Cain Y Abel
Enviado por mayra805 • 10 de Junio de 2013 • 1.190 Palabras (5 Páginas) • 466 Visitas
1Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Yahweh he adquirido varón. 2Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Yahweh. 4Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Yahweh con agrado a Abel y a su ofrenda; 5pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
Adán, el hombre, mira dentro de su alma, Eva, y considera dos actitudes delante de Dios: Caín y Abel. Caín es el hombre moral o de religión, que se justifica por las obras que hace con sus esfuerzos y razonamientos, y por las buenas acciones de su vida que alegóricamente son los frutos de haber labrado su tierra-alma. Sin embargo, Abel es un hombre que sabe que no tiene nada que no le haya dado Dios y que al igual que en el evangelio se relata sobre aquel hombre que se golpeaba el pecho ante el muro del templo, y pedía que Dios fuere propicio con él, reconociéndose pecador. El otro del muro decía: Gracias Dios porque no soy como los otros hombres... y se consideraba justo. (Lucas 18:13). Abel era pastor de ovejas, oséa que predicaba la Palabra de Dios, y ofrece a Dios la mas gorda porque sabe que no es fruto suyo sino de Dios. Es decir, que le da las gracias a Dios porque le ha dado fe a una persona y se ha convertido del mundo a Dios, y pone su vida por esta persona ante Dios.
6Entonces Yahweh dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 9Y Yahweh dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
Al matar a un hermano que tiene a Cristo, se está siendo partícipe de la muerte de Cristo y la Sangre clama a Dios. Al castigar Dios al hombre que no cree en Él, ya no obtendrá de su tierra-alma los frutos de la aparente satisfacción personal que antes creía tener por sus propios esfuerzos. Una disciplina más del Señor. Otra oportunidad para que los Caín se arrepientan cuando se angustien. Y lo echó de su presencia, ya no tiene ayuda del Señor hasta que se arrepienta.
13Y dijo Caín a Yahweh: Grande es mi castigo para ser soportado. 14He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15Y le respondió Yahweh:
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