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Violencia


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2014  •  8.741 Palabras (35 Páginas)  •  194 Visitas

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Violencia y familia

Según Torres1 et al. Define la Violencia en la familia como toda acción u omisión de cualquier individuo que conforme la familia que dé lugar a tensiones, vejaciones u otras situaciones similares en los diferentes miembros de la misma.

Rojas5 (2005) define la violencia como el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Torres1 et al. También expresó que los malos tratos a la mujer son aquellos que se producen en el ámbito doméstico, privado, equiparables a modelos de conducta y de comunicación propios de una relación asimétrica, no equitativa, de dominación y en la que el agresor normalmente el hombre tiene una relación de pareja conyugal o no con la víctima. Así mismo, durante los siglos las mujeres han soportado indefensas los abusos de sus compañeros. Muy raramente se defendían y casi nunca respondían al agresor con Violencia. Aquella mujer que optaba por vengarse, tenía que soportar la incomprensión social y además era castigada legalmente.

En ese mismo orden, Giraldo y González6 (2009) plantean que el ciclo de la violencia en el hogar está compuesto por los siguientes factores, estrés, ansiedad creciente, hostilidad, agresión, tendencia a censurar la víctima, reconciliación, alivio temporal y nueva vez estrés.

Es por lo antes mencionado que no se debe creer en el episodio aislado de que el pensamiento es solo una vez, estaba nervioso y perdió el control, y las expectativas de que no volverá a repetir son los pilares en los que se basan las agresiones domésticas ya que con esto se le estaría dando pie o inicio al ciclo de violencia. Los hijos van asimilando unos roles en los cuales la mujer es desvalorizada o humillada, y aprenden a basar la relación entre ambos sexos en la dominación y en la fuerza si no se hace nada por evitarlo; este será el tipo de relación que establecerán en un futuro con sus propias parejas.

Torres1 et al, dividió la violencia en dos fases, al principio en una primera fase, las tensiones surgen a partir de pequeños incidentes o conflictos. Suele ser la acumulación de varias frustraciones, generalmente por una falta de satisfacción en la vida de pareja. Posteriormente, en la segunda fase el agresor pasa a la acción con agresiones físicas como golpes, quemaduras, patadas, para terminar en una última fase de calma en la que intenta mostrarse cariñoso con la agredida. Esta fase representa el refuerzo proporcionado a la víctima para mantener su relación de pareja, consiguiendo frecuentemente disculpar las acciones violentas mediante actitudes agradables y regalos. El período de paz y tranquilidad se rompe ante una nueva situación de estrés que favorecerá la aparición de nuevos comportamientos violentos, con lo que el ciclo volverá a empezar.

Tal como lo define Godínez7 (2008) la violencia psíquica, es cualquier acto o conducta intencionada que produce desvalorización, sufrimientos o agresión psicológica a la mujer. Puede ejercerse a través de insultos, vejaciones, crueldad mental, gritos, desprecio, intolerancia, humillación en público, castigo, muestras de desafecto, amenaza de abandono, y subestimación. Es frecuente que se den comportamientos de maltrato psicológico que sean aceptados socialmente y entren dentro de los límites de la normalidad. Conviene reflexionar sobre la consecuencia de los mismos para poder tomar conciencia de su gravedad y así, conseguir eliminarlos.

Algunos hombres no golpean físicamente a sus compañeras, pero las convierten en víctimas cargándolas de continuos reproches y amenazas, lo que las hace mantenerse en un clima de angustia y destruye su equilibrio psicológico. El terror psíquico persiste bajo la forma de amenazas, del espionaje y de los interrogatorios de tercer grado. Este tipo de violencia conduce sistemáticamente a la depresión y, a veces, al suicidio.

Godínez7 et al, plantea además en su investigación que los diversos estudios realizados en la unión europea parecen indicar que no hay una tipología especifica de mujer maltratada, aunque si unas características comunes que suelen compartir estas víctimas. Algunas de ellas han tenido una experiencia negativa en su familia. Sufrieron abusos físicos, psicológicos o sexuales por parte de una madre maltratada, y así adquirieron un rol pasivo de sumisión y sometimiento. Pertenecieron a una familia en la cual la violencia era la forma más natural de relacionarse y, por tanto están habituadas a este tipo de conductas. Como resultado, han desarrollado una desvalorización de su persona e intentan adaptarse a las circunstancias del maltrato doméstico.

Se trata de un hecho social muy generalizado, no exclusivo de un grupo o clase social y que afecta a un gran número de mujeres. La mayoría de ellas considera su situación como privada, lo que dificulta la solución. La propia mujer ha asumido esas pautas sociales que la definen a ella como un ser dependiente y a los malos tratos como asuntos privados; de este modo cuando, en situaciones extremas, intenta salir de esas relaciones violentas, cae en sentimientos de culpa, acepta las agresiones y, de cierta manera, tarda en darse cuenta de que no solo es culpable, sino que es una víctima.

Puede ser una más de las razones que influyen en el hecho comprobado de que la mayoría de las mujeres maltratadas no denuncien su situación quizás por la confianza en que todo se solucionara con paciencia.

Torres1 et al, agrupó las características de la mujer maltratada, de la siguiente manera: Fue maltratada por sus padres, aprendió a someterse a la voluntad del hombre, está acostumbrada a conductas violentas, no se valora como persona, tiene baja autoestima, tiene un concepto del amor que la lleva al sacrificio y a la dependencia absoluta de su pareja, necesita la aprobación de su pareja, no tolera la idea del fracaso. Un acto de maltrato físico deja siempre secuelas físicas y psicológicas. Sin embargo, dependiendo de la naturaleza del maltrato, las consecuencias psicológicas serán diferentes.

Las tres formas principales de violencia son, violencia física o malos tratos físicos, Violencia psíquica o malos tratos psíquicos, violencia sexual o abuso sexual. Es muy difícil encontrar aislada una de estas tres modalidades, ya que frecuentemente tienden a combinarse. Es frecuente que una mujer maltratada comente que el primer golpe que recibió por parte de su marido fue por un motivo sin importancia; por celos, por llegar tarde. Pensó que era un simple accidente cuando, en realidad, fue el primero

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