El Perdon
Enviado por veronika07 • 19 de Marzo de 2015 • 362 Palabras (2 Páginas) • 209 Visitas
Esto nos muestra que la dificultad de pensar a Jesús de Nazaret en categorías griegas no es solo un problema de la cultura griega, sino un caso particular de la dificultad general del ser humano para pensar la novedad de la revelación histórica. En ambiente palestino no encontramos una cristología neutra, en estado puro, sino una cristología ya comprendida en categorías culturales determinadas: también la cristología del NT es una cristología situada. De este modo, el cristianismo patrístico no es la corrupción helenística del cristianismo palestino, sino la parcial e imperfecta versión helenística del cristianismo, así como el NT nos ofrece la versiónpalestina. No debemos reprochar, sino alabar a los griegos que pensaron la fe en sus propias categorías.
Así el Evangelio de Juan adquiere un extraordinario sentido de contemporaneidad, y la luz que iluminó al hombre del siglo I (1:9) ilumina hoy con el mismo soberano resplandor al hombre de todos los siglos.
El interrogatorio efectuado por Pilato gira en torno a un problema semántico que tiene implicaciones políticas; Pilato pregunta: ¿Eres tú el rey de los judíos? Este título "rey" fue usado por los reyes de la dinastía asmonea, que gobernaba en Judea antes de la intervención romana en Palestina. Al parecer, durante la dominación romana, el título guardaba cierto sentido subversivo puesto que implicaba la expectativa del aparecimiento de un caudillo político libertador.
SOLO UN MILAGRO PUEDE HACER DE LOS RICOS DISCIPULOS DE JESUS. (Mc. 10,17-27)
Se trata de un rico que cumple los mandamientos. Pero que a la llamada de Jesús no responde siguiéndole "pues tenía muchas posesiones".
Se trata, pues de seguir a Jesús, de ser simplemente cristiano.
Jesús no habla aquí de vocación religiosa, ni de un ideal de perfección. Es la condición para ser cristiano, seguidor de Jesús. Para todo cristiano. No se puede seguir a Jesús sino haciéndose prójimo de los necesitados, hermano solidario, compartiendo con ellos (Lc. 10,25-37).El dinero ciega y endurece el corazón. Y genera toda clase de excusas, justificaciones, defensas. Ante esta obstinación que el dinero produce en los ricos, Jesús les repite:
"¡Con qué dificultad van a entrar en el reino de Dios los que tienen el dinero!"
"Más fácil es que pase un camello por el ojo
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