Trastornos Alimenticios
Enviado por yayaLiz • 4 de Noviembre de 2014 • 2.806 Palabras (12 Páginas) • 350 Visitas
Introducción
Las preocupaciones sobre el peso, la figura y la comida son frecuentes, especialmente entre chicas adolescentes.
Tener sobrepeso importante o ser obeso puede causar muchos problemas, especialmente de salud. Normalmente, alguien que tiene sobrepeso puede perder peso simplemente comiendo de una forma más sana. Suena fácil, pero puede ser necesaria ayuda para encontrar la forma de hacerlo.
Mucha gente joven que no tiene sobrepeso quiere estar más delgada. A menudo intentan perder peso haciendo dieta o saltándose comidas. Para algunos, las preocupaciones sobre el peso se convierten en una obsesión. Esto puede con el tiempo convertirse en un trastorno alimentario grave. Esta hoja informativa trata sobre los trastornos alimentarios más comunes, -la anorexia nerviosa y la bulimia-.
•Las personas con anorexia nerviosa se preocupan todo el tiempo sobre si están gordas (incluso aunque estén delgadas) y comen muy poco. Pierden mucho peso y la menstruación desaparece.
•Alguien que sufra bulimia también se preocupa mucho por el peso. Alternara entre no comer casi nada a tener atracones durante los que se atiborraran de comida. Vomitaran o tomaran laxantes para controlar el peso.
1. Ortorexia
La ortorexia trata de un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en la obsesión por la comida sana y obliga a seguir una dieta que excluye la carne, las grasas, los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas y las sustancias artificiales que pueden dañar el organismo. Los pacientes suelen ser tan estrictos que incluso se sienten culpables cuando lo incumplen y se castigan con dietas y ayunos aún más rígidos. Puede producir carencias nutricionales. Incluso puede causar una enfermedad psiquiátrica.
Causas Suele manifestarse en personas con comportamientos obsesivo-compulsivo y predispuestas a ello. Se ha observado también, que muchos pacientes al recuperarse optan por introducir en su dieta sólo alimentos de origen natural, cultivados ecológicamente, sin grasa o sin sustancias artificiales que puedan causarles algún daño. Amor por lo sano u obsesión.
Síntomas
Sus principales síntomas son:
Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
Preocuparse más por la calidad de los alimentos que del placer de consumirlos.
Disminución de su calidad de vida y de su alimentación.
Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.
Todos nos preocupamos por comer alimentos sanos, pero cuando ese comportamiento normal pasa a convertirse en una obsesión que entrañe peligros para la salud, ya pasa a calificarse como ortorexia.
Tratamiento Para combatir la ortorexia es necesaria la ayuda de un equipo de especialistas: endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos y psiquiatras. En primer lugar el tratamiento consiste en cubrir las necesidades nutricionales aportando de forma progresiva los alimentos básicos hasta que el enfermo recupere el peso adecuado y la salud en general. A su vez intenta reformar los hábitos alimenticios para conseguir una dieta equilibrada y completa que se distribuya de forma equilibrada durante todo el día. Los especialistas le explicarán al paciente la importancia de llevar una alimentación variada y saludable que esté compuesta por la cantidad de alimentos necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
2. Vigorexia
La vigorexia es un trastorno en el cual una persona constantemente se preocupa por parecer demasiado pequeña y débil. Aquellos con vigorexia sufren el problema opuesto de alguien con necesidad de tratamiento de la anorexia.Otros nombres comunes para vigorexia incluyen dismorfia muscular y anorexia inversa. Las personas con este trastorno no son débiles o subdesarrollados, en absoluto, por lo general tiene gran masa muscular. Esta enfermedad es más común en los hombres. Este trastorno es una forma de trastorno dismórfico corporal y se relaciona con el trastorno obsesivo compulsivo. Las personas con dismorfia muscular constantemente se obsesionan con sus imperfecciones, y distorsionan su percepción de sí mismas. La insuficiencia sentida por las personas con vigorexia afecta a numerosos ámbitos de la vida, que van desde las relaciones personales a la salud física y emocional. Esta insatisfacción con la imagen corporal es común en las personas con trastornos de la alimentación. Uno de los principales síntomas de la vigorexia es un programa persistente duro entrenamiento que se centra en el levantamiento de pesas con el objetivo de agrandar los músculos. Los pacientes entrenan con dolor y lesiones, abandonan de trabajo y las obligaciones familiares para entrenar, y se obsesionan cuando no lo están en el gimnasio.
Como en otros trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia, las personas con vigorexia también tienden a ser muy cuidadosas con sus dietas, ya que quieren desarrollar sus cuerpos lo más rápidamente posible, y ellos también quieren eliminar la grasa corporal. El objetivo es tener un cuerpo delgado, muy musculoso. Mirarse al espejo constantemente también es común en la dismorfia muscular, aunque, paradójicamente, muchos pacientes son muy tímidos. Al igual que los pacientes de anorexia, ven sus cuerpos imperfectos, y por lo tanto no quieren exponerse al juicio de los demás. Algunos vigoréxicos también consumen drogas para estimular el desarrollo muscular, y pueden desarrollar desórdenes alimenticios como la bulimia, en un intento de controlar su dieta. Muchos de ellos también se saltan las comidas con familiares y amigos, porque quieren tener un control total sobre lo que comen.
3. Anorexia
La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos,
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