Trabajo Psicologia Infanto Juvenil
Enviado por patriciamerida • 27 de Mayo de 2014 • 1.257 Palabras (6 Páginas) • 367 Visitas
7-4-2014
Patricia Avalos | UNIACC
DESARROLLO
La ansiedad crónica es entendida como la respuesta del organismo o el sistema ante amenazas o desafíos que en la diacronía de ese sistema se han vuelto significativos.
Bowen va a entender el proceso ansioso como la reacción automática o amenazas reales o imaginarias que cuando permanecen, contribuyen a la disfunción física, social o psicológica del individuo. Este proceso ansioso va a gatillar automáticamente mecanismos de alivio de carácter relacional. Si estos no son suficientes pueden surgir la disfunción.
Es importante tener en cuenta que la ansiedad crónica es la forma mas típica y común que expresa la ansiedad. Quien sufre ansiedad crónica padece un miedo sin estructura, generalmente no puede que es lo que le da miedo exactamente. La persona se siente constantemente tenso y aprensivo , como si estuviera esperando un acontecimiento terrible. Su cuerpo se encuentra dispuesto a cualquier emergencia, es decir que se le ve a la expectativa y fatigado, listo para cualquier desastre que en realidad nunca llega a suceder.
El sujeto se queja abiertamente de sus tensiones, no puede relajarse. Casi cualquier estimulación inesperada lo sobresalta, por ejemplo el timbre de la puerta, el teléfono, la caída de un objeto, entre otras cosas.
Es probable que la persona crónica ansiosa sea olvidadiza, incapaz de concentrarse y pensar claramente, muy inquieto y nervioso de no poder dedicarse por largo tiempo a una actividad.
Dentro de sus síntomas podemos encontrar: tensión, preocupación, incapacidad para relajarse, fatiga, dolores de cabeza, dolor de cuello, dolor de espalda, dolores en las piernas, taquicardia, presencia de temblores ya sea en los dedos, la lengua y los parpados.
Casos de ansiedad crónica:
Mi primo Mauricio es ingeniero y tiene 32 años, había estado viviendo en el extranjero por muchos años, el presentaba ataques de mareo, vista borrosa, debilidad y un caminar inestable. Durante 3 años había sufrido de constante tensión nerviosa, irritabilidad, fatiga y falta de sueño. Toda su familia estaba inquieta y el también y esta inquietud había crecido considerablemente de modo que le resultaba difícil permanecer quieto, sentarse o acostarse. Vivía durante el día para tranquilizarse y por la noche tomaba pastillas para poder conciliar el sueño. Pronto comenzó a tener ataques de ansiedad frecuentemente fue lo que le digo el doctor. El primero le vino rápidamente mientras se vestía para salir en la noche. Todo comenzó a parecerle poco natural y sintió que se desmayaba. Se recostó en la cama por un largo rato, el corazón golpeándole el pecho, respirando con dificultad y pensando una y otra vez que se estaba muriendo. Fue el miedo a los ataques y lo que pudieran significar lo que lo hizo buscar ayuda.
Otro ejemplo:
Manuel es un aparejador de 38 años, que tiene trabajo estable y es muy aficionado a la música. Está casado y tiene 2 hijos uno de 4 años y otro de 2. Recuerda que, ya desde la infancia, los profesores y sus padres lo consideraban como un niño nervioso y con dificultades de concentración. Acude al doctor porque suele sentirse mal ante cualquier problema laboral que se le plantee o después de cualquier discusión por pequeña que sea, con su mujer o compañeros de trabajo. Tiende a padecer dolores de cabeza y a verse envuelto por una sensación de malestar profundo en estas circunstancias. No recuerda desde cuando, pero ya lleva años con este problema. En concreto suele experimentar inquietud psicomotriz, sensación de ahogo, sudoración, palpitaciones y sobretodo, pesadez de estomago. Los síntomas no son muy intensos peri si lo suficientemente molestos como para tenerle preocupado por la frecuencia con que aparecen ante los pequeños contratiempos cotidianos.
Como nos podemos dar cuentas la ansiedad crónica es aquella donde los síntomas son más duraderos y pueden durar años con estos síntomas estos pacientes
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