¿Puede Ser El Complejo De Edipo No Resuelto Como Una Explicación A La Homosexualidad?

¿Puede ser el Complejo de Edipo no resuelto como una explicación a la Homosexualidad?

Cuando hablamos de homosexualidad, comúnmente nos referimos a la preferencia sexual que una persona puede tener hacia otra persona del mismo género. Esta realidad comienza comúnmente durante la niñez y la adolescencia. Ya a fines de la adolescencia, la mayor parte de las personas han identificado su orientación sexual, pudiendo ser heterosexual, homosexual o bisexual.

La ciencia comenzó su búsqueda acerca de las causas de la homosexualidad con diversas teorías, como religiosas, genéticas, hormonales, psicológicas, etc. por ejemplo, algunos sugieren que la homosexualidad es el resultado de la combinación de dos factores, como la predisposición genética o la crianza…

Sin embargo, a pesar de la diversidad existente de teorías para dar una respuesta, desafortunadamente también existen los mitos que traen arraigado las conductas de las personas con estas características; por lo que es importante y fundamental abordarlo desde una perspectiva flexible, abierta y muy estrechamente vinculado con nuestra función de psicólogo.

De hecho existen múltiples teorías que explican de una manera muy científica el origen de la homosexualidad, pero me inclino a pensar que la homosexualidad tiene más vínculo con la teoría de Freud, ya que, para Freud, el niño es bisexual por naturaleza propia, porque no ha definido sus inclinaciones todavía.

Las identidades se forman a lo largo de la vida y sus bases más fuertes están calcadas en los primeros seis años de vida. Es difícil creer que alguien pueda haber elegido qué ser, principalmente en términos de identidad sexual. Debido a la complejidad de la formación de nuestra personalidad, se dice que uno es lo que pudo y no lo que quiso ser. La condición de la aceptación de esto, me refiero, de aquello que se pudo ser, también determinará un mayor o menor contenido de conflictos emocionales.

Hablar de la homosexualidad es entrar en controversia, ya que actualmente en la sociedad, como ya he mencionado, favorablemente o desfavorablemente múltiples teorías para poder darle una respuesta a este “tema”, pero razonablemente no puede ser resumida como una enfermedad o como una perversión. La definición de perversión presenta otra complejidad teórica en el psicoanálisis. De un modo simple, se puede afirmar que la perversión no se define por el comportamiento sexual actuado por una persona.

Hay que dejar de ser personas con mentes cerradas y manifestar que son enfermos, justificándose en que ya que la naturaleza nos doto con un pene o una vagina para procrearnos y asegurar la supervivencia de nuestra especie. “Si todos fuésemos homosexuales nos habríamos extinguido hace rato..... “

Del mismo modo, ideas tan cerradas en cuanto a la prevención... Es muy cuestionable hablar sobre prevención. Pero habría que preguntarnos: ¿Prevenir qué? Si no es una enfermedad. Del mismo modo el relacionar que la homosexualidad es el resultado de desequilibrios hormonales antes o después de nacer.

Es así, que rectifico que la teoría del complejo de Edipo ayuda a entender la importancia de las identificaciones en el proceso de desarrollo del ser humano. Las identificaciones en ese momento de la vida, es decir, los tres y cinco años de edad, son determinantes para que el futuro adulto tenga las condiciones necesarias y lidiar así con las diferencias, los diferentes, lo nuevo y principalmente, con la dura realidad de no ser perfecto y completo.

El complejo de Edipo es una etapa normal en el desarrollo afectivo de un niño y el término actualmente se aplica para ambos sexos. Se da entre los tres y cinco años, es decir, en la etapa fálica presentándose con el rechazo inconsciente y normal hacia los padres del mismo sexo, debido a una proyección amorosa sobre el progenitor del sexo opuesto.

De acuerdo con las etapas de desarrollo de la personalidad, un niño siente la necesidad de enamorarse profundamente de la más linda que, desde su visión,

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