EL PECADO TIPOS DE PECADOS.
Enviado por alas96 • 13 de Noviembre de 2016 • Documentos de Investigación • 1.488 Palabras (6 Páginas) • 350 Visitas
EL PECADO
TIPOS DE PECADOS.
La variedad de pecados que puede cometer el hombre es grande. En Gálatas (5. 19,21) se da un listado de pecados que quienes los cometan nunca podrán heredar el reino de Dios; entre estos pecados están la libertad sexual, impurezas y desvergüenzas, odios, celos, violencia, borrachera, orgias; todos ellos frutos de la carne que nos apartan de la gracia de Dios.
Los pecados se pueden distinguir por su objeto, como todo acto humano, o por las virtudes a las que se oponen por exceso o defecto, según los mandamientos que quebrantan. Se les puede agrupar según ofendan a Dios, al prójimo o a sí mismo; se les puede dividir en pecados espirituales y carnales, o también en pecados de pensamiento, palabra, acción u omisión; los pecados de omisión son todos aquellos pecados cometidos por aquellos que no hicieron ningún mal…, más que el de no atreverse a hacer el bien que estaba a su alcance. Aun Jesucristo condena al infierno “por lo que hicisteis” hacer el bien es una obligación y quien no la cumple cae en pecado de omisión. La raíz del pecado esta en el corazón del hombre, en su libre voluntad, según de las enseñanzas del Señor “De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre” (Mt 15, 19-20). En el corazón reside también la caridad pri9nciio de las buenas obras, que hiere también al pecado.
PECADO ORIGINAL
Cuando nacemos a la vida natural, nacemos muertos de la gracia de Dios, porque con nosotros llevamos es pecado original, el cual únicamente se lavara con el sacramento de bautismo. El bautismo es nuestro segundo nacimiento; un nacimiento a la vida sobrenatural. Dios creo a nuestros primeros padres en estado de gracia y en señal de su soberanía les dio un mandato para que ellos cumpliéndolo mostraran su aceptación. Ellos cediendo a la tentación del demonio (San Juan 8, 44) desobedecieron.
Puesto que el fin propio del precepto era probar la obediencia, no podemos medir la gravedad de la culpa por la acción exterior en la que se manifiesta; el hombre fue creado por Dios en la justicia, sin embargo, por instigación del demonio en el mismo comienzo de la historia, abuso de su libertad desobedeciendo a Dios. Este pecado de desobediencia es el pecado original, llamado así por ese el primer pecado cometido en la tierra, en los principios de la humanidad. Dice San Pablo que Adán introdujo el pecado al mundo (Romanos 5, 12). Este pecado es el que da el origen de muchos otros y con este pecado de desobediencia nuestros padres perdieron la gracia para ellos y para nosotros sus hijos.
Si un monarca concede un titulo nobiliario a una familia a condición de que la cabeza de esta no sea indigno de ella, ¿Quién puede protestar si después de una ingratitud de este cabeza de familia, el monarca retira el titulo a toda la familia? Lo mismo que cuando el embajador una nación firma un tratado que compromete a todo su país, lo mismo nos afecta a todos el pecado de Adán, que fue la cabeza del género humano.
El Concilio de Trento define como de fe que el pecado original se transmite por generación, por herencia. Pablo VI en el credo del pueblo de Dios dice que el pecado se transmite juntamente con la naturaleza humana, por generación. Nosotros no somos responsables del pecado original porque no es un pecado personal nuestro, pero lo heredamos al nacer, por esa razón el pecado original es llamado pecado de manera análoga; es un pecado “contraído”, no “cometido” es un estado no un acto .
En virtud de la ley de solidaridad de Adán para con toda la humanidad, por ser su cabeza físico-jurídica, nos priva de los dones extraordinarios que Dios había concedido en un principio a Adán para que se los comunicara a sus descendientes, el mismo modo que hubiera existido la solidaridad si hubiera sido fiel, también existe la solidaridad en su rebeldía y el gran desastre de su pecado fue que arrastro consigo a toda la naturaleza humana.
Pero no debemos protestar por sufrir las consecuencias del pecado de Adán ¿habríamos sabido nosotros conservar esos dones? ¿No son nuestros pecados personales una prueba de que nosotros también hubiéramos prevaricado?
PECADO MORTAL
El pecado mortal destruya la caridad en el corazón del hombre por una falta grave a la ley de Dios, que en su fin último de bienaventuranza, prefieren un bien inferior. El
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