EL DON DEL ESPÍRITU.
Enviado por micheladasss • 20 de Abril de 2016 • Ensayo • 3.021 Palabras (13 Páginas) • 257 Visitas
El DON DEL ESPIRÍTU
(Hechos 2: 35-40)
Introducción:
Una cosa es recibir un regalo de una persona y otra muy distinta es recibir a la persona como el regalo mismo.
Tengo la impresión que esto no sucede a menudo, y en el extraño caso que esto fuera así, es muy difícil que alguien se ofrezca así mismo voluntariamente y que otro esté dispuesto a recibir a la persona en lugar de su regalo.
Pues esto fue lo que exactamente sucedió con el Espíritu Santo.
Una cosa es hablar de los dones espirituales que él concede, como aquellas gracias divinas para nuestro servicio, y otra es hablar del Espíritu como un don para el que lo recibe.
Es por esto que estamos hablando de un regalo muy diferente.
El Espíritu Santo es el regalo mismo.
Usted podrá recibir todos los regalos que le pueden hacer feliz, disfrutar de ellos temporalmente, sentir la satisfacción de lo recibido y de quien se lo ha dado pero nunca será comparado con tener al Espíritu Santo como un Don del cielo morando en su corazón.
La única manera como usted puede recibir este regalo tan diferente es arrepintiéndose y creyendo en Jesucristo (Hch.2:38).
En este tiempo mucha gente hace oraciones al Espíritu Santo y habla de los favores concedidos.
Obviamente aquí hay una gran ignorancia.
Al Espíritu no se le hacen oraciones sino al Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Al Espíritu Santo hay que recibirlo como el Don de Dios para nuestra salvación y como nuestro intercesor.
ORACIÓN DE TRANSICIÓN: ¿En qué consiste el Don del Espíritu?
I. ES EL REGALO PROMETIDO v.2:15
1.-Un regalo anticipadamente anunciado.
Jesús habló reiteradamente que el Espíritu Santo sería dado.
No se conocía hasta entonces cual sería la misión de la tercera persona de la Trinidad sino hasta que Jesús vino.
Según Lucas 11:13 Jesús prometió el Espíritu Santo a todos aquellos que lo pidieran.
Según Juan 3:34 se nos dice que Dios “no da el Espíritu por medida” y en el mismo Juan 14:16,17 dijo que el Padre daría otro Consolador, “el Espíritu de verdad”.
Posterior a esto la Biblia nos va a hablar del Espíritu como dado.
Estas citas bíblicas corroboran lo que nos ha sido dado, Hechos 5:32; Romanos 5:5; 2 Corintios 1:22 y Efesios 1:13,14.
Casi nunca los regalos se anuncia anticipadamente, pero el que sería el más grande de todos no se constituyo en un secreto para quienes lo recibirían.
2. Un regalo gozosamente descrito. Si el Espíritu Santo hubiese sido solo una parte de los atributos divinos seguramente Jesús habría hecho las referencias, solo en los momentos que lo ameritaba.
Sin embargo cuando habla del Consolador que vendría hace una afirmación tal, que queda en nuestra imaginación la sensación de otra persona muy parecida a Él.
Es como cuando un esposo, obviamente enamorado de su esposa, habla tan bien de ella que la describe de una manera tan ideal, tan buena esposa, buena madre y buena administradora que uno llega a sentir aquella afinidad en la relación que se constituye casi “envidiable” para nosotros.
3. Un regalo absolutamente confiable. Es probable que muchos regalos tengan la apariencia de la envoltura finamente trazada pero que su contenido no es acorde con lo que refleja. Jesús hablo de un regalo enviado directamente del Padre.
No fue el “mana del desierto”, no fue la presencia de Ángeles, no fue un “carro de fuego” sencillamente fue su misma divinidad manifestada en la Tercera Persona de su naturaleza y esencia. Era tan digno de confianza este regalo prometido que Jesús dijo, “que todo pecado le podía ser perdonado a los hombres menos la blasfemia contra el Espíritu Santo”.
II. ES UN REGALO CONDICIONADO v. 38
1.-Esta acondicionado a mi actitud de arrepentimiento. Este regalo divino no puede ser recibido sin que haya una demostración palpable de un cambio de actitud. Juan el Bautista proclamo un mensaje de arrepentimiento. Les dijo a las multitudes que venían a él que “hicieran frutos dignos de arrepentimiento”.
Jesús comenzó su ministerio hablando, “que el reino de los cielos se había acercado”, pero que la única manera de recibirlo era arrepintiéndose y convirtiéndose de los pecados a Dios.
No podemos disfrutar del don del Espíritu sin que haya un arrepentimiento previo.
La palabra “arrepentimiento” viene de la raíz griega “metanoia” y literalmente significa cambio de condición o de estado.
Es el “capullo” donde se envuelve la fea oruga para luego dar a luz una linda mariposa que adorna el jardín de este mundo.
El Espíritu no puede entrar en una vida que no le ha dicho !no! al pecado.
2. Esta acondicionado a mi actitud de obediencia. Pedro dice, “arrepentíos y bautícese”. Entiéndase que el bautismo no es una condición similar al arrepentimiento, más bien es consecuencia de esto.
Pedro está fijando lo que sería la pauta a seguir en toda experiencia cristiana.
El bautismo siempre será la forma visible de demostrar mi identificación con Cristo a través de la obediencia.
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