¿Pueden los cristianos confiar en la psicología?
Enviado por 199785 • 22 de Marzo de 2016 • Reseña • 352 Palabras (2 Páginas) • 294 Visitas
Comentario del DR. Dunker
¿Pueden los cristianos confiar en la psicología? ––consejería bíblica II
Dominga Vásquez
El DR. Dunker tiene razón al decir que los creyentes en Cristo no pueden confiar en la psicología, solo en su palabra. Es bueno entender que confianza en Dios es: depender de El (en todos los sentidos), es reconocer nuestra impotencia por nuestro pecado y que solo la confianza que deposito en su palabra, en toda la obra que El hizo, y que está haciendo en mi. Solo así puedo liberar mi pasado, vivir el presente y enfrentar el futuro incierto, eso es confiar en Dios. Podemos concluir que confiar en Dios es un estilo de vida.
El D.R Dunker parece estar en el grupo de psicólogos cristianos que dicen creer en la palabra de Dios, más invierten su tiempo en otros libros, aplican más sabiduría común (aplicando sus términos), que la sabiduría espiritual. El 85% de psicólogos cristianos comenten este gravísimo error; conozco hermanos que ha estudiado (profesionalmente) la psicología y en su opinión ellos dicen: “la palabra (biblia) es suficiente para aconsejar”
A él (D.R Dunker), le preocupa la actitud que toman otros más; mas la actitud de el no es buena tampoco. Entiendo que el lo que busca es reconocimiento entre sus colegas y aceptación entre los creyentes.
No necesito aprovecharme de ninguna técnica de la psicología, si tengo la biblia como manual de apoyo.
No debemos recurrir a la palabra de Dios para discutir ningún tema (menos el de la sabiduría) con alguien que se le este aconsejando y peor aun si no ha tenido su encuentro personal con su creador (2 de corintios 2: 14) esto en vez de ayudarlo lo hundirá más en su pecado.
Estoy de acuerdo, cuando dice: que para buen funcionamiento en la familia necesitamos la biblia. Ella es nuestra guía por excelencia, ¿pero la aplicara el?
Conclusión
- Cada persona es responsable de sus actos.
- Las técnicas psicológicas son formas que cualquiera (creyente o no) que quiera puede beneficiarse.
- Si el creyente tiene alguna enfermedad debe tomar medicamentos para su bien físico. Y si tiene alguna enfermedad espiritual la palabra le dará la sanidad
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