Libertad Y Justicia

Somos individuos, por lo tanto somos individualmente libres, la sociedad que prohíbe limita nuestra libertad, solo seriamos realmente libres fuera del orden social, en la soledad y sin obstáculos, pero ¿seriamos felices?

Uno de los elementos básicos sobre el cual esta basada la felicidad, son las relaciones sociales; necesitamos vivir con otros humanos e interactuar entre nosotros, compartir valores, compartir pensamientos y opiniones, aprender de los demás, en pocas palabras, necesitamos vivir en sociedad, en un orden social que no garantice la pérdida absoluta de la libertad individual.

Necesitamos reducir nuestra libertad para poder ser felices socialmente, pero, ¿Cómo la felicidad llega al orden social? El elemento a través del cual la sociedad consigue ser feliz, es la justicia. La justicia debería garantizar una vida en armonía entre todos los “seres sociales”.

Jeremy Bentham dijo que el objetivo de la justicia es proporcionar la mayor felicidad posible para el mayor número de personas, si su idea de felicidad no fuera tan materialista, seria un buen concepto de estado justo, de hecho seria el planteamiento que cualquier líder de estado debería hacerse; su pregunta debería ser: ¿cómo proporcionar felicidad? Este es el problema de la justicia, que no todo estado es justo, no todo estado respeta los derechos humanos e intenta contentar a todas las clases sociales del pueblo, muchos lideres de estado acaban pensando en sí mismos, siendo esto una fractura del orden social, ya que deja de ser una sociedad y se convierte en un autoritarismo. Otro de los factores por los cuales existe la justicia, es la necesidad de seguridad del pueblo. Se necesitan unas leyes que nos permitan vivir seguros, el problema surge cuando algunos estados imponen leyes que se basan en determinadas ideologías y no pretenden dar seguridad al orden social, sino prohibir para inculcar el miedo. El miedo es la razón por la que se cumplen las leyes.

El diccionario de la RAE, define justicia como: “virtud, que se inclina a dar a cada uno lo que le corresponde”, se define la justicia como una virtud. Según Aristóteles, la justicia era la virtud perfecta, el punto medio entre el defecto (recibir injusticia) y el exceso (hacer injusticia), esta virtud surge da la voluntad humana.

Hans Helsen, en su obra ¿Qué es la justicia?, dice que la naturaleza es injusta ya que otorga cualidades a algunos seres humanos y a otros no. Si la naturaleza es injusta, la justicia es una invención humana, es artificial, no existen derechos naturales, existen derechos morales. Dependiendo del ámbito moral en el que se encuentre un individuo, tendrá unos derechos u otros dentro de esa misma moral, a partir de estos derechos y la voluntad humana surge la justicia.

El hombre quiere crear leyes para ordenar y controlar la sociedad y así alcanzar la felicidad, esto supone un obstáculo para la libertad, pero es necesario. Para encontrar un sistema en el que la justicia no limite nuestra libertad, tendríamos que recurrir a la utopía de la “autojusticia”, un sistema en el que cada uno se rigiera por su propio concepto de justicia, por sus propias leyes. Así seriamos libres, pero se crearían conflictos de valores entre los distintos individuos, no se cumpliría el objetivo de la justicia (vida en armonía entre todos los “seres sociales”), por lo tanto, este concepto, aparte de utópico, seria inválido. El sistema de gobierno actual que, teóricamente, más se acerca a la idea de “autojusticia” es la democracia. En un estado demócrata conviven distintos ideales en la misma sociedad, cada individuo es libre de elegir la ideología que quiere apoyar y se le otorga el poder al pueblo, en estos estados se respeta la libertad de expresión y autonomía, pero sigue habiendo conflicto de valores. Aquí se presenta el principal problema de la justicia; es imposible favorecer al pueblo en su totalidad, la justicia favorecerá en mayor parte a un ideal o a otro dependiendo del partido que gobierne. La democracia se basa en el principio de Bentham ya que si un partido ha sido elegido democráticamente por el pueblo, significa que hay mayoría de personas con el mismo ideal, por lo tanto se proporcionara la felicidad para el mayor numero de personas, pero esa mayoría puede ser mínima y, entonces, un gran sector de la población permanecerá descontento. Por lo tanto, la democracia llevada a la practica, tampoco cumple el objetivo de conseguir una vida en armonía entre todos los “seres sociales”. Con esto se demuestra la idea de Helsen, que dice que “la justicia es relativa”. Helsen también dice que muchos estados quieren engañar a los ciudadanos convenciéndoles de que la ley es la felicidad y recuerda que Platón

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