Trabajo Sexual

LAGARDE

Foucault (1986:8) considera a la sexualidad como una experiencia históricamente singular, constituida por tres ejes: “la formación de los saberes que a ella se refieren, los sistemas de poder que regulan su práctica y las formas según las cuales los individuos puedes y deben reconocerse como sujetos de esa sexualidad (sujetos sexuales, sujetos deseantes)” (181)

Las ideas y las normas sociales y culturales vigentes son aquellas que conciben a la sexualidad como natural y biológica. Esta concepción llega desde el extremo de subsumir lo social y lo cultural en lo biológico. Desde esta perspectiva, se atribuye la separación de la naturaleza solo a los hombres y, al homologar sexualidad y erotismo, consideran a las mujeres plenas de animalidad.

La tesis implícita en esta concepción menciona que las mujeres no evolucionaron con y como los hombres: ellas, definidas a partir de su sexualidad son naturaleza y, en su naturaleza prevalece la animalidad. (195)

El cuerpo y la sexualidad femeninos son paradigma de la humanidad, son interiorizados y su característica es además, ser para los otros.

La sexualidad femenina tiene dos espacios vitales: uno es el de la procreación y otro es el erotismo. El erotismo es el espacio vital reservado a un grupo menor de mujeres ubicadas en el lado negativo del cosmos, en el mal, y son consideradas por su definición esencial erótica como malas mujeres, se trata de las putas. Sin embargo, el erotismo esta presente en la vida de todas las mujeres pero salvo el caso de las putas, en el resto esta asociado de manera subordinada y al servicio de la procreación. (202-203)

Puta es un concepto genérico que designa a las mujeres definidas por el erotismo, en una cultura que lo ha construido como tabú para ellas. … todas las mujeres son putas por el hecho de evidenciar deseo erótico. (559)

De esta manera el concepto puta es una categoría de la cultura política patriarcal que sataniza el erotismo de las mujeres, y al hacerlo, consagra en la opresión a las mujeres eróticas. (560)

El pago o la compra, “la venta de la actividad erótica de la prostituta puede ser homologada en su sentido mas general y abstracto, con la venta de la fuerza de trabajo del obrero, vendita también, por tiempo determinado”. (566)

Las practicas eróticas colectivas de los hombres cuyo objetivo es la diversión, son espacios de reproducción del machismo, mediante: la posesión erótica de las mujeres, que muestran la potencia; la alcoholización, el baile, los chistes, las obscenidades, el derroche de dinero como elemento de poder entre hombres, son evidencias de la virilidad, a las que se suman platicas de problemas y aspiraciones personales, o de temas de interés como la política o los deportes.

En la parranda como espacio de poder, de amistas, de diversión y erotismo entre los hombres, las prostitutas son objetos: el otro se apropia

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