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EL TESTIMONIO DE CRISTO EN LA S. ESCRITURA


Enviado por   •  26 de Mayo de 2014  •  2.383 Palabras (10 Páginas)  •  219 Visitas

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EL TESTIMONIO DE LA SAGRADA ESCRITURA SOBRE CRISTO TOMADO EN SU CONJUNTO

CAPITULO I

LAS ACCIONES SALVIFICAS DE DIOS Y LA ESPERANZA MESIANICA DE ISRAEL

Por ser del pueblo judío, Jesucristo y la primitiva Comunidad cristiana aceptaban la autoridad divina de las escrituras.

Por el testimonio de autores sagrados, Israel pudo creer que su Dios quería su salvación y también por éste mismo conducto, podía conocer el camino a seguir para tal motivo.

En estos escritos encontramos tres elementos:

a) El conocimiento del verdadero Dios, esperanza de Israel.

b) Experiencia de la voluntad salvífica de Dios.

c) Las diferentes formas de mediación.

Dios y su revelación en el Antiguo Testamento

1. Todos los pueblos del Oriente Antiguo buscaban a Dios,"siquiera a tientas"(Hch 17,27); pero absorbidos por la belleza de las creaturas se extraviaron (Sab 13,3). Mas Israel encontró gracia a los ojos de Dios y Dios se le dio a conocer, para esto, llama a Abrahán, con el cual hace una alianza: "yo seré tu Dios y tu serás mi pueblo" (Gn 12,1-3).

2. Dios "Creador" de todas las cosas se dá a conocer como "Señor y moderador" de la historia, como "el Primero y el Ultimo", como "Rey" cuya autoridad real manifestó en su fuerza creadora. Su nombre es YHWH, en el cual se representa la confesión de fe.

Dios y los hombres: Promesa y Alianza

1. Dios pacta la Alianza con el pueblo, usando de intermediarios: Abrahán (Gn 18,19), Moisés (Ex 3,7-15), "jueces" (Ju 2,16-18) y reyes (II Sam 7,8-16). Por medio de ellos, Dios les libraría de la esclavitud, les daría la Tierra Prometida y les proporcionaría salvación. Además, por éste mismo conducto, les trasmitiría sus mandamientos y leyes, cuya observancia era la forma de confesar su fe en Dios.

Todo el pueblo se sometió voluntariamente a la Alianza, pero incitados por la tentación, algunas veces rompieron el pacto (Ez 17,11-21), sin embargo, Dios fiel a su palabra y amante de su pueblo les perdonaba y además les prometió una nueva Alianza que sería perpetua e irrompible (Jr 32,40; Ez 37,26-27).

2. Los Profetas denunciaron el escándalo de la violación de la Alianza y se convirtieron en testigos de la fidelidad de Dios que superaba la infidelidad de los hombres (Ez 37,1-14).

Bajo el reinado de David se unificaron las tribus y el pueblo de Israel habitaba su propia tierra. Después de él, siempre se esperaría a aquel "rey" que instauraría la justicia y la igualdad (II Sam 8,15).

Las diferentes mediaciones de la Salvación

a) EL REY. Adoptándolo como hijo, Dios le otorga la sabiduría (I Re 3,4-15) y el poder para vencer a los enemigos (II Sam 7,9-11). Solo si el rey se mantiene fiel asegurará la paz y la libertad de su pueblo (Sal 72,7-11). Por el contrario si el rey es infiel, portará la ruina a su pueblo (Jr 21,12).

b) EL SACERDOTE. Es el guardián de la Ley (Os 4,6). Por el ministerio del culto el sacerdote se santifica juntamente con la comunidad (Lv 21,8).

c) EL PROFETA. Cumple con la tarea de denunciar las infidelidades del pueblo y de sus jefes, en los asuntos políticos y religiosos (I Re 18). Después de la infidelidad, sólo una conversión sincera del pueblo infiel podría obtener que Dios manifieste de nuevo su salvación (Am 5,4-6). Cuando se manifiesta abiertamente que esa conversión es frágil y efímera (Os 6,4), si no imposible del todo (Jr 13,23), solo Dios puede llevarla a termino (Jr 31,18; Ez 36,22). Entonces el profeta anuncia tiempos mejores, la victoria del amor divino sobre la condición pecadora.

d) EL SABIO. A éste le corresponde comprender el sentido del universo, reunir las experiencias humanas y valorarlas a la luz de la revelación.

Estas diferentes formas de mediación no fueron suficientes para consolidar una comunión estable de los hombres con Dios. Dios avivó en la conciencia de su pueblo la esperanza de nuevos mediadores, cuya acción pudiera inaugurar por fin su reino para siempre:

a) REY MESIAS. Traerá la paz a todas las naciones. Es la esperanza de la inauguración definitiva del reino mesiánico de Dios (Dan 2,44-45).

b) SIERVO DEL SEÑOR. Revelará al único Dios, participando en el dolor de su pueblo, cargará con los pecados de todos, para justificarlos (Is 52, 13-53, 12).

c) HIJO DE HOMBRE. Arribará en la plenitud de los tiempos, viene de la presencia de Dios para recibir el dominio eterno sobre todos los pueblos de la tierra (Dan 7,13-27).

Para iluminar esta fe de la actuación de Dios en el mundo, los israelitas se sirvieron de la figura de algunas fuerzas poderosas al servicio de Dios para evocar su presencia salvadora y creadora:

a) EL ESPÍRITU. Fuerza de Dios que dirige la creación y la renueva (Sal 104,29-30). Es Potencia que hace a los hombres capaces de llevar a cabo algunas misiones. En los últimos tiempos, el hombre será inhabitado por el Espíritu que le abrirá de par en par las puertas de la salvación (Joel 3,1-5).

b) LA PALABRA DE DIOS. Fuerza activa que revela todo. La creación es obra de esta palabra (Sal 33,6). Poco a poco adopta los rasgos de una persona: se instala en la boca y en el corazón de Israel (Dt 30,14). Manifiesta la acción del mismo Dios en sus relaciones con el mundo.

c) LA SABIDURÍA. Ha salido de la boca del Altísimo (Eclo 24,3). Se le atribuye la posesión del Espíritu que penetra todas las cosas (Sab 7,22).

Valoración final de esta experiencia religiosa totalmente única

1. El Antiguo Testamento es testimonio reconocido de aquellas experiencias y esperanzas del pueblo. En tiempo de Jesús, los Fariseos creían que el futuro Mesías rey vendría de la estirpe de David; los Escenios, esperaban un rey cuyo poder sería político, sacerdotal y profético.

2. La espera del reino de Dios traería la salvación y cambiaría de raíz la condición humana, vértice de la fe y de la esperanza del pueblo de Israel. Entre las grandes manifestaciones del Reino de Dios se cuentan, ante todo, su victoria sobre la muerte humana, conseguida por medio de la resurrección (Is 26-19).

A Juan Bautista tocará la misión de anunciar la venida inminente del reino definitivo.

CAPITULO II

EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS DE SALVACION EN JESUCRISTO

La persona y la misión de Jesucristo

1. El testimonio de los Evangelios.

Los milagros y las obras poderosas de Jesús de Nazareth, realizadas por medio del Espíritu de Dios, muestran que le Reino de Dios ha llegado (Mt

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