DESAFIOS DE LA LIBERTAD RELIGIOSA

Desafíos a la libertad religiosa

El actual Informe sobre libertad religiosa internacional documenta los acontecimientos más relevantes que se han producido en materia de libertad religiosa en 198 países y territorios entre julio y diciembre de 2010. El informe refleja la comprensión global del derecho universal a la libertad religiosa, que incluye el derecho de cada persona a profesar sus creencias particulares, incluyendo el agnosticismo y el ateísmo, así como el derecho de una comunidad a la expresión y educación religiosas.

La Ley de libertad religiosa internacional de 1998 (Ley IRF) define cinco categorías de violaciones a la libertad religiosa: prohibiciones arbitrarias, restricciones o castigo por: (i) reunirse para actividades religiosas pacíficas tales como culto, predica y oración, incluyendo requisitos arbitrarios de inscripción; (ii) hablar libremente acerca de sus creencias religiosas; (iii) cambiar sus creencias y filiación religiosas; (iv) poseer y distribuir literatura religiosa, incluyendo biblias y otros textos sagrados; y (v) educar a los hijos conforme a las enseñanzas y prácticas religiosas de su elección.

El informe documenta las numerosas maneras en las que los gobiernos y sociedades cometen violaciones contra la libertad religiosa, entre las que se incluyen:

La represión activa e impune del Estado: Los gobiernos frecuentemente vulneran el derecho a la libertad religiosa mediante la imposición deliberada de restricciones y su fracaso en prevenir y procesar actos de violencia y de discriminación en sus sociedades. Algunos gobiernos, como el de Irán y el de Corea del Norte, intentan coartar el pensamiento religioso y la libertad de expresión de las creencias religiosas como parte de un objetivo más amplio de controlar todos los aspectos de la vida política y ciudadana. Otros gobiernos intimidan y hostigan a las comunidades religiosas, y en los casos más graves como el de Eritrea, exigen que los adeptos renuncien a su fe, o los obligan a reubicarse o a huir del país. Otros discriminan contra grupos específicos o favorecen a una religión sobre otras, como sucede en Rusia y en Bielorrusia. En Francia y en Alemania, donde la ley garantiza la libertad religiosa, se restringen algunas manifestaciones de las creencias religiosas en público y se dan casos de trato desigual a algunas minorías religiosas en los ámbitos locales. Muchos estados con leyes que garantizan la libertad religiosa distan de proteger a las minorías religiosas al no adoptar medidas que frenen la intolerancia, los ataques o el hostigamiento. En países como Pakistán la impunidad puede agravar la violencia sectaria y justificar a los agresores de las minorías religiosas.

Ataques violentos de extremistas: Los grupos violentos extremistas suelen explotar y exacerbar las tensiones sectarias. Durante el pasado año, al Qaeda hizo llamados para intensificar la violencia en contra de las minorías religiosas en Oriente Medio, y sus afiliados declarados se atribuyeron ataques perpetrados contra las minorías de esa región y del sur de Asia. En Pakistán, el año pasado se produjeron ataques contra los lugares sagrados de sufíes, chiíes, cristianos y de la minoría ahmadí, y también contra sus devotos. Los talibanes se responsabilizaron por el asesinato de Abdullah Haleem, director de Asuntos Islámicos y Religiosos en Kandahar (Afganistán), perpetrado en junio de 2011. En octubre de 2010, unos terroristas afiliados al Estado Islámico de Iraq irrumpieron en la catedral de Sayidat al-Najat (Nuestra Señora de la Salvación) en Bagdad y asesinaron a unas 50 personas. En Nigeria, se ha observado durante el pasado año un notable aumento en los ataques de extremistas violentos contra cristianos y musulmanes, así como de la violencia sectaria que en febrero de 2011 sesgó la vida de unas 96 personas.

Leyes de apostasía y blasfemia: La aplicación de las leyes de apostasía y blasfemia, y los abusos que de ellas se derivan, han exacerbado los atropellos y la discriminación en contra de las minorías religiosas y musulmanas que fomentan la tolerancia, lo que acentúa el clima de impunidad. Destacan en particular la blasfemia y la renuncia al islam, considerado como un acto de apostasía, que son penadas con la muerte en Afganistán, Irán, Pakistán y Arabia Saudita. Las leyes de apostasía y blasfemia suelen ser utilizadas para resolver disputas personales relacionadas con bienes u otros recursos materiales. En noviembre de 2010, Aasia Bibi se convirtió en la primera mujer en ser sentenciada a muerte en Pakistán por blasfemia, luego de que, según se informara, rehusara convertirse al Islam. Permaneció detenida mientras se apelaba su caso. El gobierno de Irán acusó a reformistas y a manifestantes pacíficos del delito de moharebeh (entendido como enemistad con Dios, lo que incluye la blasfemia), que es castigado con la muerte. En Jordania, los que renuncian al Islam pueden ser privados de sus derechos civiles si otro miembro de la

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