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EL SUICIDIO


Enviado por   •  16 de Marzo de 2012  •  2.418 Palabras (10 Páginas)  •  416 Visitas

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Introducción:

Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo del acto, y no solo una consecuencia casi ineludible. Así los mártires no son considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia.

Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra y, en estos casos, los muertos no son proscritos por la ley.

En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio.

Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio. Según Guillon y Le Bonniec (1982) “el cómplice es todo aquel que, sin llevar a cabo personalmente los elementos constitutivos de la infracción imputable del autor, solamente ha facilitado o provocado la acción principal por medio de actuaciones de una importancia material secundaria: ayuda, suministro de medios o instigación” figura del derecho penal donde sería posible una sanción penal.

Causas:

Dentro de las principales causas del suicidio Emocionales está de la depresión y el consumo de sustancias psicoactivas y es en las que nos vamos a detener en este artículo.

Muchas personas ven el suicidio como una escapatoria a situaciones que se sienten incapaces de afrontar o no pueden superar o para salir del estado de angustia y desesperación en el que se ven inmersos. Encuentran así en el suicidio una salida a la de rechazo, dolor o pérdida.

El sentimiento de culpa, el no sentirse queridos, el sentirse mal tratados son a veces algunos de sentimientos que experimenta la persona y que llevan a un intento de suicidio. La angustia, la depresión son factores precipitantes al obnibulamiento mental, al no poder encontrar solución a los problemas y sumergirse en el propio dolor.

La depresión hace que la persona se sienta invadida por pensamiento y sentimientos negativos, se focalice en los fracasos y decepciones, y no pueda visualizar su potencial y recursos para encontrar soluciones. La persona no encuentra salidas, se siente débil, tiene un sentimiento infra valorado de si mismo, lo que obstaculiza la búsqueda de soluciones. No poseen la energía psíquica necesaria para ponerlas en práctica, ni si siquiera para poder pensarlas. En ese sentido la depresión es la principal causa del suicidio como una forma de “solución a problemas que no encuentra otra solución o salida” es una forma de escapatoria, de aliviar el dolor emocional o de comunicar su angustia.

En ocasiones no se es consciente del estado depresivo que se está transitando, no encuentran soluciones a sus problemas, siendo el suicidio la única alternativa que ven posible. Diversos trastornos mentales dan lugar a cuadros depresivos severos que sin un tratamiento adecuado pueden terminar en el suicidio. En adición al tratamiento psiquiátrico farmacológico es necesario el tratamiento psicológico. El consumo de sustancias psicoactivas alcohol y drogas son también factores riesgos en las conductas suicidas.

El alcohol y algunas otras drogas son formas de evadirse del sentimiento de angustia, es sobre todo frecuente en jóvenes, que las utilizan como forma de evasión, produciendo en ocasiones efectos depresivos, y la alteración de la conciencia. Muchos suicidios se producen bajo efectos de sustancias psicoactivas.

El consumo de estas sustancias por si mismo no produce el intento de suicidio, pero si hay una predisposición de la persona puede ser un factor de riesgo.

A continuación detallaremos algunas señales que se expresan en conductas o verbalizaciones que pueden estar hablando de una tendencia a la conducta suicida:

o Tendencia a hablar sobre el suicidio y la muerte a veces de una forma “naturalizada”

o Actitud desesperanzada, sentimiento de culpa, alejamiento de seres queridos

o No disfrutar ni tener la intención de hacerlo de actividades que antes le eran placenteras.

o Dificultades de atención o concentración

o Consumo de alcohol o drogas y en ocasiones psicofármacos

o Discurso redundante en los mismos temas o “problemas” o “vacío de palabras” se expresan `poco, mostrando desinterés al mundo que lo rodea.

o Formas encubiertas de hablar de la muerte o del suicidio como “realizar un viaje”

Las consecuencias.

¿Qué consecuencias podrá dejar el hecho de que una persona se suicide? Si las supieran los que se han suicidado, estoy seguro que muchos se hubieran dado otra oportunidad. El problema no se acaba con la ausencia de la persona, ¡no! En ese momento se inicia un nuevo proceso de dolor. Y eso son las consecuencias, que se inician con el impacto de la noticia, que trasciende y duele a todo aquel que la escucha. El llanto, el inconsolable llanto de quien la recibe: los amigos, la familia, los que viven lejos, los que viven en otros lugares, hasta los desconocidos nos impactamos; y de inmediato surge el arrepentimiento y las culpabilidades de los que quedan, apareciendo los lamentos: ¡Si le hubiera hecho caso! ¡Si le hubiera dicho! ¡Si lo hubiera perdonado! ¡Si la hubiera amado! ¡Si no lo hubiera dejado! ¡Si la hubiera comprendido! ¡Si lo hubiéramos ayudado! ¡Si hubiera hablado! ¡Si me hubiera dicho! ¡Yo lo hubiera ayudado! ¡Si lo hubiera! ¡Si lo hubiera! ¡Si lo hubiera! El hubiera..., ya no existe. Lo único que existe son las consecuencias: ¡un espacio vacío y silencioso!, ¡un cuarto sin su voz!, ¡un recuerdo musical!, ¡un rincón, un plato, una fotografía!; ¡queda la profunda tristeza y enfermiza de una madre con el deseo de escuchar nuevamente a su hijo o a su hija!; ¡Queda la profunda tristeza de un padre, que ve como un puñado de tierra desvanece sus ilusiones! Le queda el dolor, ¡el desesperante dolor por no haber sabido que hacer! ¡Queda la angustiante soledad, la fría soledad del novio, o de la novia, clamando nuevamente estar con él o con ella!

Queda la profunda tristeza de una familia, donde un niño desconcertado pregunta: ¿Mi hermana está dormida en esa caja? ¿Ya no va a venir mi hermano? ¿Mi mamá se fue con dios? ¿Mi papá, dónde está mi papá? ¡Queda el llanto de un niño o de una niña, que sin saber hablar! Llora, simplemente llora; porque en su inocente sentir, le falta algo, ¡que ya no verá jamás! Donde un joven se pregunta: ¿Qué voy a hacer? ¿Qué hago sin mi hermana? Donde una joven se pregunta ¿Y mi futuro? ¿Y ahora, qué hago sin mi padre? ¿Qué hago sin mi madre? ¿Qué hago sin mi hermano? ¿Qué hago sin

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