Babilonia

La zona centro sur de la Mesa de Guanipa en el estado Anzoátegui, caracterizada por agradables ecosistemas, ricos en agua dulce y buenos suelos para la explotación agrícola, es un ejemplo más donde se evidencia que por falta de fiscalización ambiental, se estén afectando los ríos, morichales, y los suelos, por el uso indiscriminado de agroquímicos (pesticidas), que son empleados principalmente para los controles de plagas y malezas en los cultivos. El hecho parte de que no existen campañas ecológicas por parte de los ministerios del Ambiente, Agricultura y Tierras, para concientizar a los productores de estas zonas agrícolas, sobre el uso racional que deben darle a los agroquímicos (insecticidas, fungicidas, herbicidas, etc.), de manera de no afectar el equilibrio ecológico del medio. A menudo observamos que el mal empleo en la dosificación de estos productos afecta el ecosistema de producción, ya que tienen largos efectos residuales y van a parar a los afluentes de aguas, contaminado a otras especies, así como también al hombre mismo por efecto de intoxicaciones, que en la mayoría de los casos pueden causarles la muerte.

Aunado a ello, es importante decir que hoy día, vemos en el mercado agrícola la existencia de productos químicos que están prohibidos en otros países, por ser altamente contaminantes, no obstante; se hace caso omiso y el estado permite la distribución libremente en las casas comerciales que posteriormente se ofertan a los productores para su aplicación. Cito por ejemplo los productos Glifosato y Gramoxone, ambos herbicidas empleados para el combate de malezas y muy conocidos por todos los productores, cada vez mal utilizados siguen en el mercado, no hay ningún control ambiental y se continúa aceptando su distribución.

Por tanto; considero que el Estado no ejerce plenamente su papel regulador, y esto está debilitando el cumplimiento de la ley penal del ambiente en los procesos productivos del sector agrícola de estas zonas y en general del país. El estado debe ser garante en la vigilancia de las políticas ambientales que le concierne y debe hacerlas cumplir. Cuando se incumpla debe haber sanciones que estén dirigidas a empresas, organizaciones, e incluso la comunidad en general; pues cada vez está en riesgo nuestros recursos naturales.

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