ECO HUMBERTO

En la trama de la película se muestra todo el pensamiento de Dios y sus representantes en la tierra en la edad media, en donde es claro el choque entre la fe y la razón, dando a entender que la religión que predica el amor y la obediencia, depende del miedo de los hombres, ya que como dice el monje Jorge: “sin miedo no puede haber fe, porque sin miedo al Diablo, no hay necesidad de Dios”; de este modo en la película la imagen del hombre medieval se encuentra representada jerárquicamente, donde solo los que están cerca de Dios y le obedecen ciegamente sin contradecir ninguna de sus mandatos, representaban el bien y eran dignos de participar en la vida intelectual, política, económica, espiritual y a la vez podrían alcanzar el paraíso; pero debían repudiar totalmente la magnificencia y belleza que tenia la vida terrenal, como si la única y verdadera belleza y perfección solo podría ser alcanzada en el más allá; planteamiento muy contrario a lo que se conceptuaba de la mujer a la cual se la consideraba como un demonio incitador del mal, un ser inferior y diabólico, el cual causo en el monje franciscano muchas interrogantes, como por ejemplo las siguientes: “(…) no logro convencerme de que Dios haya querido introducir en la creación un ser tan inmundo sin dotarlo de alguna virtud. (…)”; interrogantes que iban en contra de la doctrina cristiana de esa época, pero que hacían brotar esas disputas por el saber y el poder, y mostraban a la vez los conflictos del entorno referentes a la pobreza, a la risa, a la comedia y las limitaciones de poder de la Iglesia en la tierra, considerados como parte fundamental del mal que desencadena él diablo y del cual se valía para confundir a algunos monjes al punto de que estos duden de su propia fe, de sus creencias y se revelen contra su la iglesia.

Otros elementos considerados diabólicos, cercanos a la muerte y a la corrupción del cuerpo eran la sonrisa, la brujería, la herejía, la locura y el amor, elementos que transformaban los pensamientos mas rectos, traían el caos, desorden y extraían del hombre unas consecuencias contrarias a las leyes de dios; pero es que ser hereje solo era ser inculto, ignorante, simple y ordinario, y por el contrario ser virtuoso y obediente era ser bueno, conocedor y justo, entonces es claro que el que contradecía los mandatos divinos siempre estaría en el campo del mal.

Lo anterior plantea que las acciones y expresiones del ser humano que no estén de acuerdo a los ideales religiosos son representativas de lo maligno, pero si se analiza la película los mismos representantes de la iglesia se contradicen entre sí; por ejemplo se hacen planteamientos que giraban en torno a que es lo bueno y malo, si era mejor vivir de la limosna u ostentar las grandes riquezas que la iglesia poseía y que le había arrebatado a los hombres simples y ordinarios que vivían en el pecado, si las virtudes o el simple placer terrenal era maléfico;

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