Super yo como el heredero de el complejo de Edipo
Enviado por Dayanara Mendoza • 18 de Mayo de 2017 • Síntesis • 431 Palabras (2 Páginas) • 1.512 Visitas
Súper yo es el “heredero del complejo de Edipo”
Como seres humanos somos criados desde la infancia en un absoluta inmadurez, donde los adultos a través de su decir y actuar ayudan a la formación de nuestro aparato psíquico. Definiendo un poco lo que es el superyó, podemos decir que es la interiorización de las prohibiciones; no son la que los padres imponen, sino las que están inmersas en la cultura, los padres en este caso jugarían el papel de vocero, es decir, informar al niño de lo que es y lo que no es permitido en la cultura.
La génesis del superyó presenta los rasgos más importantes del desarrollo individual y de la especié, creando así una expresión duradera de la influencia de los padres, eterniza la existencia de aquellos momentos a que la misma debe su origen.
Basándonos en la premisa propuesta por Freud Súper yo es el “heredero del complejo de Edipo” esto se genera cuando el niño renuncia a su madre como objeto sexual, quedando así libre de libido por parte de su hijo y conservando su figura de madre como instancia del aparato psíquico, que vendría siendo una instancia prohibidora. Cuando se eliminan los objetos edípicos, son conservados en el aparato psíquico del niño, pero algo que es prohibido para ellos.
El súper yo por medio de su creación se forma como el abogado del mundo interior o sea del ello, oponiéndose al yo, representante del mundo exterior, quedando como el encargado de tomar las decisiones, evaluar cuál es lo más factible en dicha situación.
Freud (1923) Podemos admitir como resultado general de la fase sexual denominada por el complejo de Edipo, la presencia en el “yo” de un residuo, consciente en el establecimiento de estas identificaciones enlazadas entre sí. Esta modificación del “yo “conserva su significación especial y se opone al contenido restante del “yo” en calidad de “yo” o “superyó”. Es decir, que en la terminación de esta fase sexual, la relación con el yo no se agota, lo que él hace es acatar cada una de las prohibiciones que el superyó genera. El superyó se encarga de hacer reflexionar antes de enfrentar cualquier situación, es como un polo a tierra, y el yo sólo cumple la función de aceptar.
El superyó es una encrucijada que te puede causar una gran cantidad de futuras decepciones, ya que a veces actuar pensando en mantener a los demás felices u orgullosos no suele ser lo mejor, sin embargo, es típico que en la sociedad imponga impedimentos que contradicen a los del yo.
Ímpetu, erigir
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