CONCILIO DE SEMANA SANTA LIBRETO 2020
Enviado por Pepe Romero • 20 de Marzo de 2020 • Apuntes • 15.387 Palabras (62 Páginas) • 333 Visitas
CONCILIO DE SEMANASANTA GRUPO REY DE REYES
COLONIA GUADALUPE VICTORIA OTZOLOTEPEC MÈX.
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ULTIMA CENA
APOSTOLES: La paz sea en esta casa hermano MARCOS: La paz sea contigo hermano
JESÚS: La paz sea en esta casa hermano MARCOS: La paz sea contigo maestro
JESÚS: En cualquier casa que entréis saludarla diciendo, la paz sea en esta casa, no olvides que yo los envió, como ovejas en medio de lobos; sed pues sencillo como palomas, no temáis, a los que matan el cuerpo. Temed a los que pueden echar el alma al infierno.
No toquéis la trompeta para ser limosna, como hacen los fariseos en Jerusalén. Lo que haga la mano derecha no debe saberlo la izquierda, orad con la puerta cerrada, diciendo de este modo.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, vénganos tu reino, hágase tu voluntad, hacía en la tierra como en el cielo, danos el pan nuestro de cada dia señor. Y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación más líbranos de todo mal.
APOSTOLES: Así sea ..
JESÚS: He deseado ardientemente comer con vosotros esta pascua, por que en verdad os digo, que no comeré otra, hasta que se cumpla en el reino de Dios. Comer, todos de él, porque este es mi cuerpo. Beber, de esto todos, porque os digo que no volveré a beber el jugo de la vida, hasta que lo beba, con vosotros en el reino de Dios. Beber de, el todos, porque esta es mi sangre, sangre del nuevo testamento, que será derramada para bien de muchos, y remisión de los pecados. Hacer esto en conmemoración mía.
LAVATORIO DE PIES
JESÚS: Amado Pedro, voy a lavarte los pies. PEDRO: ¿tú me vas a lavar los pies? ¡No lo permitiré!
JESÚS: Cuando el espíritu santo inunde de luz tú inteligencia, sabrás porque hago estas cosas y otras muchas que ahora ignoras.
MARCOS: Maestro, permite que mis ciervos hagan eso por ti.
JESUS: En verdad te digo, que todo aquel que me desobedezca será excluido del número de mis ovejas.
Amados míos, lo que he hecho con vosotros, debéis vosotros hacer con vuestros hermanos, para ganar el reino de los cielos.
En verdad os digo. El ciervo no es mayor que su señor, ni el enviado mayor que aquel que le envió. Si esto hacéis si comprendéis, la necesidad que tiene el hombre de humillarse ante sus semejantes por pequeño que este sea. Bienaventurado seréis si lo hicieres.
Si yo fuera el único en dar testimonio de la verdad, podríais dudar de mí. Pero otro atestiguó ya en mi favor. Ese otro que yo invoco, no es juan el bautista, aunque el ya dio testimonio de la luz y la libertad.
Los milagros que me permiten hacer ante vuestros ojos, demuestran que es mi padre celestial el que me ha enviado.
En verdad os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. JUAN: ¿seré yo por desgracia ese miserable que tú dices? JESUS: Tú no eres.
PEDRO: ¿soy yo acaso? JAIME: ¿yo tal ves?
SANTIAGO: Maestro ¿quizás yo?
TADEO: ¿Por desventura me cabe a mí esa desgracia? ANDRES: Maestro ¿tal vez yo? FELIPE: ¿Quién es maestro?
JESUS: El que mete conmigo la mano en el plato, ese es el que me entregara.
El hijo del hombre ha de entregarme, como escrito esta. Pero ¡hay de aquel por quien seré entregado! Más le valiere no haber nacido.
JUDAS: ¿Soy, yo por ventura, maestro? JESÚS: Tú lo has dicho, Judas.
Judas, lo que has de hacer hazlo pronto.
Amigos míos, aun permaneceré unas horas entre vosotros; mas luego me buscareis y no me encontrareis, porque donde yo voy vosotros no podéis venir.
Un mandamiento nuevo os voy a encargar, no lo olvidéis nunca:
Amaos los unos a los otros como yo os he amado. No separéis de vuestros corazones la caridad, que en eso os conoceré desde arriba por mis discípulos. Jamás des entrada en vuestros pechos a la avaricia; tratad a los hombres como hermanos que son vuestros.
PEDRO: Señor, has dicho que donde tú vas no podemos seguirte. ¿Por qué no puedo seguirte yo? Mi alma y mi vida son tuyas, dispón de ellas; no creas que arredra el peligro.
¿Qué mayor gloria que morir por ti?
JESUS: ¿tú alma pondréis por mí? En verdad te digo que no cantara el gallo esta noche sin que me hayas negado tres veces.
La paz os dejo, la paz os doy. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Todos vosotros, amados discípulos míos, padeceréis por mí esta noche. Por qué escrito esta; herirán al pastor y se descarriaran las ovejas del rebaño. Mi muerte cerca esta, más después que resucite iré delante de vosotros a galilea, a enseñaros el camino.
JESUS: Vamos la hora se aproxima.
APOSTOLES: La paz quede en esta casa hermano MARCOS: La paz vaya contigo hermano
JESUS: La paz quede contigo hermano MARCOS: La paz vaya contigo maestro.
-------FESTIN DE MAQUERONTA.---------
J.BAUTISTA: Antipas!!...... Antipas!!! HERODES: ¿Qué quieres juan?
J.BAUTISTA: Escucha atipas. Y tú también mujer de Filipo. No es lícito retener a la mujer de tu hermano. Hay de los que abriguen bajo su techo a la mujer adúltera, malditos sean por el dios invisible de Israel. Torna Herodías a iturrea. El lecho de tu esposo aún está caliente, él te espera. Si esta ciega, abre los ojos a mis palabras, si no oyes abre los oídos a mí! Voz. Que enseña el deber, maldita sea y muerta a pedradas a la adultera.
HERODÍAS: Eh!!! Pasa por encima de ese andrajoso HERODES: ¡Aparta a juan!
HERODES: Querida Herodías, en las noches de placer, cuando todo sonríe al rededor nuestro, ¿porque se nubla el hermoso cielo de tu semblante? Brinda Herodías mía, y desecha importunos recuerdos.
HERODES: ¡Oh! Es salome, mi adorada hija adoptiva. ! ¡Que hermosa esta! parece una ninfa brotando de entre las espumas del mar. Adelante hija mía, adelante, solo un ángel faltaba en esta fiesta deliciosa para que el festín tuviera algo de celestial. Oh hermosa e incomparable salome tu cintura es flexible como la tierna palma que crece en la orilla de un lago, cuando lo mece el céfiro de la mañana. Tus ojos tienen el brillo irresistible del diamante herido por los rayos del sol. El genio de la gracia y del amor no puede formar otra más bella que tú. Pide hija mía, pide lo que quieras que te ofrezco bajo palabra de honor, concedértelo, aunque me pidieras la mitad de mi reino. ¡Pero antes baila, baila para mí!
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