglo XV antes de Cristo. La atención variaba desde hacerlo sentar en asientos calientes hasta frotarle el abdomen con ruda.
Belloch y Cols, 1995 refieren que al inicio de la cristiandad surgió una actitud compasiva que sirvió como precursora del tratamiento moral. Pensaron que el buen trato y la bondad eran requisitos importantes en el tratamiento de las personas perturbadas.
Fue a inicios del siglo XX, y sobre todo a partir de 1979 (año internacional del niño, y dos años más tarde con el año internacional del minusválido), en que se efectuaron los grandes avances; claro que sin abordar todos los aspectos de la psicopatología infantil.
Para el estudio de la psicopatología infantil se partió de acuerdo al pensamiento filosófico de Locke, Pestalozzi y Rousseau, quienes consideraban al niño como que su mente era comparada a una tabula raza; algo así como una pizarra en blanco, en la que se iban imprimiendo todos sus experiencias.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos66/psicopatologia-infantil/psicopatologia-infantil.shtml#xintroducc#ixzz3Gnw2jiIBEn otras palabras era el ambiente el que iba produciendo impacto en los niños.
Zilborg, 1941 (citado por Ollendick, 1986) resulta que el avance de toda la psicopatología ha dependido mucho de los avances de la psicología, la neurología y la medicina general por un lado; y al avance de los aspectos éticos, sociales y morales que se tenían sobre la persona que tiene trastornos de conducta.
Es importante la labor del médico francés Pinel, quien fue el primero en retirar cadenas, grilletes y sacar de encierros a los enfermos mentales. Brindaba a los pacientes un trato humano.
Achenbach, 1978 aportó bastante acerca de la identificación, clasificación y cuidado de los retrasados mentales. Luego vino el aporte de las pruebas de inteligencia, la aparición de teorías, como la psicodinámica y la conductual, las investigaciones más serias de la conducta infantil y el surgimiento de las clínicas infantiles sirvieron para profundizar el estudio de los trastornos mentales y del comportamiento.
Al respecto, la posición psicodinámica resalta el papel fundamental de las experiencias en la primera infancia para el desarrollo de la personalidad tanto normal como anormal, mientras que el conductismo afirmaba que las fuerzas ambientales ejercían un papel dominante en el moldeamiento de la conducta del niño. Ambas teorías sentaban su atención en el niño en el desarrollo de una psicopatología infantil.
En lo que concierne a las neurosis, ésta ha evolucionado en el cuadro de la psiquiatría clásica. Considerados como enfermedades del sistema nervioso sin lesión aparente o como desórdenes simplemente funcionales, las neurosis estaban igualmente descritas en el cuadro de manifestaciones somáticas, en el de los desórdenes histéricos o entre las enfermedades propiamente neurológicas.
Después de los trabajos de P. Janet, que las distingue de las afecciones orgánicas y las vuelve a hacer depender más o menos de las psicosis, nace la noción de psiconeurosis (De Ajuriaguerra, 1993).
El término neurosis fue introducido por el médico Edimburgo W. Cullen en 1769 para definir al conjunto de las enfermedades nerviosas afirmando su origen orgánico y dar a su vez un cuadro nosológico específico a la neurología naciente (Casalis, 1969).
En el siglo XVIII la neurosis significaba enfermedad de los nervios; clasificándose en este grupo las patologías diversas como la epilepsia o la histeria. Pero la ausencia de la lesión objetivable en algunas de estas patologías, fundamentalmente en la histeria, lleva a los autores a proponer el término disfuncionamiento nervioso y Freud atribuye a estos trastornos un origen puramente psíquico. Crea, para definirlos, el término de psiconeurosis y ofrece a ellas un modelo explicativo que se funda en una teoría de desarrollo psicoafectivo. La neurosis se convierte entonces en una enfermedad de la personalidad (Christine y Bayle, 1996).
A mediados del siglo XIX, con los progresos de la medicina, se descartan de las neurosis todas las afecciones neurológicas específicas, como la parálisis general y la enfermedad de Parkinson. Las neurosis se definen en ese entonces,
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