¿Cómo afrontar la violencia intrafamiliar desde la teología pastoral?
Enviado por Mario Alberto Barba Ramos • 13 de Junio de 2023 • Ensayo • 2.142 Palabras (9 Páginas) • 230 Visitas
¿CÓMO AFRONTAR LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR DESDE LA TEOLOGÍA PASTORAL?
La alarmante cifra de los casos de violencia familiar que merodea nuestros días ha llegado a tal punto que, en algunos casos, se nos va de las manos. Encontrar una noticia en los medios de comunicación o en las redes sociales sobre el maltrato a las mujeres o la disfuncionalidad de las familias se ha convertido en algo normal, cosa que nos ha llevado a trivializar el problema y no prestarle la atención debida.
Ante esta realidad, el director Paco del Toro nos presenta la película “Cicatrices I”. La trama de la película gira en torno a un matrimonio que al paso del tiempo va perdiendo el cariño y el respeto pasando de la falta de compresión hasta el maltrato físico, todo esto afecta a su pequeño hijo (Juliancito). El niño comienza a mostrar una actitud de aislamiento y rebeldía, esto lo conduce a bajar sus calificaciones en la escuela, cae en una gran depresión viendo los problemas que hay entre sus papás, en los que él queda al medio del problema; su padre llega a tener una relación adúltera con otra mujer, mientras su madre genera un cuadro de depresión que, sumado a una actitud agresiva y a la defensiva, termina siendo brutalmente golpeada. Ante esto, Clara (la esposa) decide disolver su matrimonio, movida también por los consejos de su hermana, que quiere lograr un pensamiento feminista y dictatorial en Clara como respuesta a su marido. Inician los trámites para divorciarse, enfrascándose en una lucha de abogados, donde ninguno pretende ceder ante las exigencias del otro, cada uno pretende salvaguardar su patrimonio material y el pequeño Juliancito queda en segundo plano para sus padres. Este queda desatendido y descuidado por sus dos padres, lo que lo lleva a ser un niño solitario, ensimismado y triste; juega solo, rompe sus juguetes; hasta que, en un momento, sube a su azotea para jugar con la bicicleta que le regaló su papá y cae estrepitosamente hacia el patio. Queda muy malherido, y pese a los intentos médicos para salvarlo, fallece poco después. Clara se hunde en una depresión muy grande, se convierte en una persona intolerante, violenta, histérica y farmacodependiente, permanece aislada en su habitación gritando y exigiendo silencio. Por su lado, Julián se refugia en el alcohol y el llanto, hasta que toma la biblia que un amigo suyo le había obsequiado; comienza a leerla, lo que genera significativos cambios en él, comprende la naturaleza del matrimonio, recapacita en sus actitudes y decide esforzarse para recuperar a su esposa. Ella se muestra inicialmente renuente en regresar con él, consigue un trabajo donde tiene una actitud evasiva y solitaria. Finalmente, pese a los esfuerzos de Julián, la hostilidad de Clara no cesa, así que Julián cede a divorciarse bajo todas las exigencias de Clara; ella intenta suicidarse con una sobredosis, pero logran salvarle la vida. Conchita (la cocinera de casa) busca hacerle caer en cuenta que Dios la ama y le ha dado una nueva oportunidad y debe aprovecharla para encaminar y darle un sentido a su vida, que para ella parece no tenerlo. Un poco escueto el final, pues se aprecia a Clara soñando con su hijo y luego reconciliada con su esposo. Termina la película con una breve discusión entre ambos, Clara nuevamente embarazada y ambos cediendo para mantener la armonía.
Haciendo uso del flashback, el director de la película resalta el hecho de cómo las personas en el principio de una relación afectiva, se declaran y manifiestan un gran amor y comparten una insipiente felicidad, y con el tiempo esto se va disolviendo, el amor y la felicidad se marchitan dando apertura a un círculo vicioso y peligroso. Este es un camino evolutivo degradante, pues comienza con insultos, desprecios y humillaciones hasta llegar a la infidelidad, las agresiones verbales desmedidas, la pérdida de control y el maltrato físico mutuo. Cabe resaltar también la participación de las familias que, en lugar de buscar la conciliación y mantener la unión familiar, alienta una especie de competencia, en la que debe haber un ganador y un perdedor. El director y los actores de “Cicatrices I”, supieron darle vida a esta historia que busca generar en el cinéfilo, un espacio de reflexión que lo lleve a ser consciente de este problema social y sensibilizarse con el dolor que genera en el núcleo de las familias, además de los posibles riesgos para la integridad de las personas que puede significar la vivencia de la violencia intrafamiliar.
Actualmente muchas instituciones ponen el ojo ciego a la búsqueda de soluciones, por lo que cabe preguntarse, como Iglesia, ¿cómo afrontar estos desafíos actuales desde una visión evangelizadora?, teniendo en cuenta que pertenecemos a un grupo de personas frágiles en el desarrollo de la concordia y la fraternidad. Muchos consideran que la ética de la virtud es el mejor método de educación, pues no solamente indican cómo uno debe vivir, sino que ayuda aprender a vivir. La educación dentro de la familia no de consistir en la imposición de normas porque a veces no todos (en la familia) saben aplicarlas, esto va, además, en contra de la libertad familia; siendo uno de los factores principales en la ruptura de la concordia. Si bien la educación en las virtudes ha de ser indispensable en la educación de las familias, así como en cualquier institución, sobre todo las virtudes espirituales o morales lo son con mayor importancia para el comportamiento de los seres humanos; así pues, el crecimiento de las virtudes hace que la persona aprenda a fijar el sentido de su vida y aprenda a tomar decisiones sobre las situaciones prácticas a partir de los fines o valores. Esta experiencia incluye el acto, la emoción, el deseo y la esperanza juntos. “La virtud es la cualidad que le permite a uno vivir de una manera excelente” (Aristóteles).
Esta práctica de los valores como un medio para alcanzar la sana convivencia en las parejas, es un tema que también abarca la película, aunque un poco velada y sin mucho énfasis. El colega de Julián le hace mención, casi al inicio de los problemas familiares, que es su responsabilidad velar por el buen desarrollo y cuidado de su matrimonio, y hace referencia a un escrito de San Pablo que, en muchas ocasiones, suele ser usado para justificar los malos tratos hacia la esposa: “Así como la Iglesia está sometida a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo” (Ef 5,24). Para comprender dónde radica el error en la comprensión de este texto, es necesario remontarnos al texto original para comprender la intención del autor al escribirlo: “ἀλλὰ ὡς ἡ ἐκκλησία ὑποτάσσεται τῷ Χριστῷ, οὕτως καὶ αἱ γυναῖκες τοῖς ἀνδράσιν ἐν παντί.”
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