Violencia

Durante la historia de la humanidad se han registrado distintos eventos donde está presente la violencia, ya sea entre masas o cuerpo a cuerpo. es así como logramos observar a medida que evoluciona el ser humano que este comportamiento del individuo no deja de aparecer, aunque muchos se preguntan ¿A caso en nuestra época observamos más violencia que antes?, es posible que en nuestra época estemos más conscientes de lo que implica la palabra violencia y logremos observarla ya no solo en algunos eventos en particulares, sino que erradicado en distintos momentos de nuestro día a día, pero entonces, surge una nueva pregunta ¿Porque el individuo lleva a cabo este comportamiento?, si bien es cierto aun no existe una respuesta especifica a esta pregunta, podemos explorar incluso desde una perspectiva psicológica, diferentes enfoques que buscan dar una explicación concreta al comportamientos violento.

La violencia la podemos definir como un acto deliberado dirigida hacia una persona u objeto, con intenciones de agredir o lastimar al otro. La agresión y la violencia son dos fenómenos que pueden ir de la mano, sin embrago, no en todo acto de violencia puede existir una agresión, debido a que esta última se considera únicamente como algo no intencional y se considera una emoción del ser humano, a diferencia de la violencia que sería “la “mala gestión” de esta emoción lo que nos lleva a realizar un acto violento.” (Up! Psicología & Coaching, 2012). En la actualidad la violencia se clasifica según su forma de llevar a cabo (ejemplo: violencia directa) y ámbito en la que se desenvuelve, por ejemplo violencia domestica, violencia escolar, entre otros.

Ahora bien, Existen distintos enfoques teóricos que intentan explicar el origen de la violencia, entre ellos encontramos algunos de los más determinantes como lo son el enfoque etológico donde Lorenz (Considerado el padre de la etiología)el cual dicta que la agresión es producto de un cumulo de fuerza instintivita generado por los instintos del ser como un aspecto biológico que se ha desarrollado durante la evolución de nuestra especie humana, en paralelo a este encontramos el enfoque psicoanalista donde S. Freud habla de la existencia de la pulsión agresiva como una carga energética que se origina en un estado de excitación corporal (en este caso sería un estado de tensión), de esta manera el individuo intenta disminuir o de hacerse del estado de tensión; entonces, bajo estos parámetros podríamos tomar la violencia como una conducta normal en el individuo, la cual aparece por la necesidad de saciar un estado de tensión. Por otro lado, existe el modelo teórico de la frustración, en esta Dollar y Millers afirma que dicha conducta es debida a una frustración como una condición que impide un logro del individuo; este criterio no se observa en contra de los primeros enfoques, en tal caso de tomar la frustración como un posible cumulo de tensión. Por su parte, existen otras teorías que hablan de la influencia de la sociedad y la capacidad de modelar la conducta en el individuo. También encontramos la Teoría de aprendizaje social de Bandura quien dicta que “las influencias del modelamiento y del reforzamiento operan conjuntamente en el aprendizaje social de la agresión en la vida diaria” (Bandura y Ribes, 1975). En el enfoque sociológico

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