Libertad Anticipada

I. SÍNTESIS DE LOS HECHOS QUE MOTIVARON LA INVESTIGACIÓN POLICIAL

El 26 de diciembre de 1999, fue encontrado el cadáver de Casimiro Lucio Sandoval Pérez, por personal policial de la Comisaría de Villa María del Triunfo, en el interior del lote s/n de la Ampliación del AA. HH. Cerró Verde- Villa Maria del Triunfo- Lima.

El descubrimiento fue posible debido a la intervención de uno de los hijos del occiso, Jesús Manuel Sandoval Guardia, quien solicitó el apoyo policial respectivo, puesto que detectó en el interior de la vivienda la presencia de un hoyo de aproximadamente 90 cm. de profundidad, el mismo que luego de ser cavado por el mencionado y varios familiares más del agraviado, encontraron el pie derecho de un cadáver, con lo que comunicaron del hecho a la policía del sector, por suponer que podría tratarse de su padre, ya que se encontraba desaparecido desde aproximadamente seis meses para esa fecha.

La victima consumía licor habitualmente, lo que produjo que la relación entre ambos se vuelva inestable, por lo que el 11 de junio de 1999 al promediar las ocho de las noche, día en que se produjeron los hechos, Casimiro Lucio Sandoval Pérez llegó a su inmueble en estado de ebriedad y ofendió verbalmente a su conviviente Balvina Basualdo Espinoza, para luego gritarle que quería mantener relaciones sexuales con sus hijas Yanina Franco Basualdo y Dora Franco Basualdo.

Durante el resto de la noche el agraviado escucho música hasta quedarse dormido. Al amanecer, aproximadamente a las 06:00 horas, del día 12 de junio de 1999, la sindicada encontró a Casimiro Lucio Sandoval Pérez, quien dormía sentado con la cabeza apoyada sobre una mesa y, por la molestia y el resentimiento que había sentido el día anterior por lo increpado por el agraviado, la inculpada se le acerca para recriminarle por su comportamiento empujándolo, al extremo que cae pesadamente sobre una piedra que servía como banco, golpeándose a la altura de la región temporo pariental izquierda, lo que le produjo una convulsión.

La sindicada se desespero por lo sucedido, por lo que le propinó golpes en el pecho con la finalidad de que reaccione. Al ver que el agraviado no reaccionaba y al pensar que se encontraba sin vida, le cubre la cabeza con una bolsa plástica, según señaló la sindicada, para que no se posen las moscas sobre su rostro, para luego tomar la decisión de desaparecer el cuerpo. Le ató las manos y los pies utilizando para ello cuerdas de nylon, cables y una cadena metálica, para luego arrastrarlo hasta un hoyo que el propio agraviado había construido para que funcione como un depósito de agua, lugar en donde finalmente arrojó el cuerpo y procedió a enterrarlo con piedras de diferentes tamaños y arena, con ayuda de una pala; al día siguiente concurre al domicilio de su hija Laura Franco Basualdo, en el AA.HH. Mariscal Castilla-Rimac, a quien

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