Suicidio Teorico-comceptual
Enviado por Zofimedina • 22 de Agosto de 2012 • 1.102 Palabras (5 Páginas) • 452 Visitas
Según el Diccionario Espasa Calpe el término suicida (sui: de sí mismo y caedère:
matar) alude a la persona que se mata a sí misma o del acto o la conducta que
daña o destruye al propio agente. Dice también de suicidarse: quitarse
voluntariamente la vida. En el Oxford English Dictionary data su primer uso en
1651 como “autoasesinato”, “autodestrucción” , “muerte de sí”, “autohomicidio”,
“autoeliminación” (self-murder, self destruction, self-killing, self-homicide, selfslaughter),
estas asociaciones relacionan el suicidio con el delito.
Los conceptos actuales con referencia al suicidio se vinculan con estados
depresivos de distinta índole. El suicidio ha pasado por distintas valoraciones
culturales, se ha utilizado con fines altruistas, en algunos países remite a la
honorabilidad como en Japón el hara kiri. Para algunas culturas como la vikinga,
se lo consideraba un “bien mayor”.Dice A.Alvarez en “El dios salvaje”… “Así en
ciertas sociedades guerreras de dioses violentos e ideales de coraje, al suicidio se
lo consideraba un bien mayor. El paraíso de los vikingos, por ejemplo, era el
Valhalla, palacio de los que murieron por violencia, donde el dios Odín presidía el
Banquete de los Héroes. Sólo podían participar del festín aquellos que hubieran
muerto violentamente. El más grande honor y la calificación más segura era la
caída en combate; a continuación venía el suicidio.”
Para los griegos el suicidio tuvo varias valoraciones, dice
A.Alvarez más adelante: “ La tolerancia había empezado con los griegos. Los
tabúes que predominaban incluso en Atenas- enterrar el cadáver fuera de la
ciudad con la mano cortada y enterrada en otra fosa- se vinculaba al más hondo
miedo griego a matar a los de su propia sangre. Por inferencia, el suicidio era un
caso extremo de esto, y el lenguaje apenas distingue entre autoasesinato y
asesinato de un familiar.
El primer suicidio literario, el de Yocasta, madre de Edipo, se
nos presenta como encomiable, una salida honrosa a una situación insufrible.
Homero registra el hecho sin glosarlo, como cosa natural y normalmente heroica.
La leyenda lo sustenta. Creyendo equivocadamente que su hijo Teseo ha caído en
lucha con el Minotauro, Egeo se arroja al mar, que en adelante llevará su
nombre. Erigone se ahorca de pena al descubrir el cuerpo asesinado de su padre
Icario, desatando así entre las mujeres atenienses, dicho sea de paso, una
epidemia de suicidios que durará hasta que la sangre de Erigone se lave con la
institución del festival de Eora. Leucaca se tira de una roca para evitar que Apolo
la viole.” Siempre queda la sensación de un fin noble en estos suicidios.
Los antiguos griegos se quitaban la vida por nobles razones: por pena, por altos
principios patrióticos o para evitar la deshonra. No se toleraba una falta de
respeto hacia los dioses como un suicidio caprichoso.
Si bien formalmente Sócrates repudia el suicidio, terminará bebiendo cicuta con
alegría, pues entrará a un mundo de presencias ideales del cual la realidad
terrena es mera sombra.
Platón también propugna la moderación pero en otro sentido, sostiene que
cuando la vida misma se vuelve inmoderada, el suicidio pasa a ser una acto
racional y justificable.
Dice A.Alvarez más adelante: “ En la Grecia clásica, pues, el suicidio, lo dictaba
una cordura calma auque levemente excesiva. En Atenas y en las colonias griegas
de Marsella y Ceos, donde se desarrolló la cicuta y cuyas costumbres inspiraron a
Montaigne su elocuente defensa del suicidio noble, los magistrados guardaban
una dosis de veneno para quienes desearan morir. El único requerimiento era
elevar la causa al Senado y obtener permiso oficial. Los preceptos eran claros:
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