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El poder de la sangre de cristo


Enviado por   •  3 de Agosto de 2016  •  Ensayo  •  1.491 Palabras (6 Páginas)  •  320 Visitas

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EL PODER DE LA SANGRE DE CRISTO

POR: JUAN RAMÓN GONZÁLEZ MATÍAS

Hace muchos años se desencadeno una condena en el jardín del Edén, lugar que era próspero y bendecido ricamente por Dios, en Génesis 2: 4-14 se describe la belleza natural que Jehová había creado, sin embargo, en el capítulo 3 del mismo libro se cuenta el motivo de la expulsión del hombre.

Adán y Eva habían comido del árbol prohibido por Dios, en Génesis 3: 13-19 se relata la condena que recibieron ellos junto con la serpiente y la tierra, a partir de ese momento el hombre contribuyó al propósito de satanás, ser independientes de Dios, aunado a este pecado se añadieron otros, tales como: el asesinato, el adulterio, la fornicación, la mentira, el odio, el engaño, la envidia, la indiferencia a Dios y muchos más, los cuales son innumerables de mencionar.

Un pecado trajo más pecado, pues la evidente independencia que el hombre adquirió le trajo consigo un libertinaje en la libertad de albedrío que recibió en la creación, con el pasar de los años el pecado fue adquiriendo una personalidad distinta, hoy en día se pueden observar actos monstruosos realizados por hombres que se niegan a aceptar a Cristo en su vida. Éste pecado tiene un sueldo, la muerte, esto lo declara Pablo en Romanos 6:23 porque la paga del pecado es muerte… la primer muerte que recibe el hombre es la espiritual, Ezequiel 18:20 dice: el alma que pecare esa morirá… pecar no es algo digno de alabanza, aunque la humanidad viste el pecado con ropas de alegría, respecto a esto, Proverbios 14:9 dice: los necios se mofan del pecado… cuantos necios hay que se ríen cuando pecan, alzan sus copas de vino y se embriagan por las calles celebrando al pecado, muchos son los que se gozan de su maldad, disfrutan haciendo daño al prójimo y a sí mismos, como lo dice Isaías 5:18 hay de los que  traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como coyundas de carreta. El pecado no es un adorno, ni mucho menos un objeto de orgullo, pues quien lo practica se muere espiritual y físicamente.

La humanidad clama a Dios por la mucha maldad que corre por las calles de los pueblos y ciudades, creen que Dios es malvado por dejar que sucedan actos atroces en el mundo, pero la realidad es otra, los malvados somos nosotros, pues al alejar el corazón de Dios se antepone una gran barrera entre el Señor y nosotros, así lo expresa Isaías 52:2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. He ahí la respuesta que el mundo necesita escuchar, la gran maldad que azota al mundo es por el imperio que Satanás ha puesto en la tierra debido a que el hombre le ha abierto las puertas de su corazón.

A tal magnitud caótica, mayor el precio que se tenía que pagar, era inmensa la deuda y los becerros y carneros ofrecidos no eran suficientes para finiquitar la compra de la humanidad, se pueden observar diversas citas bíblicas que hablan al respecto en el antiguo testamento, donde la sangre de ciertos animales servía para expiar los pecados del pueblo de Israel, lo cual representaba la sangre del Cordero de Dios, algunos pasajes son los siguientes: Levítico: 1-5, 3:2, 3:8, 3:13, 3:17, 4:25, 5:9, 7:2, 8:15, 9:18, Deuteronomio 12:27. Estas citas demuestran el uso y significado que tenía la sangre en el antiguo testamento, de hecho, José y María ofrecieron el holocausto debido en Lucas 2:24. Esta era una costumbre judía establecida por Dios en las leyes promulgadas por Moisés.

Pero nada de esto era suficiente, Dios mismo vio que Israel con el paso del tiempo se acostumbró a ofrecer holocausto y sacrificios sin hacerlo de corazón sino solo por religiosidad, ellos lo habían tomado como aspirinas para el dolor de cabeza hoy en día muchos calman su conciencia con rituales enseñados y oraciones repetitivas, pero su alma está muerta y su corazón se encuentra lejos de Dios, en Isaías 1:11 dice: ¿para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos, más adelante en el versículo 16 Dios pide lavaos y limpias; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo. Dios ya no quería ni quiere sacrificios humanos, las obras sin fe son muertas, de nada sirve la flagelación física y el tormento espiritual si no hay un arrepentimiento genuino en el corazón, Jehová dijo: ...dejad de hacer lo malo.

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