Taller Sobre La Metodologia De La Participacion
Enviado por chilemaniaco • 19 de Diciembre de 2011 • 2.457 Palabras (10 Páginas) • 575 Visitas
TALLER SOBRE LA METODOLOGIA DE LA PARTICIPACIÓN
RENEDO 19 de Febrero de 2005
Sobre la metodología adecuada
Los principios, los fines y los objetivos se llevan a la práctica a través de una metodología que según como se realice llevan al logro de esos fines o a otros diferentes. (Por ejemplo, si los fines buscan una participación responsable, la metodología tiene que facilitar la no delegación, la no inhibición, etc., o de lo contrario no se cumplirán los fines)
La metodología es la forma concreta de realizar las acciones, los pasos y las estrategias de acuerdo a los objetivos que se persiguen. A través de la metodología se verifican las coherencias y/o las contradicciones con respecto a los fines y los objetivos.
A/ A MODO DE RECORDATORIO DE LOS TRATADO OTRAS VECES
1. QUÉ ES PARTICIPAR
1.1. Algo más que asistir.
Ejercer de personas dignas. Protagonistas conscientes de nuestras propias vidas. También es compartir.
1.2. Requisitos para la participación.
Actitudes básicas para una participación gratificante. Elementos que pudren la participación.
2. QUÉ NOS APORTA EL HECHO DE PARTICIPAR O POR QUÉ Y PARA QUÉ PARTICIPAR
2.1. Desarrollar nuestras capacidades
2.2. Salir al paso de nuestras carencias
3. COMO PARTICIPAR Y DESDE DONDE
3.1. A través de la experiencia de nuestra vida.
Es a partir del movimiento asociativo que se pueden generar valores culturales nuevos que respondan a las aspiraciones profundas de las personas.
Todo nos concierne y afecta. Por eso debemos participar en todos los lugares y espacios donde se haga referencia a cualquier aspecto de nuestra vida diaria y cualquier dimensión de nuestra persona (física, afectiva, intelectual, espiritual, material, cultural, relacional...)
3.2. Desde nuestras propias organizaciones:
Reeducar la costumbre tan arraigada de delegar, inhibirse, no gestionar y después reivindicar.
Experimentar que no basta con la pura reivindicación como único esquema de mejora de la sociedad.
Sacudirnos de encima la pasividad, que nos acostumbra a acatar y consumir sin rechistar, unas normas de conducta que no hemos analizado, ni decidido.
Cambiar la actitud de menospreciar a unos y ensalzar a otros.
Perder la costumbre de echar la culpa siempre a los demás y la incapacidad para soportar críticas de otros.
Practicar la actitud de escucharnos unos a otros en lugar de oírnos solamente.
Estimularnos y quitarnos ese sentimiento de inferioridad e incapacidad para asumir grandes responsabilidades.
Aprender a decidir, a optar y a perder el miedo a arriesgarnos
4. QUÉ CAMBIA EN LA SOCIEDAD CON NUESTRA PARTICIPACIÓN. QUE APORTA LA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL, CULTURAL Y ECONÓMICA
4.1. Núcleos de promotores de desarrollo comunitario.
Tejido socioeconómico organizado. Cohesión social que vertebra la sociedad.
4.2. Cambios culturales
B/ A PROFUNDIZAR EN ESTA OCASIÓN
5. LA METODOLOGIA DE LA AUTOGESTIÓN SOCIAL COMO FILOSOFIA DE LA PARTICIPACIÓN EN EL DESARROLLO
5.1. METODOLOGÍA DE LA GESTIÓN Y LA ACCIÓN CONSCIENTE
Vivir no admite suplencias. Cada ciudadano es el protagonista de todo lo que concierne a su vida. No cabe la inhibición, porque nadie puede ser feliz, ni aprender, ni reírse o llorar, ni abrazar, comer, beber, disfrutar o sentir, ni crecer como persona, ni vivir a través de otros. Es fundamental autogestionar todos los sectores y ámbitos que atañen a nuestra vida.
Ese planteamiento exige un cambio de funcionamiento en nuestras asociaciones e instituciones. Supone funcionar por distribución de tareas y responsabilidades, “cargas” y no cargos, como es costumbre. Eso no significa que en determinados momentos alguien no pueda ejercer la representación del colectivo, pero se debe evitar que un cargo sustituya la responsabilidad de los individuos permitiendo que se inhiban de asumir su tarea, participación y representación cotidiana.
En este sentido, las sustituciones sólo servirían o para simplificar coordinaciones (porque sería imposible una reunión con grandes grupos de personas desplazándose cada día), o para suplir una incompatibilidad física por cualquier razón extraordinaria(horarios, enfermedad, distancias, etc.).
Ese concepto implica necesariamente que las coordinaciones, reuniones, asambleas, negociaciones, etc., deben ser en horarios y lugares compatibles con los interesados y no generar situaciones que hacen costumbre y norma la ausencia de las personas, creando el pernicioso hábito de inhibirse y delegar como algo lógico.
Una de las garantías para asegurar la autogestión es que las organizaciones sean autónomas en sus decisiones. Es decir que la toma de decisiones esté en su seno y no dependan de ninguna fuerza exterior a sus propios miembros para hacerlo.
Cualquier aumento cuantitativo del número de afiliados que no vaya acompañado del aumento de consciencia de estos, es un error a medio y largo plazo, pues se “diluye” el contenido de los fines y objetivos de la organización, pervirtiendo poco a poco sus propias bases y confundiendo el mensaje que se pretendería comunicar al resto de la población.
Si las personas no están preparadas para tomar decisiones, hay que plantearse el crecimiento cualitativo de esas personas para que aprendan a hacerlo. No vale ignorarlas para decidir y luego tenerlas en cuenta solo para pagar impuestos o para votar(condicionados por la ignorancia cultural). ¿ O acaso estamos dispuestos a perdonar los impuestos a los ciudadanos que no sepan como se administra y para qué sirve su dinero o qué se paga con él?.
5.2. METODOLOGÍA DE LA IMPLICACIÓN
Desde el principio se debe contar con la población y sus diversas formas asociativas (culturales, sindicales, educativas, vecinales, especializadas, juveniles, recreativas, políticas, medioambientales, de cooperación, confesionales, etc.), para implicarla y planificar la participación de todos, generando cuanto más entramado socioeconómico mejor. Hay una diferencia fundamental entre considerar a la población como un destinatario o cliente del Plan de Desarrollo, es decir un usuario, o por el contrario como un protagonista, que a su vez es también productor del servicio que se pretende
...