Cómo Conducirnos En La Casa De Dios
Enviado por pvoscar • 17 de Diciembre de 2011 • 935 Palabras (4 Páginas) • 2.986 Visitas
A. EL MINISTERIO
“...sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”. (1 Ti. 3:15)
De la actitud que el ministro u obrero cristiano adopte con respecto a su comportamiento en la casa de Dios, dependerá la conducta de toda la congregación. La casa de oración es un lugar dedicado a adorar en grupo a Dios. El que dirige las actividades deberá contribuir a que impere allí toda reverencia a la solemnidad. Por eso he aquí algunas recomendaciones:
1. Llegue siempre a tiempo, mejor temprano, a las distintas reuniones 15 a 30 minutos antes de comenzar cualquier tipo de reunión es mejor. Si por alguna razón llega tarde ofrezca una explicación a la congregación y pida disculpas.
2. Llegue siempre correcta y limpiamente vestido. Su presentación (aspecto) es importante si desea conquistar el respeto de su congregación. Llegar a la casa de Dios sucio y descuidadamente vestido, indica falta de consideración y respeto a los hermanos. De igual manera le tratarán a usted.
3. Tenga siempre una actitud reverente en todos sus actos en la casa de Dios.
4. No permita ventas dentro del templo. Una actitud firme será de mucho provecho. Inste a la oración y a la meditación.
5. Salude con toda amabilidad, limpieza y cortesía a todos los que entran y salen de la casa de Dios.
6. Procure que el local esté perfectamente limpio. Por pobre que sea, merece que esté siempre bien presentable.
7. Llegue a cada reunión bien preparado y con todo el material del culto bien organizado. No improvise ni dé la sensación de que está procediendo así.
8. Empiece las reuniones siempre a tiempo, aunque hayan pocos asistentes. A fuerza de disciplina aprenderá la congregación. No se canse de exhortar a los que llegan tarde.
B. LA CONGREGACION
“Calla en la presencia de Jehová el Señor”. (Sof. 1:7)
“Calle toda carne delante de Jehová...” (Zac. 2:13)
De la actitud que adoptemos, como creyentes, en las diferentes reuniones, en la Casa del Señor, dependerá en mucho las bendiciones sobre el pueblo de Dios. Por eso se recomienda:
1. Que todos los creyentes lleguen temprano a los cultos. En muchas congregaciones más de la mitad de los hermanos llegan tarde. La primera parte del culto se realiza de una manera anormal. En muchos casos eso desalienta a los ministro e implica poco o ningún respeto o reverencia al Señor. Se entiende que hay ocasiones en que es preferible llegar tarde que no llegar; pero por norma llegue a tiempo. Si llega siempre tarde es simplemente falta de disciplina y la práctica de un mal hábito.
2. Que todos los creyentes adquieran el buen hábito de pasar unos minutos en oración antes de salir de sus casas y otro tanto antes de que empiece la reunión
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