El Carácter Del Conflicto
Enviado por kevdelacrois • 12 de Marzo de 2014 • 1.597 Palabras (7 Páginas) • 336 Visitas
¿Alguien de ustedes sabe que es un conflicto?
La definición más simple, y que la mayoría de nosotros posiblemente elegiríamos, es la que se refiere a una situación en la que dos personas no están de acuerdo con la forma de actuar de una de ellas, o con que una de ellas tome las decisiones.
Por ejemplo, supongamos que Alan y Mauricio se ganaron un viaje todo pagado a algún lugar del mundo, y tienen que escoger entre dos sitios. Si Alan quiere ir al sitio uno, y Mauricio quiere ir al sitio dos, están en desacuerdo. Si Alan accede a ir al sitio dos, o Mauricio accede al sitio uno, el conflicto no se produce, ya que solamente una desavenencia que se ha resuelto. Pero si ninguno de los dos cede, o sea, ninguno quiere ir al sitio del otro, el resultado será un conflicto.
Los conflictos existen de dos maneras, ya que pueden ser unilaterales o bilaterales. El unilateral es cuando se queja solamente una de las partes, es decir, uno de los que están en conflicto.
Por ejemplo, si un inquilino deja de pagar sin razón alguna, se puede decir que el propietario tiene un conflicto unilateral.
Por otra parte, en un conflicto bilateral, las dos partes quieren algo de la otra.
Si el inquilino no paga porque no sirve la calefacción, hay goteras en el techo o se ha roto la pierna porque había un escalón roto en la escalera, tanto él como el propietario presentan un problema bilateral.
El inquilino quiere que se hagan reparaciones; el propietario quiere su dinero. Si ninguno de los dos cede a las exigencias del otro, hay conflicto por las dos partes.
Pasemos esta situación al terreno espiritual. En la Biblia se menciona que desde el principio de los tiempos ha habido una constante lucha entre el bien el mal. ¿Saben por qué Lucifer fue echado del cielo? Precisamente porque quiso ser igual a Dios, lo cual es imposible ya que Lucifer es una creación de Dios. Ahí es donde empezó el conflicto.
De esta manera se presenta el conflicto bilateral, ya que el Dios quiere salvar a la humanidad, mientras el diablo se empeña en poner a la humanidad en contra de Dios para que se pierda.
¿Pero qué tiene que ver esto con el hombre, o sea con nosotros?
El hombre también fue creado por Dios, y en su infinito amor nos dio el libre albedrio, que es la capacidad de elegir y discernir entre lo bueno y lo malo. Lo malo de las acciones del hombre surge cuando decide hacer su propia voluntad y no la de Dios, ignorando que le puede traer malas consecuencias o haciendo caso omiso.
En el capítulo 11 del libro mensaje para los jóvenes de Elena G. de White dice: “La voluntad del hombre es agresiva y está constantemente esforzándose por doblegar todas las cosas a sus propósitos. Si está alistada de parte de Dios y la justicia, los frutos del Espíritu aparecerán en la vida; Dios ha señalado “gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno”. Romanos 2:10.
Claramente destaca que la voluntad de Dios nunca nos va a llevar a consecuencias fatales, al contrario, nos promete satisfacción, seguridad y bienestar.
El problema aquí es que no estamos acostumbrados a hacer la voluntad de Dios por dos cosas:
1. Porque dejamos que las influencias del mundo entren fácilmente a nuestros pensamientos.
En 1ª de Corintios capítulo 10 en el versículo 23 dice “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo
Edifica.” De esta forma, realizamos lo que según esta bien a nuestro parecer, pero no nos tomamos la molestia de leer un poquito la biblia para saber cómo quiero Dios que actuemos para salvaguardar nuestra integridad.
2. Porque no estamos familiarizados con el estudio de la biblia.
En el mismo capítulo de mensaje para los jóvenes dice lo siguiente:
Cuando se permite que Satanás amolde la voluntad (haciendo referencia al hombre), él la usa para llevar a cabo sus fines. Fomenta teorías de incredulidad e incita al corazón humano a guerrear contra la Palabra de Dios.”
Uno de los mayores peligros para la espiritualidad es dejar que Satanás influya en las decisiones que tomemos y nos pongamos como enemigos de Dios, haciéndonos creer que Dios es un tirano al decirnos como vivir. Pero esto de ninguna manera es cierto, ya que lo único que quiere Dios para sus hijos es que alcancen la felicidad, la cual se logra siguiendo los preceptos que nos declara en su palabra.
Como lo cita la hermana G. de White “La obra de Satanás es destronar a Dios del corazón y moldear la naturaleza humana conforme a su propia imagen deforme.”
Sin embargo, hay algo que tenemos en la cabeza llamado conciencia, y yo escuche decir a alguien alguna vez en una
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