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EL FLÚOR DE HITLER


Enviado por   •  7 de Mayo de 2014  •  3.240 Palabras (13 Páginas)  •  1.609 Visitas

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LA MENTIRA DEL FLÚOR

LA RAZÓN DE UNA POBLACIÓN DÓCIL Y OBEDIENTE

Por Andrea Santander

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EL FLÚOR DE HITLER

¿Sabía usted que Hitler enviaba avanzadas de militares a las ciudades a las que planeaba conquistar, y para conseguirlo ordenaba echarle flúor a las reservas de agua potable de esas ciudades o pueblos?

IG Farben había desarrollado planes durante la guerra para fluorar los países ocupados, ya que se comprobó que la fluoración causó daños a una parte específica del cerebro, haciendo más difícil que las personas afectadas defendieran su libertad y causando que la gente llegue a ser más dócil a la autoridad, sin cuestionamiento alguno. El flúor sigue siendo una de las más fuertes substancias anti-psicóticas conocidas, y está contenida en al menos un 25% de los tranquilizantes más vendidos.

EL FLUOR ES DESECHO INDUSTRIAL

El flúor es un producto de desecho de la industria de los fertilizantes de fosfato. Estos desechos son demasiado peligrosos para verterlos en el medio ambiente, con lo que decidieron usarlos para la "higiene oral" y añadirlos al agua de consumo. El flúor también se emplea en la fabricación de uranio enriquecido para las centrales de uranio y la construcción de armas nucleares, así como en la fabricación de insecticidas y veneno para ratas y cucarachas.

Además del flúor añadido a pastas de dientes, hilo dental, lavados bucales y otros productos de higiene dental, también encontramos flúor en el té (sólo está presente en el té, no en otras infusiones herbales), medicamentos antidepresivos como Prozac y en las sartenes y ollas anti-adherentes de Teflón.

EXPOSICIÓN HUMANA AL FLÚOR

El flúor no sólo NO previene las caries, sino que daña el esmalte de los dientes provocando fluorosis dental: los dientes pierden su coloración natural, se vuelven más frágiles y se rompen con facilidad. Además, el flúor provoca la precipitación del calcio, lo que daña la estructura ósea, de la que los dientes forman parte, al estar compuesta principalmente por calcio. También puede provocar osteoporosis.

La acumulación de depósitos de calcio en las arterias puede dar lugar a afecciones cardiacas y arterioesclerosis. El flúor también mineraliza los tendones, los músculos y los ligamentos volviéndolos quebradizos, dolorosos y poco flexibles.

El flúor es un potente veneno que puede provocar múltiples patologías como cáncer, (principalmente osteosarcoma, el tipo más común de cáncer de huesos, y cáncer de tiroides), hipotiroidismo, fibrosis pulmonar, enfermedades renales, roturas de tendones (el flúor ataca el colágeno), infertilidad (baja los niveles de testosterona, así como la movilidad y el número de espermatozoides), artritis y obesidad. En niños (y mayores) disminuye su coeficiente intelectural (CI) y puede ser causa del Síndrome de Deficiencia de Atención con Hiperactividad.

El flúor se acumula en la glándula pineal, provocando una reducción en la producción de melatonina, una hormona de efectos anticancerígenos que producimos durante el sueño.

El ácido fluorídico corroe casi todos los metales, por eso el interior de los tubos de dentífrico con flúor es de plástico

MÉDICOS INTOXICANDO PACIENTES

El flúor es prescrito para niños para una supuesta "prevención de caries en la infancia", en dosis de 0,05 a 0,07 mg/kg/ diarios. Sin embargo, las pastas dentales infantiles para tratamiento contienen aproximadamente 1.45 mg F/g.

También es usado como supuesto "tratamiento" para osteoporosis en dosis de 30 a 60 mg al día.

El flúor es rápidamente absorbido a través de la mucosa gástrica o pulmonar y una vez en el estómago reacciona con el ácido clorhídrico, formando el ácido hidrofluorhídrico, el que tiene un efecto corrosivo directo sobre la mucosa gástrica, llegando a la máxima concentración plasmática a las 3 horas en distintos tejidos, por medio de un transporte pasivo, depositándose principalmente en: Tiroides, Aorta, Riñones, Esqueleto, Dientes.

El ión fluoruro precipita el calcio, disminuyendo sus concentraciones en el cuerpo humano, inhibiendo la respiración celular.

El flúor se elimina gracias a la acción del Riñón, pero este filtrado puede continuar durante años después de terminada la exposición crónica a altas concentraciones de este tóxico. Otras vías de eliminación son: leche materna, saliva, materia fecal y placenta.

LA DOSIS LETAL

En adultos se estima en 5 a 15 gramos de FLUORURO DE SODIO. Esto corresponde a 2,5 a 7,5 gramos de ión flúor, mientras que en niños se estima en 200 mg (16 a 140 mg/kg).

La dosis que debe ingerir una persona para presentar "Síntomas clínicos de intoxicación" se ha calculado con una variación de 16 a 140 mg (4mg/kg de fluoruro de sodio).

Investigadores verificaron en 1970 que incluso 1 ppm (1 parte por millón equivale a 1 mg por litro) de concentración de flúor puede provocar hasta un 50% de daño en las enzimas del ADN que se encargan de reparar las células, lo que acelera el proceso de envejecimiento.

EFECTOS TÓXICOS

Sobre las plantas: Alteración de las raíces y hojas; cambios en el metabolismo; disminución del crecimiento; clorosis y necrosis; muerte.

En animales llega a través de alimentos y agua, y provoca cambios en el esqueleto y dientes; intoxicando los riñones y provocando efectos mutagénicos (que provocan mutación del ADN) y problemas de reproducción.

Entre los efectos agudos, están: Sialorrea, náuseas, dolores abdominales, vómitos, hematémesis, diarrea que puede ser sanguinolenta, deshidratación, irritabilidad, parestesias, tetania, trismus, convulsiones tónico clónicas, hipocalcemia, hipocoagulabilidad sanguínea, hipotensión arterial, fibrilación ventricular.

Efectos agudos por inhalación de flúor: tos, sofocación, cianosis, edema pulmonar, irritación pulmonar grave y edema agudo de pulmón.

EFECTOS CRÓNICOS DEL FLÚOR

Moteado dental, osteoesclerosis, calcificación de tendones y ligamentos, anemias, caquexia, neurotoxicidad (disminución de coeficiente intelectual en niños)

Concentraciones de flúor mayores a 1,7 mg/litro en el agua provocan dientes moteados en el 40 a 50 % de los niños estudiados. En concentraciones mayores a 2,5 mg/litro, provocan dientes moteados en el 80% de los niños. Y en concentraciones de 4 a 10 mg/litro estas cifras anteriores pueden elevarse al 100%.

(Fuente:

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