Libertad Y Pecado

Contenido Conceptual: Libertad y pecado.

Contenido procedimental:

• Elaboración de mapa conceptual a partir de lectura del Catecismo de la Iglesia Católica

• Interpretación de texto bíblico.

Contenido actitudinal: Responsabilidad ante la seria tarea de elegir la verdad y el bien para ser libres del pecado.

Objetivo: Que el alumno descubra el verdadero significado de libertad, el cual está dirigido al bien y la verdad en oposición al pecado, dejando clara las diferencias con el libertinaje.

Desarrollo del encuentro

I. Situación:

Nos vamos a separar en cinco grupos y vamos a trabajar en torno a las siguientes consignas:

• ¿Qué es la libertad?

• ¿En cuáles de estos momentos representados en los dibujos me siento libre? (se le entregará una copia de los dibujos a cada grupo).

Elaborar las respuestas por escrito de manera que el/la secretario/a del grupo las exponga finalmente.

Ahora vamos a analizar algunas visiones que predominan en lo que atañe a la libertad en la actualidad. Es importante ir relacionándolas con nuestras ideas trabajadas en los grupos y ver si nos sentimos familiarizados con algunas de ellas; si nos identificamos con algunas de ellas.

II. Visiones inadecuadas sobre la libertad.

1. Determinismo: hay distintas ramas de esta visión .

Veremos tres clases de esta visión. El común denominador de las visiones deterministas es que el hombre no es dueño de sus actos, no es quien domina su destino sino que éste ya está escrito y no lo puedo cambiar. En estas visiones queda anulada la libertad. Quizás en sus respuestas ninguno haya puesto que la libertad no existe o que queda reducida a un modo de afrontar el destino irreversible que me espera, pero muchos se sentirán de alguna manera identificados con algunas ramas de esta visión.

a). La práctica de la hechicería y los horóscopos. la hechicería se caracteriza por la creencia en amuletos (si utilizo esta camiseta voy a ganar el partido o si utilizo esta pulsera voy a tener suerte en mi vida), adivinos (sí, porque la gitana me lo dijo, así que vos me vas a dejar, seguro), etc.

En cuanto a los horóscopos, se considera que el futuro del hombre esta determinado por el movimiento de los astros, de manera que estos últimos según su ubicación harán que tengamos suerte o no, que nos pongamos de novios o nos peleemos con nuestros seres queridos, que me vaya bien o mal en el examen de física porque la posición de saturno…determina que así será.

b). Fatalismo social. Afirma que no todos somos iguales: algunos nacieron destinados a ser ricos y exitosos otros a vivir pobres… o en la indigencia (sin lo mínimo para vivir).

c). Determinismo socio-cultural. Soy un mero producto de lo que me impone la sociedad y la cultura. Por eso ahora somos consumistas: consumimos marcas de ropas, coca cola, salidas a los shopings, Tinellis…chaucheses, Simpsons, cyber, Play stations, etc. no puede ser de otra forma, pues es lo que me impone el ambiente. El ambiente se impone por su propio peso. Yo me limito a tomarlo y hacerlo mío.

2. Relativismo:

Esta visión se opone a la universalidad de la verdad (a que hayan verdades que valgan para todos los hombres, en cualquier lugar y en toda época), por lo tanto de los valores y las leyes también. Sin embargo si admite la existencia de verdades, las cuales variarán de acuerdo a la época, el lugar o persona.

Distinguiremos entre dos clases de relativismo:

- Relativismo cultural (o historicista):

- Relativismo Subjetivista

1). El relativismo cultural afirma que las verdades no so universales, sino que están limitadas para una época y un pueblo determinados, y que cambian según estos factores (lugar y tiempo) siendo reemplazadas por nuevas verdades, quedando las primeras obsoletas, inservibles.

2). El relativismo subjetivista afirma que la verdad depende de la persona, pudiendo haber tantas verdades diferentes y contradictorias como personas hayan, sin dejar de ser verdad ninguna de ellas. De aquí que soy libre de hacer lo que quiera y está bien. Esta situación se puede graficar con la pregunta que un profesor hizo a sus alumnos sobre cómo debía actuar una joven ante determinado problema ético:

Profesor: _ Bueno, estas son las opciones que tiene ¿qué debe hacer?

Alumnos: Ella tiene que elegir.

Profesor: _ Sí, ya sé que es ella la que tiene que decidir. Pero ¿qué debería hacer?

Alumnos: _ Que ella elija.

Profesor: _ Claro, ya sé que tiene que elegir ella. Pero, ¿cómo tendría que elegir? ¿y en virtud de qué?

Alumnos: _ La elección es suya.

De esta manera vemos la visión relativista con un claro ejemplo. Lo que la joven haga es decisión suya y eso está bien. Ella es su criterio, nadie puede decirle nada pues estaría interfiriendo en su elección libre, sería no respetar su libertad, tan de moda hoy.

Nos encontramos frente a distintas formas de entender la libertad que conviven con nosotros. De cuál sea nuestra idea de libertad dependen muchas cosas en mi vida y en la sociedad entera.

Problemas como ¿Debo atenerme a lo que me diga un adivino o un horóscopo para tomar una dedición importante en mi vida? ¿Soy libre de pagarle dos pesos la hora a mi empleado porque para mi eso está bien?

¿Era libre Hittler de matar a millones y millones de personas porque su verdad le decía que eran una raza inferior a la suya?

¿Es libre EE.UU. de iniciar una guerra contra Irak porque pensaba (o decía) que tenían armamento nuclear?

¿Es libre de abortar la joven que queda embarazada porque es dueña de su cuerpo?

Vemos cómo la libertad se relaciona con dos cuestiones: si es verdad y si está bien: la verdad y el bien. ¿Porqué esta relación entre verdad, bien y libertad?

III. Aproximación antropológica

Un animal es un ser determinado por su instinto. No actúa porque razona sobre que acto realizar o cual no, sobre si le hará bien comer esto o hacer aquello, no busca conocer la verdad de las cosas. En otras palabras como no tiene inteligencia para conocer la verdad y voluntad para dirigirse hacia lo que conoce como bueno, no es un ser libre.

El hombre es un ser que a diferencia de los animales tiene inteligencia (para conocer la verdad) y voluntad (para dirigirse al bien) por lo tanto, aún asumiendo en el hombre la existencia de aquel sentimiento espontáneo en cual nos dejamos llevar por los sentidos (lo que veo, lo que siento) y al cual llamamos instinto, no podemos dejar de afirmar

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