Cristologia

Tal es el núcleo de la Nueva Evangelización que hoy promueve la Iglesia: volver al

corazón de la vida y de la fe cristiana, condensado en el kerigma primitivo presentado

por Pedro al centurión Comelio: -Jesús de Nazaret, ungido con el Espíritu Santo, pasó haciendo

el bien porque Dios estaba con El, a quien mataron colgándolo de un madero y

a quien Dios resucitó al tercer día; y de esto, nosotros somos testigos-'. Hoy en día, hay

en toda la Iglesia un movimiento no de involución, sino de retorno a sus raíces, il manantial

fecundo de su fe: la confesión de fe en Jesucristo. Se vio palmariamente en Santo

Domingo, el año 1992: ante los innumerables problemas del pueblo de América Latina

-sociales, económicos, políticos, culturales, religioso5--, y ante tantos proyectos urgentes,

los pastores empezaron volviendo su mirada a Jesucristo y, desde Cristo, tornaron

luego a la situación latinoamericana, para responder con realismo cristiano, con eficacia

evangélica, a las múltiples necesidades del pueblo creyente.

Al cnstIano maduro, al evangelizador que quiera responder convincentemente -a

quien le pida razón de su esperanza· OPe 3, 15) -y hoy son millones de hombres y mujeres

lo que lo interrogan-, se le impone el deber de conocer a fondo su fe, cuyo núcleo

vivo es Jesucristo.

El presente volumen pretende ayudarle a este conocimiento primero e indispensable.

La presente cristología quiere ser un instrumento eficaz para quien está poniendo las primeras

bases teológicas sobre la persona y la obra de Cristo. Es determinante, pues, la

preocupación pedagógica en los límites y en el planteamiento elegido.

Los criterios que guían la obra son claros, siguiendo al Vaticano JI, en la Optatam totius,

16: mirada a la Palabra de Dios como la fuente de la revelación en la Escritura y en

la Tradición viva de la Iglesia; escucha cuidadosa de la interpretación auténtica que de dicha

Palabra nos ofrece la instancia del Magisterio solemne y ordinario de la Iglesia; recorrido

atento de la profundización que del misterio cristiano viene haciendo la comunidad

eclesial a lo largo de la historia: es decir, escucha atenta a la gran tradición teológica de

la Iglesia, y al progreso actual de esa misma reflexión de fe, en el esfuerzo inagotable y

fecundo por profundizar en el misterio de Cristo. Y mirada al hombre actual, a sus anhelos,

a sus logros, a sus necesidades: él es el destinario de la salvación que Cristo ha traído

al mundo. Por tanto, mirada y escucha atenta a su mentalidad y lenguaje.

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