Test machover

KAREN MACHOVER

Karen Machover era la hija menor de una familia muy numerosa. Su madre, una viuda, ya tenía diez hijos cuando se casó con el padre de Karen y juntos tuvieron dos niñas. El padre de Karen, que no conocía su nombre, murió poco después de su nacimiento y su madre emigró a Estados Unidos, trayendo a los doce hijos. La situación familiar pronto empeoró; La madre de Karen murió de cáncer cuando Karen tenía solo ocho años. Terminó la escuela primaria a los doce años y luego, en sus palabras, "pronto me convertí en mi propia madre y he sido continuamente autosuficiente desde los doce años". Por su propia cuenta, decidió saltarse la escuela secundaria e ir a trabajar, donde ganó lo suficiente para mantenerse.

Machover se interesó en la psicología mientras trabajaba y después de un año de autoaprendizaje, pudo ingresar a la Universidad de Nueva York en 1924. Como señaló, era mayor que los otros estudiantes y estaba muy motivada. Simplemente no había suficientes cursos de psicología para tomar con el fin de satisfacer sus intereses y tuvo que "tomar la luz de la luna" en la Escuela de Educación para tomar más cursos. Sin embargo, obtuvo su licenciatura en 1928 y comenzó a trabajar con la psicóloga clínica pionera, Elaine Kinder, en el Hospital Bellevue. En este momento, de hecho, hasta después de la Segunda Guerra Mundial, la psicología clínica era una profesión muy pequeña principalmente preocupada por la evaluación. Kinder, con un doctorado de la Universidad Johns Hopkins, acababa de ser nombrado psicólogo jefe del Departamento de Hospitales de la ciudad de Nueva York. Mientras se encontraba en Bellevue, ella y sus pasantes en realidad viajaron a todos los hospitales de la ciudad y a las Tumbas, un centro de detención para delincuentes. Machover más tarde reflexionó que esta fue una gran experiencia para aprender el campo de la psicología clínica, a pesar de que trabajó largas horas con poca paga. Su kit de herramientas psicológicas era pequeño, comprendía el Binet de 1916, dos escalas para niños en edad preescolar, una escala de desarrollo de Gesell, un cuestionario vocacional y la prueba Goodenough Draw-a-Man. El último fue para evaluar a niños de cinco a doce años. Como señaló Machover, "Aprendimos rápidamente en el trabajo de nuestros fracasos y nuestros éxitos".

En 1929, Machover tomó el puesto de psicólogo clínico en el Hospital Psiquiátrico del Condado de Kings en Nueva York. Permaneció allí hasta 1969, aunque también enseñó en varias universidades y tuvo una pequeña práctica privada durante la mayor parte de su carrera. Las pruebas proyectivas se desarrollaron en la década de 1930, estimuladas por la introducción de la técnica proyectiva de Rorschach. Esto fue acompañado por la creciente influencia de la teoría y la práctica del psicoanálisis de Freud. Como señaló Machover sobre la influencia de Freud, "la mística profesional (de Freud) fue tan poderosa que cuestionar cualquiera de los mitos o teorías débilmente fundamentadas era arriesgarse al desprecio en el mejor de los casos y a la excomunión en el peor". Ella, sin embargo, ya había comenzado a cuestionar algunas de las doctrinas freudianas sobre el desarrollo psicológico de las mujeres.

La idea de que uno podría usar varios estímulos para obtener material psicológico del cual el cliente podría no haber sido consciente anteriormente fue extremadamente útil para los médicos de esta época. Machover se convirtió en experta en el uso clínico de proyectivos y en la década de 1940 tenía la confianza suficiente en sus ideas para desarrollar su propia técnica, que publicó como Proyección de la personalidad en el dibujo de la figura humana: un método de investigación de la personalidad (1949). El libro fue un éxito inmediato y pasó por 11 ediciones. Fue uno de los libros indispensables para la formación clínica durante muchos años.

Su trabajo clínico, tanto en el hospital como en su práctica privada, la llevó a involucrarse en el liderazgo de varias iniciativas nuevas en psicología clínica después de la Segunda Guerra Mundial. Ayudó a ser pionera en psicoterapia grupal con veteranos de la Segunda Guerra Mundial y fue quizás la primera en presentar sesiones de terapia grupal co-dirigidas por un hombre y una mujer. Después de que la Administración de Veteranos tuviera sus propias clínicas y hospitales en funcionamiento, extendió la terapia grupal a niños, parejas y familias. También fue una de las primeras en experimentar con la terapia grupal sin líderes.

Karen Machover siempre se describió como una activista social. Conoció a su futuro esposo, Solomon "Mac" Machover durante la década de 1930 cuando se convirtió en parte de un grupo activista y socialista que abogaba por un mayor empleo para los psicólogos. Juntos fundaron la Liga de Psicólogos. Como Machover era una mujer, aplazó el liderazgo titular del grupo a los hombres. Más tarde, le dijo al historiador, Larry Finison, en una carta que "las mujeres todavía eran especies raras en los enclaves científicos de los hombres y eran ligeramente consentidas y no tomadas demasiado en serio, ni por el patriarcado ni por ellas mismas". Sus acciones contradicen sus palabras. El registro de archivo muestra claramente que fueron las mujeres, lideradas por Machover, las más activas en reclutar nuevos miembros, escribir cartas para abogar por el empleo y el cambio, y quienes brindaron el apoyo para la organización. Fue un momento emocionante para un psicólogo activista y Machover estaba a la vanguardia de aquellos que buscaban hacer una sociedad más justa e igualitaria.

Más tarde en su vida, Machover se convirtió en una feminista activa. Ella trató, como dijo, de contrarrestar las nociones freudianas de inferioridad psicológica de las mujeres y las actitudes patriarcales que encontró entre los psicólogos masculinos. A lo largo de su carrera, observó muchos ejemplos de discriminación contra la mujer. A las mujeres a las que se les ofrecían los mismos trabajos que a los hombres a menudo se les pagaba la mitad y recibían citas provisionales que debían renovarse cada año, en lugar de la seguridad del empleo regular. Machover relató la historia de cómo ella fue una de las primeras en recibir una beca de investigación del recién establecido Instituto Nacional de Salud Mental en 1948. Sin embargo, sus superiores en el hospital se negaron a firmarlo, indicando solo que su esposo era el psicólogo jefe y, por lo tanto, que ella obtuviera la beca violaría las reglas del nepotismo. Eran estas restricciones contra las que luchaba como feminista. Más tarde, dedicó un tiempo significativo a la defensa de las mujeres profesionales y al trabajo con mujeres. En sus palabras, "las mujeres necesitan sentir que lo que hacen es suyo, porque si nada es suyo, siempre serán víctimas".

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