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SER SIENDO


Enviado por   •  22 de Agosto de 2013  •  5.399 Palabras (22 Páginas)  •  251 Visitas

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Lo obvio, no tan obvio

Esta teoría del reconocimiento de lo obvio, se hace imprescindible para poder comprender desde otra mirada como lo que resulta demasiado evidente a la vista o luz de múltiples miradas, para el ser más importante que es la persona, puede pasar inadvertido.

En la filosofía de lo “obvio” existen principios como:

• La experiencia presente del aquí y ahora, frente a la huida al pasado o futuro,

• La responsabilidad de la propia vida frente al victimismo o al rol de enfermo,

• El darse cuenta como camino corrector para la ceguera emocional que nos invade

• El terapeuta como propio instrumento en la terapia que se compromete con el aquí de la relación desde una comprensión empática y auténtica

• el concepto relacional Yo-Tu.

El presente: el aquí y ahora. Nada ocurre sino ahora. El pasado ya no existe y el futuro aún no es. Se intenta evitar todo lo que ya no está. La experiencia pasada o el temor al futuro se traen al presente porque sólo desde ahí se puede integrar. El presente permite descubrir, hay un momento en el cual aquello que nos parecía lo más obvio, deja de ser tal.

Por lo tanto, después de un tiempo de adaptación, lo que nos llama la atención es cómo y por qué nos parecía tan obvio cuando, de ninguna manera, lo es. El mundo no ha desaparecido ante nosotros, sigue siendo el mismo que era, en ese sentido no hemos perdido nada, salvo la obviedad y cuando esta aceptación ‘natural’ del mundo se transforma, no sólo el mundo deja de ser ‘obvio’, sino que nosotros mismo dejamos de ser en él “algo natural”. Es decir, nosotros ya no somos tan obvios para nosotros mismos. La obviedad es lo propio del modo “natural” de contemplar el mundo.

Esta obviedad es la que socava el ejercicio de la reducción fenomenológica, como se sabe y con ella, la mirada ingenua y ‘natural’ se ve impelida a renovarse, a recuperarse y a reforzarse por medio de una sistema de “ideas” capaces de dar sentido a este estar-ahí, de dar sentido.

Es imprescindible el reconocimiento de lo obvio e insistir en la importancia de reconocerlo, obvio, es todo aquello que podemos registrar a través de nuestros órganos perceptivos o de su prolongación en el campo de la ciencia física o química. Obvio es “lo que es”. Adjudicarte un significado que trascienda a "lo que es" es trasladar 'lo que es' al reino de "lo que podría ser".

Si, por ejemplo, alguien se está moviendo, lo obvio es ese movimiento, y no la motivación o finalidad que, podríamos atribuirle al libre fluir en el aquí y ahora; "Aquí y ahora" deja de ser un concepto cuando se logra no interrumpir lo que se está sintiendo ni forzar acción alguna en relación con ese sentir. “Aquí y ahora” es la experiencia misma. La experiencia es tiempo presente, lo que pasó ya es recuerdo, y lo que va a ocurrir no existe. Experiencia es tiempo y espacio en el reino de lo sensible.

Atención aquí y ahora

En otro orden de ideas podemos mencionar enfoques en el que se utiliza el "Aquí y el ahora"; sin embargo, la importancia en Gestalt reside en que es usado integralmente con otros principios gestálticos, tales como: la formación de la figura, el darse cuenta y tomar conciencia, la movilización, la acción y la toma de contacto. En esto reside la aplicación capital de la psicología Gestalt; en la que el todo es más que la suma de las partes. El todo en Gestalt surge con el ciclo de la experiencia o de las necesidades, trabajadas en sus diferentes fases, desde la sensación de una situación, hasta su resolución, retirada, cierre y reposo; todo ello en el "Aquí y el Ahora".

"El Aquí y el Ahora" es únicamente una parte del todo, que es el proceso total; por tanto este elemento por sí mismo es necesario, aunque no suficiente.

Una descripción oriental del significado que tiene "el aquí y el ahora" es facilitada por Deshimaru, maestro budista, cuando a éste le pregunta un discípulo: Cuál es el significado del aquí y el ahora; a lo que el maestro responde "Es una filosofía profunda. Aquí y ahora significa estar enteramente en lo que se hace y no pensar en el pasado o en el futuro, olvidando el instante presente. “Si no sois felices aquí y ahora, no lo seréis jamás”.

Entre los pilares que sustentan nuestro discurrir como personas que somos, habitantes de una gran urbe, en este mundo y en esta época, la atención es uno de nuestros grandes dilemas. Vivimos de prisa, ajenos al instante que transcurre, corriendo, para que mañana no se convierta en pasado mañana, y logrando en cambio que sea suplantado por ayer. El hoy so esfumó sin el recuerdo del sabor del café que bebimos, del rostro que se cruzó en nuestro camino, de las emociones que postergamos para cuando "haya tiempo".

La atención es el instrumento de la concentración. La dispersión es otro de los sinónimos de neurosis. Interrupción dispersión; neurosis, igual a vida desperdigada, no vivida, suspendida o postergada. Cuando centramos nuestra atención en algo, este algo cobra sentido para nosotros, y dialécticamente, nosotros: cobramos sentido para nosotros y ese algo. Todos gozamos, casi sin dificultad de lo no habitual, de lo que escapa a la rutina, como un viaje, un relato exótico, o un hecho insólito.

Es asombroso como al recorrer una ciudad no conocida, prestamos atención, al saborear una comida nueva hasta cerramos los ojos para que ningún otro estímulo nos distraiga de éste.

Prestar atención es lo mismo que agregar minutos a la hora, y horas al día. El tiempo tiene otra dimensión cuando vivimos percibiendo y registrando. La posibilidad de hacernos cargo, de ser responsables, aumenta cuando reconocemos como propios nuestros sentimientos, pensamientos y actos, por el solo hecho de prestar atención. Cuando entrenamos nuestro lenguaje, lo que hacemos es prestarle atención o lo que decimos y a cómo repercute en nosotros. Prestar atención es entrenar la atención. Los budistas hablan de yoga, para referirse a este vivir prestando atención.

En las relaciones terapéuticas el aquí y ahora cobra fuerza de forma trascedente, particularmente en la relación existencial de la psicoterapia gestáltica. Nada existe excepto el “aquí y el ahora”. Él ahora es el presente, el fenómeno, aquello de lo que me doy cuenta, aquel momento en que traemos nuestros recuerdos y expectativas, es necesario comprender, que el ahora no es una medición del tiempo pero si el suspenso, el punto cero, una nada, eso es el ahora. El pasado ya pasó y el futuro está por venir, sin embargo, la exigencia de muchos terapeutas a veces es “tu deberías vivir en el aquí y el ahora”, no es compatible con

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