SALUD PÚBLICA: PERSPECTIVA HOLISTICA, PSICOLOGIA Y PARADIGMAS.
Enviado por NelsonMora • 8 de Junio de 2014 • 2.347 Palabras (10 Páginas) • 1.790 Visitas
SALUD PÚBLICA: PERSPECTIVA HOLISTICA, PSICOLOGIA Y PARADIGMAS.
El alud que arraso a la población de Tartagal, con sus enormes costos humanos y económicos, tiene su explicación en la irresponsable tala de los bosques naturales de la zona y, sumada a la avidez de los sembradores de soja asociados directa o indirectamente a Monsanto, (la multinacional fundada por John Francis Queeny que ha desarrollado las semillas transgenéticas y el herbicida Roundap, cuyo principio activo es el glifosato, que genera gravísimos daños a la salud humana).
Monsanto gerencia el mercado mundial de sus productos de prendando el ambiente y gran cantidad de procesos de vida de especies animales.
Algo de esto se debe haber visto o comprendido en la presidencia de la nación y en los cuerpos legislativos de la nación dado que, 48 horas después de este ultimo desastre en Tartagal, se elaboro la ley 26.331, llamada ley de bosques, aprobada el 28 de noviembre de 2007 y en la que se le daba al poder ejecutivo un plazo de noventa días para reglamentarla; esta ley fue boicoteada y el poder ejecutivo fue sometido a presión para que quedara congelada.
Durante el año 2007 el gobernador de la provincia de Salta, (Juan Carlos Romero) habilitado por la no reglamentación de esta ley, autorizo el desmonte de 478.000 hectáreas.
Esta breve reflexión sobre un hecho puntual es suficiente para comprender la importancia de lograr, aunque más no sea, una aproximación a la visualización holística de los problemas que plantean el proceso de la vida, dentro del cual hay que incluir todas las problemáticas del desarrollo nacional, al que le es inherente el desarrollo humano integral de sus ciudadanos, que, a su vez, implica la salud, la educación, el trabajo, la cultura.
En las condiciones de la psicología para la acción en el terreno de la salud, vemos que muy preponderadamente ha empleado y emplea un concepto de salud que resulta entre anacrónico y acientífico. Dos de sus principales componente son:
a) Seguir manteniéndola vigencia semántica y practica del concepto de salud mental.
b) Continuar dándole validez a la idea de que estar sano es no estar enfermo, cuando la psicología es fundamentalmente una ciencia de la salud, no de la enfermedad.
Cuando se analiza en toda su amplitud la definición de salud postulada en 1948 por la Organización Mundial de la Salud, se llega a la conclusión de que el proceso de salud es el proceso de la vida misma de lo cual se desprende que la expresión salud mental es redundante y abre la puerta a una serie de errores o falacias como la de pensar que puede haber algún emergente del proceso de salud que no es mental.
Quienes ejercen la psicología deben erradicar la expresión “salud” mental para pasar a usar solamente “psicología de la salud” y “lo mental en la salud”, ayudando a los médicos a incorporar y usar estas conceptualizaciones.
Así comenzó a desarrollarse un proceso de cambio revolucionario que implico un nuevo paradigma y que llevo a abandonar la idea de que una totalidad puede ser comprendida a partir del análisis de sus partes componentes, para pasar a entender que las propiedades de una totalidad no están en ninguno de sus componentes sino que son propiedades del sistema que configura esa globalidad, el cual implica cuestiones tales como contexto, conectividad y relaciones de las partes que constituyen el todo; se trata entonces de una comprensión holística de la realidad.
En la psicología se puede observar claramente, en países como Argentina, que se ha estructurado una fuerte orientación vitalista con respecto a las concepciones teóricas del inconsciente freudiano y las practicas que ellas se derivan.
La revolución científica acaecida en la biología y la psicología, en tantas ciencias básicas, no genero los cambios esperables en las correspondientes teorías tecnológicas a las que estas dan sostén científico: las profesiones de la salud (medicina, psicología aplicada, odontología, etc). Estas profesiones, aunque con diferencias formales, en lo sustantivo muestran que llevan a cabo el desempeño cotidiano en función de un paradigma desequilibradamente centrado en el pensamiento y la valoración asertivo señalados por Capra.
Este es un primer plano-soporte que se debe tener en cuenta y al que se lo puede caracterizar como la subcultura general del ámbito de la salud, porque orienta cosas tales como las concepciones antropológicas puestas en juego, sea de un modo consciente o no consciente, por los profesionales y técnicos del campo de la salud, este plano-soporte se lo denomina plano soporte distal.
Pero existe otro plano-soporte llamado plano-soporte proximal y que tiene que ver directamente con las concepciones y prácticas de salud que orientan los desempeños profesionales específicos y cotidianos de los facultativos del área y de técnicos que con ellos colaboran. En este plano se descubren dos paradigmas que son: 1) el individual-restrictivo y 2) el social-expansivo.
Se ha detectado estos paradigmas tomando en cuenta cuatro dimensiones de las concepciones y prácticas de la salud: sus soportes teóricos, axiológico, actitudinal y operativo. A partir de estas buscamos las correspondientes subdimensiones, y ara cada una de ellas se indago el indicador pertinente en las dos grandes líneas de concepciones y prácticas en salud que se dieron a lo largo de la historia, desde el mundo grecorromano de la antigüedad hasta nuestros días: una es el higienismo, continuado por la medicina social y mucho mas tarde por la psicología comunitaria; la otra es la medicina clínico-experimental y posteriormente la psicología clínica. El conjunto de estos indicadores da origen a la configuración de cada uno de los mencionados paradigmas.
Es importante tener en cuenta que, mientras los paradigmas caracterizados por Capra son complementarios y sus mejores resultados surgen de un adecuado equilibrio entre ellos, en el caso de los paradigmas propios de las concepciones y prácticas en salud se observa que son excluyentes.
La historia de la medicina occidental permite ver con claridad que en sus comienzos, situándolos en las antigua Grecia y Roma, era evidente la primicia del paradigma social-expansivo, esta orientación se mantuvo hasta fines del siglo XV, en que es desplazada por el nacimiento de la clínica y la estructuración de un paradigma contrapuesto: el individual-restrictivo.
Después de su eclipsamiento por más de un siglo, el paradigma social-expansivo vuelve a resurgir con los desarrollos conceptuales que dieron origen, hacia el final del siglo XVIII, a la policía medica
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