Trastornos alimenticios
Enviado por luzjordison • 6 de Mayo de 2013 • 2.687 Palabras (11 Páginas) • 685 Visitas
Otros trastornos alimenticios
Aunque es común hablar de anorexia y bulimia, por el impacto personal, familiar y mediático de estos trastornos; existen otro problemas relacionados con la conducta alimentaria que pueden también generar graves problemas físicos y psicológicos.
Diabulimia:. Consiste en una reducción intencionada de las dosis de insulina, en los diabéticos, con el fin de bajar de peso de manera intencionada. La insulina es la hormona que regula el metabolismo de los distintos nutrientes, en particular el de los hidratos de carbono o azúcares.
Este nuevo trastorno conocido como “diabulimia” se fundamenta en seguir la disciplina alimentaria y, sobre todo, el control de la insulina que debe llevar el diabético, para perder peso, ya que uno de los signos comunes que preceden al diagnóstico de la diabetes tipo 1 es la pérdida de peso a causa del desequilibrio hormonal que padecen. Al carecer el organismo de la suficiente insulina no puede aprovechar todos los azúcares; por consiguiente, el aporte energético es menor y de ahí la pérdida de peso.
Aunque el término “diabulimia” puede parecer que comparte las conductas de una bulimia nerviosa (comer en abundancia para después purgarse y compensar así el exceso de calorías ingeridas), los signos de identidad son totalmente distintos.
Drunkorexia: Seguir una dieta de adelgazamiento supone considerar todos aquellos alimentos que, por su elevada carga energética, deben ser limitados para no exceder de las calorías adecuadas. Los dulces, galletas, patatas fritas, etc. están más o menos prohibidos, pero existen también bebidas azucaradas y con alcohol.
Debe tenerse en cuenta que un gramo de alcohol o etanol aporta aproximadamente 7 kilocalorías. Con ayuda de una fórmula sencilla para determinar los gramos de alcohol exactos de cada bebida y de unas tablas de composición de alimentos, se pueden estimar las calorías derivadas del consumo de distintas bebidas. Por ejemplo: una lata de cerveza (330 ml) supone para el organismo un aporte de alrededor de 110 calorías; un vaso de vino (125 ml), unas 80 calorías y un combinado supera las 200 calorías.
La tendencia a dejar de comer durante horas o apenas comer durante el día para compensar las calorías ingeridas con las bebidas se está extendiendo entre la gente joven.
Geofagia: Es el trastorno de Pica más estudiado y consiste en la apetencia por comer tierra. No se conoce el origen de este deseo aunque algunos estudios lo han relacionado con personas que padecen retraso mental, niños y mujeres embarazadas. La razón principal podría ser la falta o deficiente asimilación de minerales como el hierro, el zinc o la sensación de saciedad que produce en dietas para reducir peso.
Hiperfagia: Se trata de un aumento considerable de la sensación de tener apetito con la consiguiente ingesta descontrolada de alimentos, aunque no presente una razón aparente. Este deseo suele aparecer aún después de haber comido normalmente.
Ortorexia nerviosa: Se caracteriza por una obsesión por la comida “sana” y la dieta, llegando a interferir en la vida cotidiana de la persona, eliminándose de la dieta todos los productos que no sean naturales y sanos como: carnes, grasas, alimentos procesados o preparados, comida rápida, etc. Retirar algunos productos de la dieta suele ocasionar problemas en el organismo al no recibir todos los nutrientes que necesita. Por ejemplo, prescindir de los lácteos puede conducir a una deficiencia de calcio, necesario para los huesos, músculos y sistema nervioso. En cuanto a la carne priva al organismo de una fuente importante de proteínas y hierro cuya falta facilita la anemia, con la consiguiente falta de energía, problemas respiratorios y baja concentración.
Por supuesto, se conocen las características de diferentes adicciones como el alcohol, drogas, sexo, incluso a ir de compras, pero la ortorexia es otro tipo de adicción que se presenta por diferentes causas como el estrés o la depresión y a la que debería prestársele mucha atención. Además de la estricta dieta se combina con rutinas o tablas excesivas de ejercicio, lo que debilita aún más.
Pagofagia: Es el nombre que recibe el trastorno y consiste en unos deseos irrefrenables de comer hielo. Puede deberse a diversas causas, por síndrome de pica, alteraciones neurológicas y/o mentales o, sencillamente, por placer.
Es conveniente descartar otro tipo de enfermedades como: erosión esofágica, (reflujo, vómitos repetidos, bulimia, etc). Comer hielo disminuye el dolor estomacal.
Permarexia: Nuevo desorden alimenticio que todavía no se encuentra catalogado como patología o enfermedad y que suele darse con mayor incidencia entre la población femenina.
Este desarreglo recoge ciertas particularidades, una mujer que sufre permarexia realiza un régimen continuado de adelgazamiento pero no deja de comer ni tampoco se provoca el vómito. Sin embargo, su pensamiento se centra en lo que está comiendo llegando a límites extremos.
Por lo general, suelen acompañar su alimentación con suplementos vitamínicos. También, suelen utilizar diversos productos diuréticos y con fibra. Las permaréxicas creen ser especialistas en nutrición considerando que realizan lo más adecuado para su organismo.
Uno de los peligros a los que se enfrentan es que pueden abandonar su dieta repentinamente con la rápida recuperación de los kilos perdidos. A ello debemos añadir el continuo estado obsesivo asociado a nerviosismo, estrés, etc.
Pica o Alotriofagia: Se caracteriza por un deseo compulsivo de comer, masticar o lamer artículos no alimenticios o con carencia de elementos nutritivos. Estos pueden incluir: tiza, papel, yeso, pintura, bicarbonato de sodio, almidón, pegamento, moho, hielo, granos de café, cigarrillos, cenizas e, incluso, heces de animales. Estas personas son incapaces de distinguir los alimentos de los que no lo son.
Para poder diagnosticar el trastorno de pica, es necesario que esta conducta se prolongue durante un mes como mínimo. Se suele dar más en niños de edades comprendidas entre uno a seis años, aunque también puede aparecer en franjas de edades más adultas.
Este tipo de trastorno está estrechamente relacionado con la presencia de altos niveles de desnutrición, anemia o desordenes obsesivo-compulsivos que, por supuesto, pueden llevar a posibles problemas de salud (intoxicaciones).
Polifagia: Aumento anormal de la necesidad de comer debido a ciertos trastornos psicológicos o a alteraciones hormonales. Entre las patologías desencadenantes de este trastorno encontramos: bulimia, hipertiroidismo, hipoglucemia, ingesta de algunos relajantes musculares, así como el síndrome premenstrual y otros. También es una de los principales síntomas de la diabetes mellitus.
Potomanía:
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