Trastornos Alimenticios

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Introducción

Los desórdenes alimenticios más conocidos son la anorexia, la bulimia y por atracón, se hacen documentales acerca de estos trastornos, pero existen otros que la sociedad no pone la debida atención como son; la vigorexia, pica, regurgitar, diabulimia, por mencionar algunos. Estos afectan a un pequeño porcentaje de la población, no lo suficientemente alto para llamar la atención de organizaciones especializadas.

Un trastorno alimenticio se deriva de un problema psicológico; miedo a madurar, una autoexigencia por la perfección, insatisfacción personal, etc. En mi opinión, la mayoría de estos problemas se desencadenan por causa de la sociedad, desde tiempos remotos se obligaba a la mujer a lucir una figura perfecta, por eso el uso del corsé en la época victoriana, este “accesorio de moda” tenía otras funciones, pero las principales eran hacer lucir más pequeña la cintura y levantar el busto, esto hacía resaltar la sensualidad de la mujer y despertaba el deseo en lo hombres.

Hoy en día la gente sigue preocupándose por su apariencia, y han creado diversos tipos de instrumentos para llevar a cabo su propósito, gozar de un cuerpo hermoso, esbelto y estilizado.

No importa cuántos productos, dietas, gimnasios, instituciones, o psicólogos existan en el mundo para ayudar a la gente con estos problemas si no cambiamos nuestros conceptos del cuerpo perfecto, que en realidad no existe, solo debemos mantener nuestro cuerpo en su peso ideal, sin excedentes, para tener una buena salud, una dieta balanceada, ejercicio diario, no consumir bebidas embriagantes ni tabaco, principalmente esto ayudará a que el cuerpo se mantenga sano, “la belleza es salud”.

Anorexia

Las persona que sufren anorexia nerviosa desean estar más delgadas, sienten miedo intenso a aumentar de peso o a engordarse y están excesivamente preocupadas por su silueta. Como consecuencia, presentan conductas anómalas respecto a la dieta, el peso y el volumen y la silueta corporales. Todo ello va asociado a una grave alteración de la percepción de la imagen corporal. Por este motivo, la persona puede verse gorda o desproporcionada, aunque tenga un peso bajo el que sería considerado normal para ella.

Este trastorno influye negativamente en su vida familiar, social, laboral, académica y emocional.

Sufren este trastorno y otros afines entre 1 de cada 100 y 1 de cada 250 personas; mayoritariamente son mujeres y la proporción respecto a los hombres es de 9 mujeres por cada hombre. La anorexia nerviosa afecta aproximadamente 0’5 % de las chicas adolescentes y jóvenes y la edad más frecuente en la que acostumbra a presentarse es de 13 a 16 años, pero cada vez se están presentando casos más numerosos de cuadros anoréxicos en edades inferiores, aunque también pueda darse en la edad adulta, a partir de los 35 años.

La anorexia nerviosa es un trastorno psicosomático y está considerado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como un trastorno mental y de comportamiento y está incluida en las clasificaciones internacionales de trastornos mentales.

Síntomas

En la primera etapa de la dieta, no se suelen observar problemas. Al contrario, los afectados se sienten satisfechos/as y normalmente se ven recompensados/as por su entorno. Pero al cabo de un tiempo es cuando aparecen los síntomas de que alguna cosa no funciona. Es importante estar alerta ante determinados comportamientos o signos que pueden hacer sospechar la presencia de esta enfermedad ya que se diagnostica y se trata precozmente, la recuperación es más fácil y rápida.

En la mayoría de los casos:

Extrema preocupación por la figura y el peso: rechazo a tener un peso normal.

Notable pérdida de peso hasta conseguir un peso muy inferior al que sería separable según la edad, el sexo y la persona que la sufre.

Negación o control del hambre. Inicio de ayunos o dietas bajas en calorías, especialmente de los alimentos que tienen más grasa, sin necesidad y sin control médico.

Irritabilidad y fluctuaciones bruscas del estado de ánimo o conducta. Tristeza; se vuelven cada vez más introvertidos/as y se aíslan de la vida social (amigos, familias, etc.)

Excesiva adhesión a la moda y a sus valores: juzgan su vida bajo la visión de la imagen personal, la belleza, el triunfo…

Más dificultades en los estudios que antes, aunque pueden incrementar su dedicación.

Aumento injustificado del ejercicio físico.

En algunos casos:

Abandono de las tareas y responsabilidades.

Comida a escondidas y solos/as.

Uso de laxantes y diuréticos

Insomnio

Cuando la malnutrición ya es importante:

Caída del pelo

Frío, estreñimiento

Alteraciones en el ciclo menstrual y pérdida de la menstruación

Alteraciones del ritmo cardíaco

Descalcificación ósea

Tratamiento

Los tratamientos son bastante largos y complejos per no se debe olvidar que la recuperación es posible. No hay un tratamiento único, estándar, sino que se debe adaptar a las características de cada personal. Lo que parece más eficaz es el cognitivo-conductual y debe llevarse a cabo por un equipo multidisciplinario de profesionales con formación específica en estos trastornos (médicos, enfermeras, psicólogos…), especialmente en trastornos de una cierta gravedad y de excesiva durada.

Cualquiera que sea la estrategia terapéutica, el objetivo primordial es conseguir una alimentación normal y, por tanto, unas conductas de alimentación adecuadas.

En general, sólo se prescriben tratamientos farmacológicos si hay patologías añadidas, por ejemplo, depresión.

La paciente anoréxica normalmente no va a tratarse por su propio deseo, sino que lo hace impulsada por las familias o la pareja. En la mayoría de los casos niega la importancia de su trastorno y asume un comportamiento poco colaborador. El apoyo de los amigos y de la familia es esencial en la evolución y mejora de la enfermedad.

La ACAB, mediante los grupos de ayuda mutua (GAM), ayuda a los padres y familiares a comprender la enfermedad de sus hijos/as para conseguir su superación.

Causas

Los TCA no obedecen a una causa concreta y única; están causados por una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

Hay una serie de características o factures que nos hacen más vulnerables ante estas enfermedades:

Factores socioculturales

Insatisfacción por la propia imagen

Excesiva valoración

...