Van der Rohe

Nació el 27 de marzo de 1886, hijo de Michael Mies y Amalie Rohe y murió el 17 de agosto de 1969 a la edad de 83 años. En 1900 comencé a trabajar en el taller de su padre, que era un albañil. En 1905 me mudé a Berlín para colaborar en el estudio de Bruno Paul y, de 1908 a 1911, en Peter Behrens, donde conocí a Walter Gropius y Le Corbusier, quienes son, junto con él y el estadounidense Frank Lloyd Wright, el Los mejores arquitectos del siglo XX. Inicialmente se orientó hacia la arquitectura neoclásica, pero su viaje a los Países Bajos en 1912 lo llevó a cambiar sus intereses, luego del descubrimiento del trabajo del arquitecto y urbanista holandés Hendrik Petrus Berlage. Después de la pausa de la Primera Guerra Mundial, me uní a varios movimientos de vanguardia (Novembergruppe, De Stijl) y comencé a llevar a cabo proyectos revolucionarios, como el de un edificio de oficinas en la Friedrichstrasse de Berlín, que consta de dos torres de veinte. Historias unidas por un núcleo central para escaleras y ascensores. Durante este período, publiqué la revista G, en colaboración con Hans Richter, y en relación con algunos de los artistas más avanzados del momento, como Tristan Tzara o El Lissitzky. Desde 1926 ya realicé obras de cierto tamaño, como la casa Wolf en Guben, todas de ladrillo y la casa Hermann Lange en Krefeld. Casi al mismo tiempo construí el monumento a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg (destruidos por los nazis), un simple muro de ladrillo con dos paneles en voladizo. Después de estos y algunos otros proyectos, me convertí en un arquitecto de prestigio y comencé a recibir comisiones oficiales, el primero de ellos un complejo de viviendas experimentales para la Exposición de Stuttgart de 1927, el Weissenhof Siedlung, para el cual pedí ayuda a los principales arquitectos europeos.

La consagración de Mies van der Rohe tuvo lugar en 1929, cuando se construyó el pabellón alemán para la Exposición Internacional de Barcelona, ​​que se publicó en la obra maestra y obra arquitectónica más influyentes del siglo XX. Su enorme simplicidad y la continuidad de los espacios, que parecen no tener principio ni fin, son sus cualidades más admiradas.

Después de dirigir la Bauhaus de 1930 a 1933, el ascenso al poder del nazismo en Alemania lo obligó a emigrar a los Estados Unidos, donde fue nombrado director de la facultad de arquitectura en el Instituto de Tecnología de Illinois en Chicago (1938).

En 1958-1959, puse los últimos toques a su carrera en el famoso Seagram Building de Nueva York, que se dice que es el rascacielos más hermoso en vidrio ahumado y aluminio, y la Neue Nationalgalerie en Berlín (1962-1968).

Con este trabajo, Mies van der Rohe se mantuvo en la línea de oponerse al horizontalismo de sus obras arquitectónicas europeas al verticalismo predominante en los estadounidenses.

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