Representacion Del Discurso Y La Practica Pedagogica

El discurso refleja el sistema del pensamiento cooperativo, y con él se transmite una gran parte de la forma de pensar, sentir y actuar de cada sociedad, y esa transmisión muchas veces es inconsciente y otras consciente. Ahora bien ¿somos nosotros los educadores quienes con nuestro discurso conformamos el mundo? O ¿es el mundo con sus realidades quien conforma nuestro discurso? Si bien es cierto que el discurso cumple las funciones de comunicación, representación y regulación de la conducta propia y ajena, actuando como categorizador de la realidad, existe un discurso discriminatorio y parcial, especialmente en la construcción de saberes que impone barreras arbitrarias e injustas; y la aceptación de esos discursos como válidos, correctos y normativos sin someterlos a una dilucidación crítica constituyen una discriminación que lleva consigo efectos negativos muy profundos sobre todo en sociedades multiculturales. En torno al lenguaje y a su manejo en la enseñanza, se estructuran diversos discursos que permiten, tomando el lenguaje como marco de referencia, desarrollar el análisis y comprensión.

Se observa con alguna frecuencia lo cognitivo centrado en saberes una visión catastrófica del problema ambiental generando con ella ansiedad e impotencia ante la magnitud del mismo. Y esto no entra obviamente en los objetivos de la educación ambiental. Junto a las situaciones reales de deterioro del medio que no deben ocultarse que constituyen ejemplos de una necesaria pedagogía negativa, si se quiere aprender de nuestros errores se debe ofrecer experiencias del entorno próximo lejano que se representen el esfuerzo solidario de todos por la conservación del medio ambiente y la búsqueda de la calidad de vida. Se deben acentuar más los aspectos positivos (valores) que los negativos (antivalores) generar esperanza (no falsas ilusiones). Dice que más inmediato es el aula de los recursos para la acción educativa, ambiental, lugar que en donde las personas enseñan y aprenden e interactúan, el aula centro educativo y barrio o comunidad.

La educación en valores, también la educación ambiental, exige llegar a un tipo de compromisos de actuación aunque se mínimo, en los ámbitos antes indicados. También se trata de llevar pequeñas tareas en el marco de la familia colegio y barrio. Que por su inmediatez despierta más el interés y facilita la participación obteniendo mejores resultados. Entien do que la educación ambiental debe aspirar a ligados a situaciones particulares, cuando hace posible un estilo de vida, en el marco de unas nuevas relaciones del hombre con su medio. Y si esto es así la educación ambiental se resuelve en un proceso de educación en valores, del que hoy contamos con abundantes recursos didácticos.

Creo entender que la integración de los temas transversales se dan en el currículo demanda tanto una educación del marco donde se pretende ubicar, cuanto un profundo cambio de la mentalidad

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