Sin Procesos Cognitivos

El ser humano ha sido una gran incógnita en la historia, pues son muchas las versiones o explicaciones que se dan sobre el origen y evolución de este.

Desde la aparición del hombre en la tierra se ha venido planteando una serie de preguntas, desde ¿Cuál ha sido el origen de su existencia? ¿Cómo este ha venido evolucionando tanto en aspectos físicos, fisiológicos y socio-culturales? .Por ello, la ciencia se ha encargado de dar una serie de explicaciones a estos interrogantes.

Así mismo, es menester destacar la importancia que tiene el cerebro del ser humano a la hora de ser el “organizador” de la vida de esta especie, pues sin él no se podría, pensar, planificar, ejecutar acciones, codificar, categorizar y muchos menos sentir y percibir; de igual forma se verían afectadas cosas tan básicas como caminar, comer, bañarse, vestirse, conducir, manejar dinero y sobre todo se presentaran aspectos como la alteración del lenguaje y la conducta.

Por otra parte, de las muchas investigaciones realizadas en el campo de las neurociencias, los estudios efectuados referentes al daño cerebral han sido pasos a agigantados para mostrar que sucede a nivel neurofisiológico. Gracias a estos estudios realizados en las última década, es que se ha podido conocer, tratar e interpretar que pasa a nivel neurofisiológico cuando una persona sufre un accidente de cualquier índole y como estas alteraciones neurofisiológicas causan severas alteraciones en la conducta.

El daño cerebral, es un deterioro neurológico producido por cualquier lesión en las partes cerebrales de un individuo a causa de una enfermedad o accidente. Una de las lesiones más comunes es la del traumatismo craneoencefálico (TCE) que se da a raíz de accidentes laborales, de tráfico, deportivos, caídas o violencia interpersonal. En cambio, las enfermedades que pueden producir este daño en las estructuras cerebrales son tumores, los ictus o también denominado accidentes cerebrovasculares (AC) o accidente cerebral vascular (ACV), por picaduras de ciertos insectos, por intoxicaciones o por anoxias (falta de oxigeno en el cerebro).

Uno de los TCE , que se está presentado cada día con mayor frecuencia son los accidentes automovilísticos, que muchas veces se genera por el consumo de alcohol o por el simple hecho de no llevar puesto el cinturón de seguridad. Los déficits causados por el TCE suelen ser más generales debido a que el cerebro en su totalidad se ve afectado por el impacto o por la inflamación posterior. Es así, que se da una pérdida de la memoria , orientación, espacial y temporal, de la emoción y decremento de la comprensión abstracta.

Es significativo por otra parte, resaltar que se diferencia dos tipos de daño cerebral, el progresivo y el adquirido. El progresivo hace hincapié a las enfermedades degenerativas como al Alzheimer y el párkinson, en cambio, el adquirido es una daño repentino en las áreas del cerebro debido a un accidente externo (por ejemplo un traumatismo craneoencefálico) o internos (como una hemorragia o un tumor). El nivel de gravedad de los síntomas varía dependiendo del locus que se afecte en el cerebro, y se presenta síntomas, tales como impulsividad, capacidad deficiente de planificación y de tomar decisiones, conversaciones inapropiados, mala memoria, vértigo, lentitud al pensar y al emitir una acción, constante confusión, pérdida del equilibrio, falta de motivación, vértigo y falta de asertividad cuando se relaciona con otras personas.

Otro de los factores que influye para que se dé o aumente las posibilidades de sufrir un daño cerebral en el sujeto son, el sexo, la edad avanzada, herencia familiar y raza, tener antecedente de haber sufrido un ictus, la estación del año y el clima, hipertensión, fumar, el consumo excesivo de alcohol, el consumo de sustancias psicoactivas, sobrepeso y obesidad, sedentarismo, entres otros.

De los síntomas también se añade, que el paciente con un daño cerebral puede presentar alteraciones a nivel del comportamiento y emocional, depresión, ansiedad, desinhibición, apatía, agitación, llevar una mala vida de actividad sexual y por ende, esto con lleva a que la calidad de vida del paciente se empeore, pues se sentirá solo , pensará que “nadie me quiere” y que será un estorbo para la familia y la sociedad. Todas estas alteraciones suelen reflejarse en un deterioro de las relaciones sociales que la persona mantenía antes del accidente. De ahí, la importancia de hacer rehabilitación cognitiva

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