Algunas líneas orientativas y de acción.

Taller de ética empresarial[pic 1]

Profesora: Aurora Gómez Montalván.

30 de Octubre 2015

Alexandra González Elizondo

Laudato si’

Algunas líneas orientativas y de acción.

En el capitulo quinto el papa Francisco comenta sobre su intento por analizar la situación actual de la humanidad, tanto en las grietas que se observan en el planeta que habitamos, como en las causas más profundamente humanas de la degradación ambiental. Pues es aquí donde nos indica la necesidad de un cambio de rumbo y nos sugiere algunas acciones. Proponiendonos que intentemos ahora hacer grandes caminos de diálogo que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo.

 De igual forma trata el qué podemos y debemos hacer. Ya que el analisar la situacion no es suficiente pues se requieren propuestas de diálogo y de acción que involucren a cada uno de nosotros y el gobierno para poder lograr a salir de la autodestrucción en la que estamos inmersos. Para el Papa Francisco la solucion se debe de llevar acabo el diálogo. Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente, donde es difícil alcanzar consensos. Comenta que aunque la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, el invita a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común.

Sobre esto se basa el Papa Francisco sin formular un juicio severo sobre las dinámicas internacionales recientes comentando que: “las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas porque, por falta de decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces.” Y se pregunta ¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo?. Son necesarios, como los Pontífices han repetido muchas veces a partir de la Pacem in terris, formas e instrumentos eficaces de gobernanza global. De igual forma sugiere que necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza global para toda la gama de los llamados “bienes comunes globales” dado que la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. Puesto que el ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente, que cita las palabras del Compendio de la doctrina social de la Iglesia.

La mayor parte de los habitantes del planeta nos declaramos creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad. Comenta también que es necesario un diálogo entre las ciencias mismas, porque cada una suele encerrarse en los límites de su propio lenguaje, y la especialización tiende a convertirse en aislamiento y en absolutización del propio saber. Impidiendo afrontar adecuadamente los problemas del medio ambiente. Por lo que se vuelve tambien necesario un diálogo abierto y amable entre los diferentes movimientos ecologistas, donde no faltan las luchas ideológicas.

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