Celebracion
Enviado por brandramirez • 27 de Julio de 2013 • 1.214 Palabras (5 Páginas) • 223 Visitas
Vigilia
de la
Inmaculada
ADVIENTO DE 2.000
Lector 1: Monición de entrada
Bienvenidos a esta celebración de la Inmaculada. Queremos estar con María, nuestra madre, y contemplar su belleza y perfección. Queremos unirnos a ella en su canto de alabanza, cantar a Dios que ha hecho cosas grandes en ella, cantar la misericordia de Dios que no cesa “de generación en generación”. Queremos agradecer a Dios que ha hecho cosas grandes en María y nos la da por madre. Y queremos también aprender de ella su capacidad de escucha, acogida y entrega; capacidad que le lleva a decir “SÍ” al plan de Dios.
Canto
ESTRELLA Y CAMINO,
PRODIGIO DE AMOR, DE TU MANO,
MADRE, VAYAMOS A DIOS.
1. Todos los siglos están mirando hacia ti, todos escuchan tu voz temblando en un sí. Cielos y tierra se dan en tu corazón como un abrazo de paz, ternura y perdón.
2. Tú nos lo diste en Belén, en pobre portal, en tu regazo le ven el rey y zagal. Tu nos lo diste en la cruz, altar de dolor, muerto en tus brazos está un Dios redentor.
Oración
Lector 2: María Inmaculada, llena de gracia,
nos reunimos para alabarte,
para albar a Dios que ha hecho en ti maravillas.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: Santa María, pobre y humilde,
enséñanos a vaciarnos de nosotros mismos,
a estar cerca de los pobres,
ellos tus hijos más queridos.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: Santa María, fiel y obediente,
escuchaste la Palabra y la guardaste,
dijiste sí a Dios incondicionalmente,
supiste ponerte en sus manos;
ayúdanos a crecer y confiar.
Todos:
Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: Santa María, ejemplo de caridad,
te pusiste al servicio de todos,
vivies para los demás,
enséñanos a servir, enséñanos a amar.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: Santa María, Madre de misericordia,
cambia nuestro corazón duro,
que nuestro corazón se parezca al tuyo.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: María, mujer de silencio y escucha,
modelo de contemplación,
enséñanos a orar, a meditar,
a guardar la Palabra hasta que dé fruto.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 2: María, mujer de esperanza, Virgen de Adviento,
que adelantaste, con tu respuesta,
la llegada del Mesías,
que sepamos tener nuestras lámparas encendidas.
Todos: Ven con nosotros al caminar.
Lector 3: Lectura (De la carta encíclica Redemptoris Mater de Juan Pablo II)
“Este fiat de María -“hágase en mí”- ha decidido, desde el punto de vista humano, la realización del misterio divino. Se da una plena consonancia con las palabras del Hijo que, según la Carta a los Hebreos, al venir al mundo dice al Padre: “Sacrificio y oblación no quisiste: pero me has formado un cuerpo... He aquí que vengo... a hacer, oh Dios, tu voluntad” (Hb 10, 5-7). El misterio de la Encarnación se ha realizado en el momento en el cual María ha pronunciado su fiat: “hágase en mí según tu Palabra”, haciendo posible, en cuanto concernía a ella, según el designio divino, el cumplimiento del deseo de su Hijo”.
María ha pronunciado ese fiat por medio de la fe. Por medio de la fe se confió a Dios sin reservas y “se consagró totalmente así misma, cual esclava del Señor, a la persona y a la obra de su Hijo”. Y este Hijo - como enseñan los Padres - lo ha concebido en la mente antes que en el seno: precisamente por medio de la fe (nº 13).
Canto
¿Quién será la mujer que a tantos inspiró poemas bellos de amor?, le rinden honor la música y la luz, el mármol, la palabra y el color. ¿Quién será la mujer que el rey y el labrador invocan en su dolor?, el sabio, el ignorante, el pobre y el señor, el santo al igual que el pecador.
MARÍA ES ESA MUJER QUE DESDE SIEMPRE EL SEÑOR SE PREPARÓ PARA NACER COMO UNA FLOR EN EL JARDÍN QUE A DIOS ENAMORÓ MARÍA. (bis)
¿Quién será la mujer radiante como el sol, vestida de resplandor?. La luna a sus pies,
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